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Los primeros 30 días de Syriza: medidas económicas y reacciones

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Suele haber una tradición consistente en no juzgar a un nuevo gestor o a un nuevo gobierno hasta que no pasen 100 días. Nosotros no vamos a juzgar a nadie, pero tampoco vamos a respetar los 100 día para hacer un resumen de la gestión del nuevo Ejecutivo heleno en esta época acelerada que vivimos. La actualidad manda, así que, tras dar un repaso a fondo de lo que nos ha llevado hasta aquí, vamos con un repaso de las medidas y reacciones en los primeros 30 días de gobierno de Syriza.

Estas acciones y reacciones vamos a dividirlas en dos grandes bloques. Por un lado, las adoptadas o anunciadas según tomaron el Gobierno, y por otro las derivadas de la reciente negociación con sus socios europeos y la Troika, o como se conoce ahora, las instituciones.

Primeras propuestas y reacciones

Para lo que estamos acostumbrados en España, la toma de posesión del Ejecutivo de Syria fue muy rápida. Y del mismo modo se empezaron a difundir las primeras medidas que se iban a adoptar, todas ellas en consonancia con el programa electoral que les había llevado al éxito:

• Subida del salario mínimo de 586 a 751 euros.
• La recuperación del papel de la negociación colectiva con los sindicatos en las condiciones laborales.
• Electricidad gratuita para 300.000 familias.
• Reapertura de la Televisión Pública.
• Fin de la reducción del aparato funcionarial, con la reincorporación de 2.100 funcionarios.
• Auditoría sobre privatizaciones ya realizadas y paralización de las previstas,como la del puerto de Tesalónica.
• Mejora del marco legal para los endeudados.

Las reacciones a estos anuncios o filtraciones, como era fácil de imaginar, fueron variadas, pero también previsibles:

• Se disparó el apoyo popular a Syriza, lo que apuntalaba a los de Tsipras a la hora de sentarse a negociar con sus socios europeos.
• Ahora bien, en paralelo, los bancos griegos sufrieron un brutal drenaje de depósitos. En el acumulado desde noviembre se retiran cerca de 20.000 millones, lo que se convertía en una espada de Damocles sobre la posición negociadora de Varoufakis, ante la negativa del BCE a admitir deuda pública griega como colateral para las peticiones de las entidades financieras del país.
• La Bolsa griega se hunde y la prima de riesgo se dispara.
• Se generó un cierto malestar en un buen número de Gobiernos europeos, tanto entre aquellos con las finanzas más saneadas que le recriminaban a Tsipras hacer promesas con dinero ajeno, como entre aquellos en posiciones financieras más delicadas y que hacían grandes sacrificios para mantenerse dentro de la ortodoxia.

Con este panorama el nuevo equipo de Syriza llega a la negociación de la prórroga del rescate con el Eurogrupo, a la prórroga del famoso rescate o asistencia financiera europea a las finanzas públicas griegas.

El proceso de negociación: vuelta a la realidad

El resultado del proceso de negociación se puede calificar como decepcionante para aquellos que apoyaban las tesis de Syriza. Resumiendo, frente a la negativa inicial de Syriza a aceptar una prórroga del rescate en términos equiparables a lo ocurrido hasta ahora, lo cierto es que finalmente lo acaba aceptando (más allá de cuestiones terminológicas más o menos curiosas, como la insistencia en referirse a las Instituciones en vez de a la Troika, etc).

Así, entre las medidas que componen las reformas comprometidas a cambio de la prórroga tenemos, por ejemplo, las siguientes:

• La subida del salario mínimo se sujeta a la competitividad y al acuerdo con los interlocutores sociales y las instituciones internacionales, sin concretar ni cuándo ni cuánto.
• No se habla de subida fiscal, pero si de reorganización del IVA para introducir un sistema más racional y con menos exenciones.
• Se blindan las privatizaciones realizadas y en marcha.
• Se comprometen a reducir el proteccionismo e intervencionismo en la economía, conforme a los estándares de la OCDE.
• La mención a establecer un vínculo más estrecho entre las cotizaciones y las prestaciones de jubilación es muy indicativa de lo que puede pasar con las pensiones(las prejubilaciones griegas antes de la crisis han sido objeto de fuertes críticas).
• Se mantendrá un férreo control del gasto público, lo que cuestiona las políticas propuestas por Varoufakis.
• El único punto que logra Tsipras es el reconocimiento de la crisis humanitaria en su país, pero en paralelo se compromete a que la lucha contra la misma no será a costa de los equilibrios fiscales.

Poco tienen que ver estas medidas con las que hemos visto en un primer lugar. ¿Qué ha ocurrido ante este giro radical en paralelo con la prórroga del rescate?

• Aunque parece que el apoyo popular a Syriza se mantiene empieza a manifestarse un disenso entre algunos de los miembros de la coalición gobernante.
• La Bolsa se recupera, se reduce la prima de riesgo, y todo ello mejora la posición relativa del sector financiero griego.
• Aunque pueda haber cierta satisfacción en el Eurogrupo, hay cierta desconfianza ante la seriedad de los compromisos griegos y de la viabilidad a corto de sus finanzas, intuyendo una estrategia que busque únicamente ganar tiempo.

Nos vemos dentro de 70 días más para entonces cumplir con los cánones evaluadores.

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