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Bienvenidos a esta entrada dedicado al primer libro de bolsa de la historia, iremos descubriendo este gran libro, a su autor, y la apasionante época que le rodeó.
"CONFUSIÓN DE CONFUSIONES, Diálogos curiosos entre un filósofo agudo, un mercader discreto, y un accionista erudito".
Así tituló el Español D. José de la Vega al primer libro conocido sobre el trato con valores y acciones, publicado en Amsterdam en el año 1688, quedando en el olvido durante más de 300 años.
Esta gran obra nació aislada y solitaria de la pluma de un español en el siglo XVII, en los que fueron los primeros años de unas bolsas que, pese a su juventud, ya eran muy similares a los mercados financieros de nuestros días.
Así tituló el Español D. José de la Vega al primer libro conocido sobre el trato con valores y acciones, publicado en Amsterdam en el año 1688, quedando en el olvido durante más de 300 años.
Esta gran obra nació aislada y solitaria de la pluma de un español en el siglo XVII, en los que fueron los primeros años de unas bolsas que, pese a su juventud, ya eran muy similares a los mercados financieros de nuestros días.
Os adelanto un fragmento del prólogo...
"Tres motivos tuvo mi ingenio, para tejer estos diálogos, que espero granjeen el título de curiosos. El primero, entretener el ocio, con algún deleite que no desdore lo modesto. El segundo, describir (para los que no lo ejercitan) un negocio que es el más real, y útil, que se conoce hoy en la Europa. Y el tercero, pintar con el pincel de la verdad, las estratagemas con que lo tratan, los tahúres que lo desdoran, para que a unos sirva de delicia, a otros de advertencia, y a muchos de escarmiento."
Son varios los nombres por los que se le conoce: Joseph de la Vega, Joseph Penso, Joseph Penso de la Vega, Joseph Penso Félix...todos estos nombres hacen referencia al que fue, un ilustrado de su época, escritor, poeta, filosofo moral, comerciante, economista...
Nació en 1650 en el pueblo Cordobes de Espejo, hijo de Isahac Penso Félix y Esther de la Vega. Su padre fué un rico banquero de la época que, estando preso por la Inquisición, juró, que si salía de la situación, abrazaría publicamente el judaismo. Así lo hizo, marcho junto a su familia rumbo a Amberes, donde el mismo día de su llegada se hizo la circuncisión.
José de la Vega creció en el exilio, siendo un judío español. Mostró una extraordinaria capacidad para la literatura desde muy joven, con diecisiete años escribió una obra teatral en hebreo, que figura como uno de los primeros ejemplos de este genero; es la única de sus obras que no fué escrita en español. Se intereso por la politica y escribió más de doscientas cartas a diversos Príncipes y hombres de Estado Europeos.
Pese a salir muy joven de españa, De la Vega escribe todas sus obras en un perfecto Castellano, acusa todas las variedades de la literatura española del siglo XVII, siente y escribe en español, pese a la distancia y los años que le separan de su tierra natal. Esta inquietud le lleva ha ser miembro preeminente de varias Academias Literarias, como la de los Floridos de la que fue secretario y destacado orador. Y a fundar la Academia de los Sitibundos en Lehorn.
La vida intelectual de los judios españoles se centró alrededor de las Academias literarias, tan características de aquellos tiempos, que florecieron en Holanda y en Italia. Las formaban hombres y mujeres cultos, que se unian en la lectura, en la retórica y en la oratoria, para de esta forma sentirse transportados a los círculos literarios más exquisitos de Madrid.
El historiador Cecil Roth escribe en History of the marranos de 1974: " La amplitud de la literatura de los Marranos y la diversidad del medio ambiente en que floreció difícilmente se conocerán mejor que estudiando la vida y los escritos de José Penso de la Vega".
Amsterdam en el siglo XVII.
Pese a salir muy joven de españa, De la Vega escribe todas sus obras en un perfecto Castellano, acusa todas las variedades de la literatura española del siglo XVII, siente y escribe en español, pese a la distancia y los años que le separan de su tierra natal. Esta inquietud le lleva ha ser miembro preeminente de varias Academias Literarias, como la de los Floridos de la que fue secretario y destacado orador. Y a fundar la Academia de los Sitibundos en Lehorn.
La vida intelectual de los judios españoles se centró alrededor de las Academias literarias, tan características de aquellos tiempos, que florecieron en Holanda y en Italia. Las formaban hombres y mujeres cultos, que se unian en la lectura, en la retórica y en la oratoria, para de esta forma sentirse transportados a los círculos literarios más exquisitos de Madrid.
El historiador Cecil Roth escribe en History of the marranos de 1974: " La amplitud de la literatura de los Marranos y la diversidad del medio ambiente en que floreció difícilmente se conocerán mejor que estudiando la vida y los escritos de José Penso de la Vega".
José de la Vega escribe varios libros y compagina su inquietud literaria con el negocio familiar, el comercio y las finanzas. Dos de sus nueve hermanos David y Rafael, despues de trabajar en Amsterdam, se transladarón a Londres donde participaron activamente en los comienzos de su Bolsa, y sobre todo en el desarrollo de las operaciones a plazo. Con la muerte de su padre en 1683, José de la Vega comienza una vida activa en el comercio de Amsterdam,viviendo de primera mano el primer Crac de la Bolsa, el de la Compañia de las Indias.
En 1688 aúna sus dos grandes pasiones, la Litertura y la economia, con la publicación de Confusión de Confusiones, consecuencia de sus intervenciones en la Bolsa. Y que le sirve para describir cuanto se practica en las calles de Amsterdam, donde todo era un puro negocio de Bolsa. Los últimos años de su vida los dedica a su obra filosófica, Falleciendo en Amsterdam en 1692, a la edad de 42 años.
El historiador Cecil Roth en la obra ya citada, escribe: " Destaca de modo particular su Confusión de Confusiones, publicada en Amsterdam en 1688. Esta es la primera obra que trata de los negocios y de los métodos de Bolsa, en todas sus ramas y se caracteriza por significar aún en nuestros días la mejor descripción, por la forma y la sustancia, de las transacciones sobre títulos y valores".
En 1688 aúna sus dos grandes pasiones, la Litertura y la economia, con la publicación de Confusión de Confusiones, consecuencia de sus intervenciones en la Bolsa. Y que le sirve para describir cuanto se practica en las calles de Amsterdam, donde todo era un puro negocio de Bolsa. Los últimos años de su vida los dedica a su obra filosófica, Falleciendo en Amsterdam en 1692, a la edad de 42 años.
El historiador Cecil Roth en la obra ya citada, escribe: " Destaca de modo particular su Confusión de Confusiones, publicada en Amsterdam en 1688. Esta es la primera obra que trata de los negocios y de los métodos de Bolsa, en todas sus ramas y se caracteriza por significar aún en nuestros días la mejor descripción, por la forma y la sustancia, de las transacciones sobre títulos y valores".
Consejos y Máximas I
De la Vega utiliza en confusión de confusiones una gran cantidad de consejos morales, máximas y refranes:
-"Si desconfía, no ordene; y si ordena, no tema"
-"A lo tuyo, tú, aconseja un discreto"
-"Ostentar orgullos con un vencido no es proeza, sino cobardía"
-"Hay bolsistas cuyo deleite no es tejer redes, sino hacer anzuelos"
-"No querer anteponer la mayor ganancia al mayor peligro, sino ganar poco y ganar seguro"
-"Si desconfía, no ordene; y si ordena, no tema"
-"A lo tuyo, tú, aconseja un discreto"
-"Ostentar orgullos con un vencido no es proeza, sino cobardía"
-"Hay bolsistas cuyo deleite no es tejer redes, sino hacer anzuelos"
-"No querer anteponer la mayor ganancia al mayor peligro, sino ganar poco y ganar seguro"
Las Dudas del Accionista
Así define las dudas a la hora de comprar y vender acciones:
“ Todo son en él rabias y más rabias, disgustos y más disgustos, pesares y más pesares; si el que compra algunas partidas, ve que bajan, rabia de haber comprado, si suben, rabia de que no compró más; si compra, suben, vende, gana, y vuelan aún a más alto precio del que ha vendido, rabia de que vendió por menor precio; y si no compra ni vende, y van subiendo, rabia de que habiendo tenido impulsos de comprar, no llegó a lograr los impulsos...”
José de la Vega, C.C. Amsterdam 1688.
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ACCIONISTA: Es tan continuo y incessable el negocio que apenas hay lugar fixo que pueda intitularse su palestra; sin embargo, son el Damo y la Bolsa los que mas se frequentan, empeçándosse á luchar en el Damo desde las diez hasta las doze y en la Bolsa desde las doze hasta las dos.
Es el Damo una plaça que tiene el Palacio (á que llaman Casa de la Villa) por frontispicio, y llámanle los Flamencos Dam que significa en su lengua Un terrapleno que se haze contra el ímpetu del agua por haverse hecho en esta plaça uno destos terraplenos para defença del Amstel que es el rio de que toma esta ciudad de Amsterdam el nombre, corrumpido de Amstel-Dam en Amsterdam.
Aqui empieça las mañanas el juego que dura hasta que se cierra la Bolsa á medio dia, donde acuden todos en chusma, por no pagar lo que se suele, despues de estar cerrada; y vá prosiguiendo en ella la batalla, sin que se suspendan las armas en los mayores cansancios, ni se propongan las treguas en los mayores ahogos.
Es la Bolsa una plaçuela circundada de pilares (aunque si hay algunos de los que se arriman á estas colunas que son como la del fuego por lo que luzen, no faltan otros que sean como la de nube por lo que recatan la necessidad y encubren el estado) y llámasse Bolsa, o ya por encerrarse los mercaderes en ella como en una bolsa, o ya por las diligencias que haze cada uno por llenar la suya en ella, tomando el nombre de las causas, á imitacion de las tres mas decantadas Academias de la Grecia que unas lograron el nombre por el author, otras por el lugar, y muchas por los effectos.
(...)
De la segunda classe es la Bolsa que toma como los peripatéticos el nombre de los effectos; y queriendo dezir la palabra Bolsa cuero en griego, hay muchos accionistas que quedan en cueros en esta Bolsa.
Llamaron los antiguos Bolsa á Cartago por el engaño que traçaron los Fenicios á los Africanos, pidiéndoles todo el sitio que pudiessen ocupar con el cuero de un buey; y con mucha razon deve llamarse Bolsa este lugar por los engaños que machinan algunos accionistas en este sitio, antes si por el que lleva doblada intencion en lo que propone, pregona el adagio castellano que tiene bolsillos en el coraçon, bien escarmentados viven los sinceros de los que llevan á esta Bolsa estos bolsillos.El modo con que se effetuan las partidas es tan ridículo como el juego, pues si en Levante se ajustan á cabeçadas, aqui se ajustan á palmadas y á golpes. Mas ay dolor! que aspirando muchos á la palma que las palmadas les prometen, lloran los golpes con que la fortuna los abate.
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Esta joya redescubierta a principios del siglo XX, es el primer libro sobre la bolsa, escrito por José Penso de la Vega, un escritor y comerciante judío de Córdoba que hubo de emigrar en el siglo XVII a Holanda.
Componen Confusión de confusiones diversos diálogos curiosos entre un philosopho agudo, un mercader discreto, y un accionista erudito, describiendo el negocio de las acciones, su origen, su ethimologia, su realidad, su juego, y su enredo.
En el texto que destacamos a continuación vemos la etimología de "Amsterdam" y el por qué -según José de la Vega- recibe el mercado de cambios el nombre de "bolsa".
En el texto que destacamos a continuación vemos la etimología de "Amsterdam" y el por qué -según José de la Vega- recibe el mercado de cambios el nombre de "bolsa".
MERCADER: El lugar y el modo con que se forman estas ruedas y se ajustan estas partidas, quisiera saber, sino sirviera á nuestro amigo de fatiga para que ya que aprendimos la origen, el inventor, y el enredo, no ignorássemos el modo del combate y el lugar del desafio.
ACCIONISTA: Es tan continuo y incessable el negocio que apenas hay lugar fixo que pueda intitularse su palestra; sin embargo, son el Damo y la Bolsa los que mas se frequentan, empeçándosse á luchar en el Damo desde las diez hasta las doze y en la Bolsa desde las doze hasta las dos.
Es el Damo una plaça que tiene el Palacio (á que llaman Casa de la Villa) por frontispicio, y llámanle los Flamencos Dam que significa en su lengua Un terrapleno que se haze contra el ímpetu del agua por haverse hecho en esta plaça uno destos terraplenos para defença del Amstel que es el rio de que toma esta ciudad de Amsterdam el nombre, corrumpido de Amstel-Dam en Amsterdam.
Aqui empieça las mañanas el juego que dura hasta que se cierra la Bolsa á medio dia, donde acuden todos en chusma, por no pagar lo que se suele, despues de estar cerrada; y vá prosiguiendo en ella la batalla, sin que se suspendan las armas en los mayores cansancios, ni se propongan las treguas en los mayores ahogos.
Es la Bolsa una plaçuela circundada de pilares (aunque si hay algunos de los que se arriman á estas colunas que son como la del fuego por lo que luzen, no faltan otros que sean como la de nube por lo que recatan la necessidad y encubren el estado) y llámasse Bolsa, o ya por encerrarse los mercaderes en ella como en una bolsa, o ya por las diligencias que haze cada uno por llenar la suya en ella, tomando el nombre de las causas, á imitacion de las tres mas decantadas Academias de la Grecia que unas lograron el nombre por el author, otras por el lugar, y muchas por los effectos.
(...)
De la segunda classe es la Bolsa que toma como los peripatéticos el nombre de los effectos; y queriendo dezir la palabra Bolsa cuero en griego, hay muchos accionistas que quedan en cueros en esta Bolsa.
Llamaron los antiguos Bolsa á Cartago por el engaño que traçaron los Fenicios á los Africanos, pidiéndoles todo el sitio que pudiessen ocupar con el cuero de un buey; y con mucha razon deve llamarse Bolsa este lugar por los engaños que machinan algunos accionistas en este sitio, antes si por el que lleva doblada intencion en lo que propone, pregona el adagio castellano que tiene bolsillos en el coraçon, bien escarmentados viven los sinceros de los que llevan á esta Bolsa estos bolsillos.El modo con que se effetuan las partidas es tan ridículo como el juego, pues si en Levante se ajustan á cabeçadas, aqui se ajustan á palmadas y á golpes. Mas ay dolor! que aspirando muchos á la palma que las palmadas les prometen, lloran los golpes con que la fortuna los abate.
José de la Vega
Confusión de confusiones (1688)
Confusión de confusiones (1688)
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