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lunes, 2 de mayo de 2016

La renta variable europea mantiene su atractivo frente a la estadounidense



Los dos factores que hacían presagiar un mejor comportamiento relativo de la renta variable europea durante el primer trimestre no se han materializado, o no han generado los efectos previstos. Como resultado, su comportamiento en ese periodo de tiempo ha resultado decepcionante.

El primer factor al que nos referimos enlaza con el hecho de que el euro, en lugar de depreciarse durante el primer trimestre, mostrara una revalorización de casi un 5%. Esto provocó que la fuerte correlación entre el valor del euro y los beneficios empresariales actuara en sentido contrario. Si bien las perspectivas de crecimiento de los beneficios para el año 2016 eran del 3% a comienzos de abril, ahora se sitúan por debajo del 1% tras sufrir fuertes revisiones a la baja. En Estados Unidos, el crecimiento previsto de los beneficios se mantiene en el 3%.

El segundo factor se refiere a que, aunque el Banco Central Europeo respondió ampliamente a las expectativas anunciando medidas de calado durante su reunión a comienzos de marzo, el mercado apenas reaccionó y cada vez parece estar más convencido de que las políticas monetarias de los bancos centrales han tocado techo. Como consecuencia, no ha habido ningún aumento de las valoraciones.

A pesar de todo, observamos que las valoraciones de las acciones europeas siguen siendo más atractivas que las de la bolsa estadounidense. El PER de Europa se sitúa en 14,5, por debajo del nivel de 17 de Estados Unidos. Aunque la valoración más alta de Estados Unidos se explica por las diferencias en las ponderaciones sectoriales entre las dos regiones, desde una perspectiva histórica, el mercado europeo sigue estando más barato que el estadounidense.

En este contexto, en Mirabaud hemos tomado la decisión de reducir nuestra sobreponderación fuerte en acciones europeas, pero hemos mantenido un ligero sesgo favorable para reflejar las diferencias en la valoración y los ciclos económicos y monetarios entre las dos regiones. Estamos convencidos de que la temporada de resultados dejará algunas sorpresas positivas tras las fuertes revisiones a la baja de los beneficios.

Si analizamos el mercado de renta fija, hemos de señalar que el buen comportamiento de los bonos de los países emergentes, que recuperaron pulso durante el pasado mes de marzo, debería ser momentáneo. Aunque ofrecen un carry interesante en el entorno de tipos actual, mantenemos la cautela y seguimos atentos a una posible revalorización del dólar durante el verano, con la vista puesta en la importante reunión de la Reserva Federal del mes de junio.

En Europa, los bonos corporativos de la máxima calidad continuaron con las alzas. Los mercados descuentan ya las compras del Banco Central Europeo de aquí hasta finales del segundo trimestre. Sin embargo, la liquidez se ha reducido con fuerza y cada vez es más difícil comprar papel en un mercado relativamente restringido con un volumen inferior a los 800.000 millones de euros. En este contexto, y en un entorno de inflación baja, mantenemos nuestra visión positiva a corto plazo sobre la deuda corporativa de alta calidad.

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