La deuda pública japonesa, la mayor del mundo desarrollado, ha mostrado un retroceso interanual por primera vez en los últimos siete años, según informa la cadena pública NHK.
De acuerdo con los datos trimestrales del Ministerio nipón de Finanzas, la deuda pública japonesa estaba valorada a finales del mes de marzo en unos 1,049 trillones de yenes (8,47 billones de euros/9,64 billones de dólares).
Esto supone casi cuatro billones de yenes (32.287 millones de euros/36.749 millones de dólares), o un 0,4% menos, con respecto a los datos de marzo de 2015.
De este modo, la deuda per cápita nipona se sitúa actualmente en torno a los 75.550 dólares (unos 66.375 euros).
La disminución responde a una reducción interanual del número de letras del tesoro a corto plazo en circulación valoradas en 33.139.500 millones de yenes (267.577 millones de euros/304.570 millones de dólares).
Este recorte de letras, de casi el 30% interanual, viene dado en parte por el programa de flexibilización masivo que mantiene activado el Banco de Japón (BoJ).
En cambio, los bonos ordinarios del Estado en circulación aumentaron en 29,32 billones de yenes (236.758 millones de euros/269.459 millones de dólares) hasta los 910,8 billones de yenes (7,35 billones de euros/8,36 billones de dólares), debido a la necesidad de financiar los crecientes costes de la seguridad social.
La deuda pública de la tercera economía del mundo es más del doble de su producto interior bruto (PIB) y es la mayor entre los países desarrollados.
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