Camino hacia el abismo: la deuda (I)
Con la
clase política más irresponsable, inmadura y ayuna de la Patria de Occidente, que no ha vacilado en mantener seis meses a España sin Gobierno mientras la economía se desacelera, los ingresos fiscales se hunden y el déficit de enero y febrero es ya la mitad del de todo el año, y solo para defender las miserables ambiciones personales –
primero las poltronas y luego Dios dirá-, resulta penoso el contemplar cómo la mayoría del desinformado pueblo español no parece consciente de la profunda degradación económica y social en la que están sumiendo el país y las devastadoras consecuencias que se avecinan para la clase media, la clase trabajadora, los pensionistas y las generaciones futuras.
Y no es consciente porque, aun sufriendo en su propia casa el empobrecimiento y la falta de expectativas -un 46% de jóvenes está en paro-, donde por primera vez en siglos los hijos vivirán peor que los padres,
creen ingenuamente las patrañas del Gobierno y de la clase política, prometiendo soluciones mágicas o estrafalarias, porque nadie está dispuesto a tomar las medidas que nos permitirían salir de la crisis. El problema es que ya no hay margen, vivimos en tiempo de descuento gracias al río de dinero a interés cero y sin control alguno del
BCE y al blindaje de la prima de riesgo, pero el deterioro es ya tal que solo un cambio radical del disparatado modelo de Estado, que elimine el despilfarro anual de los 100.000 millones de euros que supone, podría arreglar la situación.
Los problemas a los que se enfrenta el país pueden resumirse en tres principales: una burbuja de deuda, que es la que mas crece de la UE; un déficit de las AAPP fuera de control, y un sistema de pensiones que ha sido y es el sostén de millones de familias, pero que está quebrado y exigirá fuertes recortes, que se iniciarán el año que viene cuando se agote la caja de las mismas y culminarán en 2019 con un recorte de mas dej 40% a los jubilados futuros, que solo se repartirán lo que haya. Y para arreglarlo, todos proponen lo mismo:
más impuestos, más enchufados públicos y más gasto. Aunque Podemos, cuya inmadurez y demagogia supera a la de todos, añade la reestructuración de
la deuda: “Préstennos el dinero que haga falta que no se lo vamos a devolver”.
Y en todo ello, la crónica tendencia a ocultar la realidad y a sobrevalorar las cifras clave de la contabilidad nacional asume ya proporciones grotescas. El INE acaba de estimar un crecimiento del 0,8 en el 1T, cuando todos los indicadores de actividad, los ingresos fiscales y la creación de empleo muestran lo contrario. ¿Pero cómo osan? No tienen vergüenza. Hoy analizaré la burbuja de deuda. El lunes próximo, la situación del déficit de las AAPP, su carácter estructural y la brutal subida de impuestos que nos espera después de verano. Y finalmente, la
quiebra del sistema de pensiones acelerado por la deflación salarial y los trabajos basura.
Los distintos conceptos de endeudamiento
La deuda pública -Estado, CCAA, corporaciones locales y Seguridad Social- representa la suma de los préstamos pedidos a terceros. La deuda es la suma de los déficits de los presupuestos públicos de años anteriores. La cifra total de activos sobre el sector público en circulación constituye la deuda pública. Dentro de esta definición general de deuda, se inscriben distintos conceptos, dependiendo del contexto a que estén referidos. Los dos más importantes a nuestros efectos son los pasivos en circulación o pasivos totales y la deuda elaborada según el protocolo de déficit excesivo (deuda PDF), que no es toda la deuda pero que es la que maneja el Gobierno, porque es menor que la deuda total, y también los medios, una forma mas de ocultar la realidad a los españoles.
Los pasivos totales (en circulación) constituyen el
concepto de endeudamiento más amplio posible, y es el reflejado en las ‘Cuentas financieras de la economía española’, publicación trimestral del Banco de España con un elevado grado de
detalle. Es el concepto de endeudamiento más amplio posible, porque comprende la totalidad de los pasivos contraídos por las AAPP, independientemente de su naturaleza. La deuda PDF no es un concepto de endeudamiento tan amplio como el anterior, se diferencia principalmente del concepto de ‘pasivos totales’ en que no incluye los pasivos de las AAPP en poder de otras AAPP ni los créditos comerciales y otras cuentas pendientes de pago. En 2015, la deuda PDF fue el 71,2% de los pasivos totales, 1,07 billones de euros PDF vs. 1,51 billones los pasivos totales.
La evolución del endeudamiento desde el comienzo de la crisis ha sido exponencial, y mayor que en ningún otro país de la UE, habiéndose llegado a un límite en el que resulta imposible su devolución, por lo que antes o después será obligada su ‘reestructuración’, es decir, la suspensión de pagos y la negociación de las quitas correspondientes con los acreedores.
Pasivos totales De los cuales, deudas entre AAPP Deuda PDE (millones de euros)
2007 508.534 42.720 383.898
2011 956.57 79.781 743.530
2015 1.505.905 206.770 1.072.183
Rajoy ha cerrado la legislatura con una deuda relativa al PIB del 140%, la mayor en siglos, superior por ejemplo a la alcanzada durante la guerra de Cuba, que fue del 123% del PIB. Durante sus cuatro años de mandato, la deuda subió en 550.000 millones de euros, equivalentes al 51% del PIB, el mayor incremento jamás alcanzado en nuestra historia en tan corto periodo
desde las quiebras de los Austrias. Pero este no es todo el problema, que también, su extrema gravedad deriva de la rapidez de su crecimiento, la mayor no solo de la UE sino de todo el mundo desarrollado (OCDE), y de que el déficit estructural de las AAPP, cinco veces superior al límite permitido, no va a desaparecer hasta que el BCE o los mercados nos corten la financiación.
¿Por qué vamos hacia la suspensión de pagos?
Que salvo milagro divino España va hacia la suspensión de pagos y la intervención no es un juicio de valor, son matemáticas. La extrapolación pura y simple de la situación actual de deuda, déficit y desaceleración del crecimiento, junto con los programas de los partidos que se resumen en más déficit y más deuda, no dejan margen de duda. Puede discutirse el cuándo pero el qué no tiene discusión, excepto refugiarse en un
negacionismo irracional o en creerse las cifras y declaraciones falsas del Gobierno, como cuando
Zapatero, el BdE, la
banca y los medios afirmaban en 2007 que no existía una burbuja inmobiliaria y que los pisos nunca podrían bajar de precio, y en 2008 cuando afirmaban que la crisis financiera internacional no nos afectaba porque teníamos el sistema bancario más sólido de la galaxia. Millones de familias han pagado un precio muy alto por ello.
España debió pedir el rescate en 2012, conseguir una quita del 50% de la deuda, no devolver un solo euro a las cajas alemanas, francesas y holandesas que tan irresponsablemente habían financiado la burbuja inmobiliaria, como hizo Islandia con los bancos ingleses, y recortar el gasto acabando con el
despilfarro autonómico. Rajoy no lo hizo, pactó con la señora Merkel, a cambio de devolver hasta el último euro a las cajas alemanas y las otras, una política de dinero sin límite por parte del BCE. Y en cuanto a cortar el despilfarro autonómico, Rajoy fue rotundo: “
Eso ni se toca”. En el colmo de la mentira y de la miseria moral, este demagogo saca pecho diciendo que gracias a él España se ha librado del rescate, algo ‘horrible’ porque hubiera supuesto el fin del Estado de bienestar: No cabe mentira ni vileza mayor.
Y gracias al apoyo incondicional de los medios, que sobreviven gracias a los oligarcas del Ibex, los grandes beneficiarios del endeudamiento masivo con el dinero del BCE, ya que casi la mitad del incremento de deuda fue para tapar los agujeros de la oligarquía económica y financiera,
Rajoy consiguió engañar a la mayoría y vender tamaña fechoría como un hecho heroico que salvó de la ruina a los españoles, cuando ha sido exactamente lo contrario. La burbuja de deuda alimentada por un déficit derivado del modelo de Estado más disparatado de Occidente y único en el mundo seguirá creciendo hasta su explosión, porque el gasto no va a detenerse, algo que sucederá bien en cuanto los mercados tomen conciencia de la imposibilidad de que dicha deuda sea devuelta o bien en cuanto las condiciones de dichos mercados cambien. Pero cuanto más tiempo pase, mayor será la burbuja y más devastador su estallido.
El corazón del problema son los
reinos de taifas de las
CCAA creados en la infausta Transición. Rajoy prometió durante la campaña electoral intervenir a las CCAA no cumplidoras y cerrar la mitad de las empresas públicas. Pero como siempre, este mentiroso compulsivo hizo justo lo contrario, les dio un río tal de dinero a través de los sucesivos planes de los fondos de pago a proveedores y los Fondos de Liquidez Autonómica sin interés y sin control alguno que ha elevado la deuda entre AAPP desde 42.720 millones de euros en 2007 a 206.770 en 2015. Rajoy se hartó de afirmar que cumplirían a rajatabla los objetivos de déficit, el pacto de estabilidad y lo que haga falta, y luego se ha pasado por el forro lo que le ha venido en gana, no ha cumplido ni un solo año y se ha fumado un puro con el artículo 135.
Y la situación está empeorando.
Montoro se ha comido ya en dos meses
más de la mitad del déficit del Estado, si es que consiguen que Bruselas acepte un total del 3,6% -1,14 vs. 2,2-, ha devuelto la paga extra a los funcionarios y les ha subido el sueldo un 1%, y si este es el único que está medio controlado, imagínense los demás a los que ha más que doblado el objetivo de déficit. Todo envuelto en la demagogia populista más mendaz, la oposición mas inmadura e ignorante que cabe imaginar, porque no tienen ni idea de lo que hablan, estos insensatos hablan de “reindustralizar”, “priorizar el gasto social”, “renta básica”, suprimir cualquier compromiso de reducción de déficit, eliminar el artículo 135 o sea el compromiso de pacto de estabilidad… deberían aprender de Rajoy, comprometerse a todo y hacer lo contrario.
Así las cosas, justo el viernes el Gobierno publicó el cuadro macroeconómico del nuevo Plan de Estabilidad 2015-2019. Es la mayor colección de disparates y mentiras imaginable, y nada mejor para comprobarlo que coger el primer Plan de Estabilidad elaborado por el Gobierno de Rajoy en el año 2012, bendecido por el BdE y la mayoría de analistas. Servidor, como es un catastrofista, lo calificaría entonces de ciencia-ficción en estas mismas páginas. Ya tendremos ocasión de analizarlo en detalle, pero esto es lo que decían respecto a 2015: déficit de las AAPP -1,1%, deuda PDE 80,8%; y hoy la cifra oficial, porque la real es peor, déficit -5,1%, deuda 99,2%. ¿Alguien en su sano juicio puede conceder la más mínima credibilidad a este Gobierno de tramposos? Entramos en tiempo electoral, a la oposición se lo han puesto como a Fernando VII: si no se comen con patatas a estos falsarios, es que son aún más ineptos de lo que parece.
NOTA: el problema real es mucho mayor. La riqueza nacional o el PIB pm de España que ha venidosobrevalorándose por la contabilidad nacional desde 2008 es hoy un 20% inferior al oficial, según muestran todos los indicadores de actividad, de fiscalidad y de empleo. Algo que un grupo de economistas pensamos denunciar ante las instituciones comunitarias a finales de mayo próximo y exigir una auditoría de nuestra contabilidad nacional. Esto significa que los pasivos totales representan en realidad el 176% del PIB, la cifra mas alta de la UE.
Camino al abismo: el déficit (II)
“No se puede gastar mas de lo que se ingresa” fue uno de los grandes eslóganes con los que Rajoyengañó a sus votantes durante la campaña de 2011. Una afirmación que siendo cierta para una familia no lo es para un Gobierno emisor de moneda -aunque reduciría el valor de la misma-, pero al no tener España soberanía monetaria, solo puede gastar más de lo que ingresa dentro de unas reglas queZapatero ignoró, gastándose 448.000 millones de euros más de lo que había ingresado desde 2007. Algo que, en contra de lo que prometen los demagogos de Podemos-IU a los ignorantes y los ilusos -“vamos a gastar sin límite, exigiremos que nos den el dinero necesario, y además no lo vamos a devolver”-, solo lleva al desastre, por lo que había que empezar a recortar despilfarro masivamente. Ese era el mensaje.
Sin embargo, Rajoy, que ha mentido en todo y a todos, hizo justo lo contrario: gastaría más que Zapatero y en lugar de reducir la deuda la incrementó en 550.000 millones. Y es que, desde el aciago día en que tomó el poder, hizo
justo lo contario de lo que había prometido. Ni un solo año cumpliría los
objetivos de déficit. Pero lo peor es que los españoles no hemos vivido mejor acumulando deuda y enviando la factura al futuro para que la paguen nuestros hijos. La mayoría ha perdido renta, la clase media ha perdido
tres millones de personas, 2,5 millones de parados están tirados en la cuneta sin ayuda ni prestación alguna, uno de cada tres niños vive por debajo del umbral de la pobreza y los trabajos creados son en su mayor parte trabajos basura y/o temporales propios de un país tercermundista.
Y no ha cumplido a pesar de que su primera medida fue aumentar la fiscalidad sobre las familias al mayor nivel de nuestra historia. “No había otro remedio”, diría este farsante, es decir, no se podía eliminar el despilfarro de los 36.000 millones anuales en duplicidades entre AAPP, ni cerrar las más de 3.000 empresas públicas inútiles, ni reducir las decenas de miles de ‘asesores’, ni los cientos de miles de enchufados públicos, absolutamente de nada. Meses después, cuando rechazó el rescate porque según este mentiroso compulsivo ello supondría reducir pensiones, prestaciones a los parados, sanidad etc., al ser preguntado por qué no se reducía el despilfarro autonómico, Rajoy sería rotundo: “Eso ni se toca”.
El escritor, periodista y académico Arturo Pérez Reverte, maestro de precisión con la palabra, lo ha definido magistralmente: “No ha querido tocar un pelo de este monstruoso e inviable derroche autonómico. Tiene miedo de que se le rebelen los sicarios. Así que Rajoy lo exprimirá todo y a todosantes que tocarles el negocio a los compadres y desmantelar este disparate burocrático. Ni cinco millones de parados han convencido aún a estas ratas de alcantarilla estatal de reformar la Administración que asfixia a España trincando lo que el Estado nos expolia. Aún no hemos visto dimitir a ningún ministro, y eso significa que están de acuerdo con la infamia que su jefe impone. La desvergüenza, la cobardía moral y el cinismo político se lo reparten entre todos, sin inocentes”. Y concluye: “Zapatero era un imbécil pero Rajoy es un sinvergüenza”.
Déficits cíclico, estructural y primario
Los déficits fiscales o diferencia entre ingresos y gastos públicos impulsan el crecimiento a corto plazo, como en 2015, pero destruyen el
futuro de la economía porque absorben la vitalidad del país a través del efecto expulsión. “Cuando las AAPP gastan 100 euros, la inversión privada y otros gastos sensibles a los tipos de interés disminuyen en 100 euros, con lo que el ‘stock’ de capital privado del país es desplazado por la deuda pública”, el déficit y la deuda son “gravemente perjudiciales para el crecimiento económico a largo plazo” (1) y “en la medida que pidamos préstamos para consumir, nuestros hijos tendrán que reducir su nivel de vida para pagar sus intereses y devolverlos”, es decir, no solo es que la burbuja de deuda arruinará el futuro de nuestros hijos, es que además
la destrucción del tejido productivo nos lleva a una economía de camareros.
Los déficits fiscales se dividen en estructurales y cíclicos. Los primeros derivan de las políticas de ingresos y gastos discrecionales por parte de las AAPP, mientras que los segundos dependen de la situación en el ciclo económico, es decir, de si la economía crece o decrece. Existe otra tercera definición, los denominados déficits primarios, que son los obtenidos descontando la parte correspondiente a los pagos de intereses por deuda. En 2015, tendríamos que haber restado del déficit total estimado en 55.000 millones los 35.000 millones que pagamos de intereses de la deuda, con lo que el déficit primario habría sido de
20.000 millones o el 1,86% si hacemos como que nos creemos el PIB oficial.
Pues bien, en los tres déficits, y esto es lo que nos arrastra camino del abismo, España se encuentra a la cabeza de Europa y del mundo desarrollado, en dos, y en el segundo puesto en uno, algo sencillamente insostenible En el déficit total, únicamente Grecia está por encima, pero ocupamos el lugar 141º del mundo, es decir, solo 39 países tuvieron un mayor déficit. Sin embargo, en déficit estructural tenemos el mayor de la UE y de la OCDE, consecuencia del modelo de Estado más disparatado del mundo civilizado. La cifra es del 2,5%, lo que multiplica por cinco el límite de déficit estructural fijado por Bruselas, y subirá al 2,7 este año. Finalmente, respecto al déficit primario, España es el único país de la UE que lo tiene, todos los demás, incluido Grecia, tienen superávits primarios.
Grecia, el ‘más torpe’ de la clase, tiene superávit primario desde 2011, y es que desde 2007 a 2014 Grecia ha reducido su gasto corriente en un 19%, España lo ha incrementado en un 10%. ¿Cómo es posible que en Grecia, donde el PIB ha caído casi un 25%, los ingresos fiscales han subido un 2,5%, y en España, cuyo PIB es ya el mismo de 2007, los ingresos fiscales han caído un 3,7% después de la mayor subida impositiva de la historia? ¿Cómo es que Bruselas se traga las cifras de una Contabilidad Nacional que no coinciden con nada? La respuesta es sencilla: desde que Rajoy se comprometió con la señora Merkel a devolver a las cajas alemanas, francesas y holandesas hasta el último euro, España ha venido gozando sistemáticamente de bula y Bruselas mira para otro lado.
La pasividad de Bruselas ante incumplimientos de Rajoy que clamaban al cielo resulta inaudita. Claro que si consideramos que la mitad era para pagar a sus cajas, el tema se entiende mejor. Fíjense: en 2011, el déficit que Zapatero había afirmado que sería del 6% terminaría en un 9,6, algo que se sabía desde julio, y que Montoro y Rajoy sabían de sobra, pero Rajoy mentiría como un bellaco y lo utilizaría como excusa para subirnos los impuestos. Después anunciaría que el objetivo de déficit 2012 marcado por Bruselas en el 4,4% era inalcanzable, pero se comprometió a cumplirlo si se lo ampliaban al 5,8%, lo que Bruselas aceptó. Al final, ni el 5,8 ni el 9,6, sino el 10,6%, incluidas, ¡cómo no!, las ayudas a la banca: el país europeo con mayor déficit, que es exactamente lo que va a suceder este año.
En 2013, más de lo mismo. Objetivo de déficit: 4%, Rajoy dice que vale y luego que no, que necesita el 6,5. Bruselas se lo concede a cambio de una serie de recortes que Rajoy incumple. Al final es el 7,1% y en Bruselas de nuevo miran para otro lado y siguen con la barra libre del BCE abierta. Además, el BCE decide blindar nuestra
prima de riesgo, que así baja a mínimos. ¡Qué maravillosa la política económica de Rajoy que había conseguido tamaño milagro! Entretanto, como la droga del BCE seguía llegando a carretadas, Rajoy
la repartía a los drogadictos de las CCAA con total profusión, sin condiciones, sin intereses y sin control. Eso es saber gobernar una nación y lo demás ignorancia y amateurismo.
En 2014, el objetivo había sido ampliado al 5,7%, al 4,2% en 2015 y al 2,8% en 2016. A cambio se habían pedido más recortes y sobre todo la regulación del factor de sostenibilidad en el sistema de pensiones. De recortes de gasto nada, y del factor de sostenibilidad de las pensiones nada, porque entrábamos en tiempo electoral. En todo caso, 2014 sería el único de la legislatura en que Rajoy cumpliría el objetivo de déficit, eso sí, fuertemente ampliado por la generosa Bruselas. Pero de nuevo en 2015, ni eso. Frente al objetivo ampliado del 4,2%, se cerró con una estimación del 5,18% a resultas de que conozcamos el cierre de la Seguridad Social. Y Bruselas, no solo mirando para otro lado, ayudando a la expansión fiscal electoralista.
Bruselas impulsa la expansión fiscal hasta el 26-J
Según la cifra de ejecución del presupuesto del Estado en términos de Contabilidad Nacional, el déficit del 1T 2016 asciende a 8.760 millones de euros, solo un 0,8% por debajo del déficit en el mismo periodo del año anterior. Por otro lado, el BdE en su ‘Informe de estabilidad financiera’ publicado el pasado miércoles avisa de que los riesgos a la baja del crecimiento económico para este año y el próximo que había situado en el 2,7% y el 2,3, “se han intensificado de manera apreciable durante los últimos meses”. Las razones que aduce el BdE incluyen la
incertidumbre política y las más que seguras medidas presupuestarias para reducir el déficit, empezando por una brutal subida de impuestos, que “podían alterar el perfil de crecimiento”.
Pero eso será después del 26-J, porque hasta entonces Bruselas está impulsando la expansión fiscal hasta esa fecha para favorecer a Rajoy. El martes pasado, en el programa ‘Economía directo’ del colectivo Burbuja,
Juan Laborda,
Juan Carlos Bermejo (x2) y un servidor, con los datos en la mano, cuantificamos la misma: España está recibiendo un increíble trato de favor en las inyecciones del BCE (83.000 millones en 2015 que compara con un crecimiento del PIB de solo 32.000, lo que significa que por cada 2,6 euros del BCE, hemos crecido solo uno); y Bruselas mira para otro lado ante los flagrantes incrementos del gasto de Rajoy, devolución de la paga extra, subida de salarios públicos y más que doblar el margen de
déficit a las CCAA. Todo para
evitar un Gobierno populista radical que sería la ruina de España y crearía un problema mayor a la eurozona.
Pero pasado el 26-J, Bruselas no tendrá más remedio que sancionarnos por los incumplimientos reiterados del déficit -seremos el primer país de la eurozona en ser sancionado, y aunque la multa sea simbólica, el daño a nuestra credibilidad será muy serio- y por supuesto imponer recortes drásticos de gasto. La cifra de recorte que ha señalado el Gobierno de 4.000 millones resulta irrisoria. Tendrá que ser del orden de 23.000 millones de los que 7.000 pueden venir de crecimiento siendo optimistas, si es que quiere reducirse el déficit al 3,6%, porque a día de hoy la cifra de déficit 2016 más probable es del orden del 5,8% -2,8% el Estado, 1%, CCAA donde cinco cerrarán con el 1,7%, y del 2% la Seguridad Social, cuya velocidad de deterioro resulta asombrosa-. La Autoridad Fiscal Independiente (AIReF) acusa al Gobierno de “falta de realismo continuado en los presupuestos”.
El problema con todo no será solo Bruselas, que también, sino los mercados, que pueden empezar a darse cuenta de la realidad: que por muy blindada que el BCE tenga nuestra prima de riesgo, esto no se sostiene. No se pueden mantener sistemáticamente los peores déficits del mundo desarrollado en todas sus clases, y que para arreglarlo las propuestas de todos los partidos sean más déficit y más deuda sin que los mercados reaccionen, y que en el caso de Podemos es tan disparatada que nos sacaría directamente de Europa aunque eso puede ser lo que quieren aunque afirmen lo contrario. Hay que estar locos para proponer tamaños dislates, pero más locos hay que estar aún para votarles.
(1) Paul Samuelson, ‘Economía’. El texto de enseñanza de economía más conocido y extendido en el mundo. Está traducido a más de 80 idiomas.
NOTA: el BBVA ha encontrado la solución de nuestros problemas: reducir la prestación de desempleo y reformar del mercado laboral. ¿Y qué tal acabar antes con las duplicidades entre AAPP, cerrar los miles de empresas públicas inútiles, reducir a la mitad los municipios o eliminar a los 20.000 asesores que no asesoran y que cobran de media 80.000 euros? Ponen su servicio de estudios a disposición del Gobierno para ahorrar 1.000 millones y no dedican ni una línea para acabar con el despilfarro de 50.000. El mercado laboral es ineficiente, cierto, pero comparado con el Gobierno de España, y no digamos de las CCAA y ayuntamientos, es el no va más de la eficacia. Así no se arregla España, señores del BBVA, solo se empobrece en las cifras aterradoras que ustedes mismos acaban de publicar.
Camino al abismo: las pensiones (y III)
Dentro del océano de mentiras y ocultaciones con que el régimen político y mediático mantiene anestesiado al ingenuo e iletrado pueblo español, hay una que causa particular asombro por su gravedad: la indiferencia ante
la quiebra del sistema de pensiones. Los jubilados actuales, 8,5 millones, podrían sufrir recortes de hasta el 20% en cuanto se agote la ‘hucha’ de las pensiones, lo que ocurrirá a finales del año que viene, mientras que los jubilados futuros, unos 250.000 anuales, verán recortadas sus pensiones en un 40% a partir de 2019, de acuerdo con los nuevos sistemas de cálculo ya aprobados por ley. Se trata de
un hecho directamente criminal, el mayor robo a la clase media y trabajadora de la historia de España y de Europa, cuyas cuotas a la Seguridad Social fueron utilizadas desde 1984 para financiar gasto corriente del Estado y CCAA.
Y este hecho crucial que representará la miseria para millones no parece preocupar a nadie -solo un 2,7% de españoles dice preocuparle, según el CIS-. La propuesta del
PSOE, gran culpable del expolio, de crear un impuesto para las pensiones,
subir patrimonio e impuestos medioambientales, resulta escandalosa. Aplastar más aún con impuestos a los españoles y en particular a los 5,5 millones de contribuyentes con rentas superiores a 24.000 euros -que tendrían que pagar una media de 4.000 euros año adicionales para cubrir la totalidad del agujero-, mientras se niegan a reducir el despilfarro político cuando solo las duplicidades entre AAPP nos cuestan
36.000 millones de euros. Pero antes de entrar en el análisis del tema, debo resaltar mi asombro ante la capacidad del régimen político y mediático de mantener dormida a la opinión pública.
Un caso que ilustra bien la connivencia entre poder político y poder mediático es el de Carlos Herrera, un gran profesional a quien escuchan millones y para quien “Rajoy es el político más injustamente infravalorado, y también podría decir lo mismo de Zapatero”. Es decir, que estas dos auténticas plagas bíblicas que han endeudado a España en más de un billón de euros arruinando el futuro de las próximas generaciones, que han llevado el paro a más de cinco millones, que han elevado los impuestos al mayor nivel de nuestra historia, que han empobrecido al 91% de los españoles reduciendo la renta disponible de las familias en un 20%, la caída más alta de Europa, que han llevado la desigualdad al mayor nivel de la OCDE y reducido la clase media en 3,5 millones de personas, están infravalorados.
Y es que hasta la Conferencia Episcopal, la Iglesia, pone sus medios, COPE y 13TV, al servicio de la ocultación y de la mentira. El último gran engaño a los españoles han sido las declaraciones de Rajoy al ‘Financial Times’, según las cuales, “la recaudación de impuestos está yendo tan bien que vamos a bajar impuestos”, algo que nadie parece haber contrastado, porque la evolución de los ingresos tributarios homogéneos el 1T16, según la Agencia Tributaria, muestra justo lo contrario, un desplome brutal de los ingresos, el -0,1%, que compara con un +4,4% del 1T15. ¿Pero cómo un jefe de Gobierno europeo puede ser tan increíblemente mentiroso? Y, sin embargo, lo que aparece en todos los medios es que Rajoy piensa bajar impuestos, nadie dice que ha mentido como un bellaco.
Un caso de emergencia nacional
La Autoridad Fiscal Independiente (AIReF) prevé que el déficit de la Seguridad Social en 2016 será del orden del 2% del
PIB,
un agujero de más de 20.000 millones de euros. Según las cifras del Sistema de Información Contable de la Seguridad Social, sus cuentas presentaron un déficit de 16.707 millones de euros al cierre provisional de 2015, frente a la cifra falsa que el Gobierno envió a Bruselas de 13.570 millones. Pero si la despreocupación de los pensionistas ante lo que se les viene encima resulta inaudita, lo que no tiene pase es la nula reacción de Bruselas ante la falsedad de las cifras de déficit público del Gobierno, dado que este es como mínimo del 5,4% frente al 5,1% oficial.
Y este año es peor aún, la estimación de déficit es del 5,8% (2,8%, Estado; 2%, Seguridad Social, y 1%, CCAA). ¿De dónde saca Bruselas que tenemos que recortar solo 8.000 millones en dos años? La diferencia con el nuevo déficit del 3,7% son 22.000 millones y solo en un año. Todos hablan como gansos de los mayores ingresos fiscales por el crecimiento; no sabemos cuánto estamos creciendo, pero lo que sí sabemos es que hasta marzo los ingresos han crecido cero, entre otras razones por el empobrecimiento de la mayoría. Según los datos fiscales de 2015, cuatro millones de contribuyentes viven con menos de 17 euros diarios, 3,9 millones disponen de entre 17 y 34 euros, 3,8 millones, de entre 34 y 50 euros, y 5,5 millones, 66 euros o más, a quienes el PSOE quiere cargar el agujero de las pensiones.
Por esta razón, la sostenibilidad de las pensiones es una auténtica emergencia nacional, y no solo para los pensionistas. Para una mayoría de ellos, la pensión constituye la única fuente de ingresos, porque con un 46% de paro juvenil, la pensión es el único ingreso tanto para los jubilados como para sus hijos y parientes cercanos, y trasladar el problema a los contribuyentes no soluciona nada. La solución solo puede venir por el recorte drástico del despilfarro público, que asciende a casi 100.000 millones anuales entre duplicidades entre AAPP, miles de empresas inútiles, cientos de miles de enchufados públicos -los salarios públicos suponen el 24,8% del gasto público, frente al 22,9% de la media de la OCDE- o el desmadre en educación y sanidad, cuyos costos han subido exponencialmente y su calidad empeorado desde que Aznar las transfirió a las CCAA.
De todas maneras, lo que ahora está ocurriendo es un ‘déjà vu’. Ocurrió exactamente lo mismo en 2007 con la burbuja inmobiliaria. Dio igual que los inspectores del BdE alertaran en 2006 en un informe de que la irresponsabilidad de bancos y cajas nos iba a llevar al desastre; dio igual que todas la cifras demostraran que había una burbuja insostenible, o que algunos nos desgañitáramos explicando lo que iba a pasar. Los españoles cerraron ojos y oídos y prefirieron creer al contubernio de Gobierno, bancos y constructoras, según el cual no había ninguna burbuja y solo se iba a producir en “aterrizaje suave”. Solbes afirmaría, coreado por todos los medios, “cuanto más se endeuden para comprar pisos, más ricos serán, porque las viviendas nunca pueden bajar de precio”. En un Estado de derecho,hubiera ido directamente a la cárcel. Aquí, anda suelto y forrado.
Y el Gobierno actual está en la misma onda. ¿Se pueden creer que Rajoy ‘apuesta’ por mejorar pensiones y servicios públicos, bajando impuestos y manteniendo el cumplimiento de los objetivos de déficit? O sea, por el milagro de los panes y los peces,
cuando jamás ha cumplido los objetivos de déficit, ha subido los impuestos al mayor nivel de nuestra historia, ha deteriorado los servicios públicos y la pensión media ha bajado un 3,6%. Rajoy nos toma por imbéciles. Dice que esto se arregla creando dos millones de empleos. En 2014 se crearon 417.000 y el déficit de la Seguridad Social subió hasta 11.000 millones, en 2015 se crearon 525.000 empleos y el déficit creció hasta los 17.000. Y en 2016, en que el incremento de los gastos hasta marzo multiplica por cuatro a los ingresos, no es de extrañar que Oxford Economics, una de las entidades mundiales más prestigiosas de previsión, afirme que “el sistema español de pensiones ha entrado en rumbo de colisión”.
La mayor estafa al pueblo español
Existen dos tipos de pensiones, las contributivas, que representan el grueso de las mismas con 113.000 millones (y de las que existen cinco clases -invalidez, jubilación, viudedad, orfandad y en favor familias-), y las no contributivas, constituidas por aquellas percibidas por personas que, encontrándose en situación de extrema necesidad, no hayan cotizado el tiempo suficiente o nunca, y que representan 11.500 millones. En total, 124.500 millones o el 11,6% del PIB oficial. El Fondo de Reserva de la Seguridad Social creado en el año 2000 no dejaría de crecer hasta 2011, año en el que totalizaba 66.815 millones de euros, desde entonces no ha dejado de caer, hasta los 34.221 millones actuales.
Para empezar, las pensiones no contributivas tienen que financiarse con cargo a impuestos, pero el núcleo del problema es que los excedentes de las cuotas de la Seguridad Social, en lugar de mantenerse en una caja separada para financiar las pensiones de quienes las habían aportado a su jubilación, se han utilizado para financiar el gasto corriente del Estado. Entre 1984 y 1996, el PSOE utilizaría decenas de miles de millones de euros equivalentes para financiar el gasto corriente y el despilfarro autonómico, e inversiones como el AVE a Sevilla o el desmantelamiento industrial. En el año 2000, se crea la caja de las pensiones para conservar esos excedentes, pero ni siquiera eso evitaría el saqueo de las cuotas. En 2010, Zapatero rompería la caja para traspasar al País Vasco las políticas activas de empleo, y utilizaría hasta 15.000 millones de euros de las cotizaciones sociales para “maquillar otras políticas”, en acusación de Fátima Báñez.
Por supuesto, están los problemas de base, demográficos, paro y de los nuevos empleos basura, que hacen que los gastos superen de largo a los ingresos creando un déficit creciente, y que llevarían a la quiebra antes o después. Pero esa no es la situación hoy, el problema es el saqueo a que se han visto sometidas las cuotas de la Seguridad Social desde 1984. Imaginen las decenas de miles de millones de euros equivalentes colocados a interés compuesto en bonos del Tesoro, más todo lo que se ha sacado después.
Ese dinero sería suficiente para mantener las pensiones 10/15 años más, y tiene que ser devuelto a los pensionistas actuales, a quienes se les robó de sus cuotas, algo difícil porque en España no existe una ley de responsabilidad política por gestionar mal el dinero público como en otros países, y no hablamos de los países serios, de los que estamos a años luz, hablamos de Argentina y Brasil, donde Kirchner y Rousseff van a ser procesadas por ello. Aquí, la clase política
goza de una impunidad absoluta.
En todo caso, lo que no pueden hacer partidos que han robado, mentido y cometido mil tropelías es tratar de solucionar un problema generado por su incompetencia, aplastando más aún a impuestos a la clase media y trabajadora, cuya presión fiscal por familia es ya la cuarta de la OCDE y con los nuevos impuestos pasaría a ser la primera. La única manera es recortar el despilfarro político. He explicado que el modelo autonómico supone un despilfarro de unos 100.000 millones de euros respecto a un Estado descentralizado, pero cojamos solo una parte: las duplicidades entre AAPP, 36.000 millones de euros anuales. Solo eso serviría para mantener el sistema de pensiones 10 años más. ¿O acaso es preferible llevar a la miseria a millones antes de tocarles el negocio a los compadres? Por supuesto que sí, y es que para estas “ratas de alcantarilla”, en feliz denominación de Arturo Pérez Reverte, como diría en su día Rajoy, “eso ni se toca”.
En todo caso, la situación es ya totalmente insostenible, ¡y todos los partidos proponen incrementar aún más el número de nóminas públicas! -hay 14,7 millones públicas frente a 14,3 millones privadas-. Estamos en manos de la clase política más ignorante, apátrida y sectaria de Occidente, que carece de proyecto político o económico alguno. Sus propuestas son a cual más delirante: más gasto y más impuestos (PSOE y Podemos/IU); seguir ocultando el problema como desde 2012 a la espera de un milagro (PP), y “contrato único, mejorar el sistema educativo, impulsar en el Pacto de Toledo un modelo de financiación” (C´s), con un par. ¿Y no sería mejor escribir una carta a los Reyes Magos? Como afirma la Ley de Murphy: “Toda situación por mala que sea es susceptible de empeorar”. Este es el desenlace seguro del 26-J, hasta que el BCE y/o los mercados aguanten.