La crisis se come la tercera parte de la ‘hucha’ de las pensiones en apenas tres años
La intensidad de la crisis ha tenido efectos devastadores sobre las cuentas de la Seguridad Social. Y, en concreto, sobre el Fondo de Reserva, que ha tenido que vender uno de cada de tres euros
Carlos Sánchez
La crisis económica continúa pasando factura al Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Hasta el extremo de que el Gobierno tuvo que sacar el año pasado 15.300 millones de euros para pagar las pensiones. Con esa cantidad, por abultada que parezca, apenas se pagan dos mensualidades del sistema público de pensiones. Y lo que hizo el Ministerio de Empleo fue, precisamente, sacar el dinero para poder abonar las dos pagas extraordinarias que perciben los más de ocho millones de pensionistas.
El resultado, como no puede ser de otra manera, es que el montante total de la hucha de las pensiones ha descendido hasta los 47.721 millones de euros a valor de mercado, lo que representa el 4,5% del Producto Interior Bruto (PIB). Lejos de los 66.815 millones que llegó a tener en 2011. Desde entonces, y a consecuencia de la fuerte destrucción de empleo, el Gobierno se ha visto obligado a vender los activos en los que estaba invertido el remanente obtenido en los años de ‘vacas gordas’. Si se tiene en cuenta el valor del Fondo de Reserva a precio total de adquisición, el volumen total de la hucha de las pensiones cae hasta los 41.634 millones.
Aunque anteriormente a 2011 la economía destruyó una cantidad de puestos de trabajo (más de dos millones de empleos) su efecto sobre la Seguridad Social fue más limitado debido a que los parados, mientras cobran alguna prestación económica, cotizan a la Seguridad Social (el Estado lo hace por ellos). Eso es lo que explica que las disposiciones del Fondo de Reserva se hayan realizado en los últimos años y no con anterioridad.
De hecho, y según los datos avanzados este lunes por el Ministerio de Empleo, en los últimos 6 años, los de la crisis, tan sólo en 2010 el Gobierno estuvo en condiciones de hacer alguna aportación a la hucha. En el resto hubo salidas, pero nunca entradas.
Los datos enviados al Congreso revelan que en total se han sacado 33.951 millones de euros desde el año 2012. Esta cifra es muy superior a la de los rendimientos obtenidos por el Estado, y que alcanzan los 22.101 millones. La inmensa mayoría del Fondo de Reserva está invertido en deuda pública española -el 96,8%-, aunque también puede hacer en activos de Alemania, Francia y Países Bajos. En todo caso, se pone como límite que el peso de la cartera española no sobrepase el 12% sobre el total de deuda del Tesoro en circulación.
Del 3,2% invertido en deuda pública extranjera, el 44% se ha colocado con activos emitidos en Alemania, un 42% en Francia y el 14% restante en los Países Bajos.
Según la Seguridad Social, pese a la moderación generalizada de los tipos de interés, el Fondo obtuvo el año pasado una rentabilidad superior a la registrada por los planes de pensiones privados. En concreto, según sus datos, del 11,85%, frente a la media del total de planes de pensiones situada en el 6,92%.
Política de rentabilidades
La rentabilidad acumulada, en términos anualizados, se sitúa en el 5,06% en 2014, cifra significativa que resulta “aún más favorable”, sostiene la Seguridad Social, si se compara con la media obtenida del total de planes de pensiones en España para un plazo de quince años (2,07%).
La Seguridad Social también obtiene rendimientos de sus cuentas corrientes, y según la Memoria enviada a las Cortes Generales, la remuneración media a lo largo de 2014 fue de apenas un 0,2%, en coherencia con la caída que se está produciendo en la retribución de los depósitos.
El Fondo de Reserva, creado en 1997, tiene como fin principal asegurar la estabilidad financiera y las prestaciones del sistema de Seguridad Social. Un espíritu que se recoge en las recomendaciones del Pacto de Toledo que contó con el apoyo de todas las fuerzas políticas y sociales. Dicho en otros términos, está diseñado como colchón financiero de la Seguridad Social para épocas de caída del empleo y aumento del número de pensionistas.
La causa de esa elevada disponibilidad de fondos tiene que ver, lógicamente, con los cuantiosos déficits del sistema. Según lo previsto por el Gobierno, el año 2014 el desequilibrio habrá ascendido a 10.665 millones. Pero es que el año anterior el déficit fue equivalente a 11.643 millones, mientras que en 2012 el desfase fue de 10.171 millones. Al menos, la economía crea de nuevo empleo, y, como consecuencia de ello, el sistema público de protección social ha vuelto a tener dos ocupados por cada pensionista.
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