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domingo, 22 de mayo de 2016

El Banco Central de Dinamarca tropieza con su divisa ligada al euro



 

Dinamarca ha sido mencionada unas cuantas veces durante la campaña electoral estadounidense por demócratas que están a favor de un gobierno más grande y una alta redistribución de la riqueza, pero también un experto como  Paul Krugman ha escrito sobre Dinamarca en su columna del 19 de octubre en el New York Times. Por suerte la mayoría de sus apuntes keynesianos fiscales y económicos generales han sido refutados en elEpisodio 6 de Contra Krugman por Thomas Woods y Robert Murphy. Pero algunos puntos con respecto a la política monetaria también requieren atención.
La divisa danesa, la “corona” se ligó inicialmente en 1982 al poderoso y relativamente poco inflacionista marco alemán. La razón para utilizar una política de tipo fijo de cambio era evitar la alta inflación, la política monetaria laxa y limitar a los políticos daneses, que por aquel entonces había llevado al país cerca de la quiebra. La política de tipos fijos de cambio tuvo tan tremendo éxito político que ha estado en vigor durante 34 años e ni siquiera hoy se considera seriamente ninguna otra opción política.
Desde la creación del BCE en 1999 y el final del marco alemán, la corona se ha ligado al BCE a cargo del euro.
Desde las crisis de deuda europea de 2009, el BCE ha mantenido los tipos de interés a niveles inferiores récord y durante algunos años incluso tipos negativos de interés. Así que cuando el profesor Krugman afirmaba que la política monetaria danesa es uno de los problemas de Dinamarca, tiene razón, pero por razones equivocadas. Los tipos de interés han sido suprimidos masivamente desde las crisis financieras de 2008 y especialmente desde las crisis de deuda del año siguiente. Así que la política danesa de tipos fijos de cambio implanta hoy exactamente la política monetaria laxa de la que huía Dinamarca en 1982. La imagen siguiente muestra la acumulación de reserva de moneda extranjera y el spread de tipos de interés entre el Nationalbanken y el BCE, que desde 2010 ha sido negativo.
Fuente aquí.
Para mantener la relación de la divisa es imperativo que el Nationalbanken  sea considerado por los participantes en el mercado como digno de confianza y predecible y todo movimiento en el tipo de interés en el BCE normalmente es seguido rápidamente por anuncios el mismo día del Nationalbanken . Mientras la política sea de confianza, cualquier desviación del tipo de cambio central fijado políticamente será suprimida parcialmente por los participantes en el mercado que esperan que mayores desviaciones impulsen al Nationalbanken a intervenir en el mercado de divisas.
El Nationalbanken tiene un historial de 34 años de mantener la relación de la divisa. Así que están convencidos de que su confianza es excelente. Sin embargo, ante la introducción del programa de flexibilización cuantitativa del BCE, el banco central danés titubeó.
Los problemas empezaron el 15 de enero de 2015 a las 9:00 en la mañana en que el Banco Nacional Suizo (BNS) anunció un desligue inmediato de la divisa suiza del euro. E BNS asimismo recortó el tipo de interés un 0,5&, del -0,25% al -0,75%. En la primera hora tras el anuncio, el franco suizo aumentó más del 30% pero se quedó en un aumento del 19% en total al final del día.
Cuatro días después, el 19 de enero, el Nationalbanken  recortó su tipo de certificado de depósito en un 0,15% hasta el -0,20% después de días de intervención en el mercado de divisas. En una nota de prensa, no se mencionaba nada de las acciones del BNS.
El 22 de enero, una semana después de la acción del BNS, el presidente del BCE, Mario Draghi, anunciaba el programa de flexibilización cuantitativa de 1,1 billones de euros.
Los ojos de los participantes en el mercado se dirigieron entonces a Dinamarca; la última divisa ligada al euro. ¿Qué iba a hacer el Nationalbanken para imitar la nueva política del BCE?
El Nationalbanken redujo su tipo de interés de los depósitos en solo un 0,15%, hasta el -0,35%. En la nota de prensa, el Nationalbanken mencionaba solo la intervención en el mercado de divisas como razón para el ajuste de tipos: no daba ninguna indicación de responder al programa del BCE. El 29 de enero, los tipos se recortaron de nuevo un 0,15%. La nota de prensa seguía sin mencionar nada del programa de flexibilización cuantitativa o la acción del BNS. Las intervenciones en el mercado de divisas eran la única explicación para el ajuste de tipos.
Durante el mes de enero la reserva de tipo de cambio de moneda extranjera mantenida en el Nationalbanken aumento a un ritmo récord de 106.300 millones de coronas danesas para ese mes (el récord anterior se alcanzó durante las crisis financieras de 39.900 millones de coronas durante diciembre de 2008).
La que resultó ser la última reducción de tipos se anunció en 5 de febrero con el tipo recortado un 0,25%, llegando al tipo final del -0,75% (el mismo al que se había movido originalmente el BNS en un solo anuncio). Esta vez el Nationalbanken mencionaba por fin la acción del BNS y el programa de flexibilización cuantitativa del BCE. En otras palabras, llevó nada menos que 14 días antes de que el Nationalbanken igualara el cambio de política del BCE y 21 días si se cuenta la sacudida que había creado el BNS.
En febrero, la reserva de tipo de cambio de moneda extranjera llegó a otro récord de 172.000 millones de coronas en un mes. Los meses que siguieron mostraron un lento decrecimiento de la reserva de cambio extranjero.
Con enero y febrero combinados, se añadieron unos asombrosos 278.000 millones de coronas a la reserva de cambio extranjero del Nationalbanken y se mantuvo el tipo de interés al -0,75% durante el resto de 2015 para reducir dicha reserva de cambio extranjero al nivel anterior a 2015. El tipo de interés no se aumentó hasta el 8 de enero de 2016 en un mero 0,1% hasta el -0,65%.
Fuente aquí.
A partir de mediados de 2014, las industrias manufactureras danesas para la exportación experimentaron un auge, que fue amplificado por la expansión del crédito tras el programa de QE. La economía estaba creciendo tan rápido que se creía que por fin se había pasado el efecto de las crisis financieras. De hecho, durante mayo de 2015 el gobierno emitió notas de prensa diciendo que la recuperación estaba en marcha. Sin embargo, esta se convirtió en declive ya en el otoño de 2015 cuando la cifra del PIB revisado para el tercer trimestre revelaba una sorprendente caída del 0,4% en su primera revisión. La segunda revisión en marzo de 2016 la revisaba a la baja hasta el -0,6%. El cuarto trimestre mostraba una tasa de crecimiento del 0,1% en su primera revisión desde originalmente un 0,2% y si esta cifra se revisa aún más a la baja en la próxima revisión, Dinamarca estaría técnicamente de vuelta en la recesión. A lo largo de 2015, el Nationalbanken emitió mensajes trimestrales advirtiendo de los peligros del bajo tipo de interés, reclamando contención fiscal y más impuestos para limitar el impacto general sobre la economía danesa.
Los medios de comunicación daneses desde entonces han calificado al periodo como “la crisis de la corona”, explicando que el Nationalbanken lucho valientemente contra los malvados especuladores. Sin embargo, investigaciones internas revelaron que dos tercios de la demanda de divisa danesa se había producido por los participantes nacionales en el mercado, entre otros, fondos de pensiones daneses que estaban alarmados por el riesgo de perder parte de sus inversiones en euros. Esto demuestra que incluso los propios daneses perdieron la confianza en el Nationalbanken.
Fuente: aquí.
El jefe del Nationalbanken, Lars Rohde, en su discurso del 25 de marzo, revelaba la postura reaccionaria adoptada por el Nationalbanken. Ni siquiera intentaba dirigir las expectativas del mercado ante los inusuales acontecimientos de enero de 2015. Así que las pérdidas que podrían haberse evitado con una intervención más prudente del Nationalbanken (como un recorte de tipos inicial más grande) fueron por el contrario amplificadas por el uso de la imprenta por el banco.
Esto me recuerda los que escribía Hayek en su “Choice in Currency” de 1976:
Me parece que si pudiésemos evitar que los gobiernos se entrometieran con el dinero, haríamos más bien que ninguna gobierno haya hecho a este respecto.
Este episodio es otro ejemplo de por qué gobiernos y bancos centrales no actúan como han alegado hacerlo: su tarea burocrática era la de estabilizar el ciclo económico. Por el contrario, las acciones recientes del Nationalbanken causaron mayores fluctuaciones en lugar de suprimirlas.

Publicado originalmente el 20 de mayo de 2016. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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