El siglo XXI está reescribiendo los manuales de economía. Lo que estamos viendo no estaba previsto, ni se enseña en las universidades de economía. La intervención de los bancos centrales va en contra de los cánones de la economía clásica, que nos enseña que la creación de dinero es contraproducente y muy peligrosa. Pero claro, la humanidad no había entrado nunca en un problema demográfico como el actual: baja natalidad y larga esperanza de vida. A nuevos problemas, nuevas soluciones.
Nadie sabe cómo acabará este experimento, ni siquiera los propios bancos centrales. Esta verdad es muy difícil de aceptar en un mundo donde estamos acostumbrados a tener certezas, es decir, a vivir en la mentira. La vida es incertidumbre por naturaleza, y el alcance de nuestro conocimiento científico sigue siendo un grano de arena comparado con la inmensidad del universo. Sólo el orgullo y prepotencia humana nos permiten pensar y creer a pies juntillas que hemos tenido la suerte de nacer justo cuando la humanidad se ha liberado de viejas creencias estúpidas e inmaduras. Con lo cual caemos en el doble error de ser prácticamente igual de ignorantes que nuestros antepasados, pero creernos mucho más listos y sabios, lo cual es una aberración total.
Hay cinco bancos centrales en el mundo que practican tipos de interés negativos. Salvo Japón, los demás son europeos: Dinamarca, Suecia, Suiza, y la Zona Euro:
En EEUU la FED se salva, pero el reciente giro de Janet Yellen, mostrándose mucho más suave respecto al ciclo alcista de tipos en EEUU, se está traduciendo en caídas en los tipos. Observen el siguiente gráfico de los TIPS a 5 años (bonos indexados a la inflación, que sirven como medida de los tipos reales, es decir, tipo de interés nominal al que le restamos la inflación), entrando otra vez en terreno negativo:
Esto significa que la inflación es superior a la rentabilidad que ofrecen los bonos (en este caso a 5 años), y por lo tanto, los ahorradores conservadores pierden poder adquisitivo, que al final es de lo que se trata cuando invertimos (es decir, hacer crecer el poder adquisitivo de nuestro dinero).
La muerte de la cultura rentista.
Toda esta cultura rentista europea, americana (y mundial en realidad), se siente incómoda. Ya no podemos dejarle dinero a papá Estado y obtener una renta por encima de la inflación así sin más. ¿Acaso era eso lógico? Prestarle dinero al Estado, que se veía obligado a rentabilizarlo... o no, para poder pagar esos intereses. Es una forma injusta de obligar a los que no tienen dinero a trabajar para pagar los intereses de los que sí tienen dinero, y pretenden sacarle partido de forma "no productiva", es decir, sin crear valor para la sociedad. En realidad esa circunstancia se da en mucha gente a la vez: tienen dinero pero también trabajan para pagarse su propios intereses (indirectamente). Es decir, todos somos ahorradores y trabajadores a la vez.
Parece que estamos entrando en una nueva era, que algunos llaman "represión financiera", porque ataca directamente a los millones de ahorradores europeos, que ya no pueden esperar que se mantenga el poder adquisitivo de su dinero simplemente dejándolo en el banco (que a su vez lo colocaba en "inversiones seguras" como bonos del Estado). Ahora hay que rascarse la cabeza, y pensar otras alternativas, porque el concepto de "inversión segura" ya no funciona. El sector inmobiliario en Europa todavía sigue siendo rentable. ¿Será el próximo mito o dogma en caer? Al fin y al cabo, forma parte de la misma cultura rentista: tengo dinero, compro inmuebles, y los alquilo. ¿Dónde está el riesgo? ¿Dónde está la creación de riqueza o de valor? Ya sé que es un tema discutible, pero piensen en ello. Tiene su sentido alquilar un edificio porque también le interesa al inquilino para no tener que desembolsar grandes cantidades de dinero, y además el propietario se hace carga de gastos, de impuestos, etc.
No veo con malos ojos este nuevo mundo en el que nos adentramos. Ahora, para que tu dinero te permita seguir generando más dinero, tienes que demostrar además que tienes ideas creativas y que aportan valor de verdad a la sociedad. ¿No es esto un mundo más justo?
Los tipos negativos (nominales y reales en Europa, reales en EEUU), si se mantienen en el tiempo, o cercanos a cero, deberían provocar que poco a poco muera la cultura rentista y también la cultura del endeudamiento (que son dos caras de la misma moneda, aunque la mayoría lo olvida o lo ignora...). Lo normal es que la gente se decida a prestar cada vez menos, desincentivada por el bajo rendimiento.
Surgirá entonces otro problema, que pondrá sobre la mesa la verdadera naturaleza de la sociedad europea. ¿Qué hacer con ese dinero? Es decir, ¿el endeudamiento se debe a que hay mucha gente deseosa de endeudarse, o que hay mucha gente deseosa de prestar (es decir, con mucho dinero ahorrado)? Porque no lo olviden: por cada deudor, existe un acreedor (salvo el novedoso caso de los bancos centrales que crean dinero para comprar deuda de las Empresas, que personalmente me deja de piedra). Cuando dicen que el mundo está muy endeudado, se olvidan de decir que eso también significa que el mundo tiene muchos ahorros. Y yo me pregunto, ¿qué es el ahorro? ¿para qué se ahorra?
El otro día salió una noticia impactante: los franceses tienen 344.000 millones de euros en "depósitos a la vista", un récord histórico. Se habla mucho del endeudamiento, y es impactante que nunca en la historia, después de tanta crisis (que en Francia apenas se empieza a dejar atrás...), estemos también en niveles récord de dinero durmiendo en cuentas corrientes (=ahorro), "por lo que pueda pasar".
La naturaleza del dinero.
A menudo se olvida. El dinero es un "medio", es decir, una herramienta para facilitar los intercambios comerciales. Esa fue la idea originaria, pero con el paso de los siglos hemos construido sociedades mucho más complejas, y el dinero se acumula, se atesora como si fuera un bien, cuando un realidad no llega a serlo: se queda en la etapa previa a la materialización en un bien (o servicio).
Puede decirse por tanto que el dinero se podrá transformar en un futuro en un bien físico, o un servicio prestado. El dinero representa por tanto en última instancia una capacidad de trabajo futura. Dicho de otra manera, yo trabajo hoy, y en vez de consumir y disfrutar del rendimiento de ese trabajo, lo que hago es "almacenarlo" en dinero, para transformarlo más adelante de nuevo en bienes o servicios, cuando necesite disfrutarlos.
Este trabajo que he realizado hoy, lo transfiero al futuro. El dinero es un "derecho", que podré ejercer en el futuro. Mi aportación actual a la sociedad, prefiero canjearla más adelante, porque hoy día ya tengo suficiente. Más adelante puede ser dentro de un año (cuando me quiera ir de vacaciones por ejemplo), o dentro de 30 años cuando me jubile. Pero en ambos casos, necesitaré que "alguien" en la sociedad trabaje para mí, permitiéndome transformar ese dinero en bienes o servicios que disfrutaré en ese momento.
Todo está basado en que haya alguien que trabaje en el futuro. Si de repente se muere la humanidad, o se para todo, ese dinero ("papelitos") ya no me servirá de nada, porque no habrá nadie que trabaje para mí, no habrá nadie dispuesto a recoger mis papelitos a cambio de darme productos o servicios. Y esta es la situación caricaturizada en la que se encuentra hoy Europa. Millones de jubilados, y los que quedan por venir, deben recibir productos y servicios, que deben prestarles las nuevas generaciones. Si no hay suficientes personas para trabajar, esos jubilados no podrán recibir todo lo que esperan...aunque en realidad la riqueza actual de nuestra sociedad es mayor de lo que nunca imaginaron en su infancia. (esto es otro tema).
Cuando tenemos clara la naturaleza del dinero y lo que representa, es más fácil comprender lo que ocurre. Antiguamente tenías hijos para garantizarte que alguien cultivara la tierra y te diera de comer cuando seas viejo y dependiente. Hoy día tienes dinero, y esperas que sea la sociedad (el Estado) el que cubra tus necesidades cuando seas mayor. Es un modelo social mucho más avanzado, pero no exento de riesgos e ineficiencias.
No soy nada catastrofista. Los productos y servicios para la tercera edad se adaptarán a lo que puedan producir los trabajadores, y será suficiente, porque nuestro nivel de rendimiento y productividad es altísimo, comparado con cualquier otro período de la humanidad. El problema es que nuestras expectativas, nuestro listón, está muy alto, y esa es la fuente de la infelicidad. El elevado nivel de desplifarro de nuestra sociedad es reflejo del elevado nivel de riqueza, del que globalmente no somos conscientes.
Lo que está claro que la cultura rentista sufrirá, porque ya no será tan fácil rentabilizar tus ahorros prestándoselos al Estado, un ente despilfarrador por naturaleza, que ha basado su desarrollo durante los últimos 40 años en el crecimiento demográfico y económico. Según vamos alcanzando el límite, esto ya no funciona. Y la solución llega por una vía que nadie esperaba: los tipos negativos, que penalizan ese exceso de ahorro y cultura rentista. Me encanta cuando la realidad nos sorprende. Los manuales de economía y los grandes doctores no lo habían predicho, ni siquiera lo habían pensado. Ha tenido que ser la realidad, cuando nos sitúa entre la espada y la pared, la que encuentre una solución.
Se acabó la cultura rentista que da dinero a los que no crean valor y no asumen riesgos. Ahora si quieres ganar dinero con tu dinero, tienes que salir de la mediocridad y demostrar que "eres diferente", que eres capaz de generar valor o de rentabilizar tu dinero de una forma creativa, inteligente y con el riesgo controlado. ¿Será el sector inmobiliario en Europa el siguiente en dejar de ofrecer rendimiento "porque sí"? Para mí tendría lógica, en un contexto de tipos de interés nulos o negativos, pero el problema es muy complejo. Quizá simplemente ese rendimiento se ajuste, se reduzca, y ofrezca "lo mínimo". En cualquier caso, me parece razonable plantear que ahora, si quieres que crezca tu patrimonio, tienes que pensar en invertir en negocios que generen valor. Los americanos lo tienen claro. Amazon, Facebook, Apple, Google... son empresas nuevas que no existían hace 20 o 30 años, y son hoy día gigantes, con un tamaño descomunal. La economía ha cambiado, la sociedad seguirá cambiando. Vivir de las rentas (es decir, vivir del dinero que genera tu dinero), significa vivir del trabajo de los demás. Con los tipos de interés negativos, esto se hace más difícil, lo cual es incluso una buena cosa, éticamente hablando. Si eres o quieres ser rentista (lo cual entiendo que es una aspiración humana natural, que tenemos todos), debes tener claro que papá Estado ya no va a estar ahí para sacarte las castañas del fuego. Así que conviene que tomes las riendas de tu futuro financiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario