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lunes, 24 de octubre de 2016

China avanza en su estrategia de desdolarización







El orden monetario internacional está cambiando. Lenta pero constantemente, el comercio global y los mercados monetarios están haciéndose menos dólar-céntricos. Divisas antes marginales como el yuan chino ahora se levantan para convertirse en serias competidoras por el dominio del dólar de EEUU.
¿Podría también el oro empezar a aparecer como una divisa importante en el comercio mundial? Con el tiempo, indudablemente podría. Pero las implicaciones más inmediatas para el papel monetario del oro se centran en su creciente acumulación por bancos centrales como el de China.
El 1 de octubre el yuan chino ha entrado en la cesta de los derechos especiales de giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional, que se basa en las divisas de máximo nivel. Ahora comparte el estatus DEG con el dólar de EEUU, el euro, la libra británica y el yen japonés.
Antes de que el yuan se convirtiera oficialmente en una divida DEG, el Banco Mundial pretendió vender 2.800 millones de dólares en bonos DEG en los mercados chinos. La emisión de los bonos DEG en China empezó el 31 de agosto. Según Reuters, la promoción de China de los bonos DEG “es parte un impulso más amplio de China para (…) estimular la demanda del yuan chino y disminuir el apoyo sobre el dólar en reservas globales”.
El rey dólar no será destronado de la noche a la mañana. Pero el lgar preeminente del que disfruta el dólar de EEUU como divisa de reserva mundial disminuirá sin duda a lo largo del tiempo.

La inclusión del yuan en la cesta de divisas DEG: Solo una parte de estrategia de desdolarización de China

China y Rusia tienen intereses geoestratégicos mutuos a la hora de promover la desdolarización. Para ese fin, las dos potencias están llevando a cabo tratados comerciales bilaterales que eluden el dólar. El comercio bilateral anual entre China y Rusia ha aumentado de 16.000 millones de dólares en 2003 para casi 100.000 millones de dólares hoy. Cuando China acogió la cumbre del G20 de setiembre, hizo al presidente ruso Vladimir Putin su principal invitado de honor.
Los funcionarios de EEUU no están demasiado contentos. Temen que Putin trate de expandir su alcance global forjando lazos más fuertes con China.
Según el South China Post, “Algunos analistas occidentales han visto la rápida mejora reciente de esa colaboración como el inicio de una sociedad creada para desestabilizar el orden mundial liderado por EEUU y disminuir la capacidad de Wshington de influir en resultados estratégicos”.
Algunos en la campaña de Hillary Clinton incluso temen que Rusia interfiera en las próximas elecciones de EEUU para tratar de bloquear el camino a la Casa Blanca de Hillary. Los hackers rusos han estado implicados en varias filtraciones recientes que dañaron la reputación de los bancos de EEUU y la administración Obama. El fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha amenazado con más publicaciones. Los aliados de Hillary especulan abiertamente con que estas filtraciones de Wikileaks tengan su origen en Rusia.
Pero los rusos y los chinos no cuentan con la ciberguerra para destronar al rey dólar. Además de acuerdos comerciales bilaterales y jugadas estratégicas para el dominio económico regional, las dos potencias están aumentando su oro. En los últimos años, Rusia y China han estado aumentando masivamente sus pertenencias de oro.

Los bancos centrales del mundo se convierten en compradores netos de oro

Desde 2009, China ha reportado oficialmente que sus existencias de oro han aumentado en un 60%. Las mayores exisencias de oro del Banco Popular de China ayudaron a la entrada de China en la elitista cesta de divisas DEG del FMI.
Es parte de una mayor tendencia de los bancos centrales mundiales a convertirse en compradores netos de oro. Fueron vendedores netos durante buena parte de la década de 1990 y principios de la de 2000. Eso ayudó a contener los precios del oro. Pero desde 2010 los bancos centrales han sido compradores netos de oro, hasta unas 500 toneladas anuales.
Solo Rusia añadió 172 toneladas de oro en 2014 y 208 toneladas en 2015. Transformando parte de sus títulos del Tesoro de EEUU en barras de oro, el banco central ruso se ha convertido en séptimo máximo poseedor de oro del mundo. Aún así, el oro supone solo un 16,2% de las reservas monetarias de Rusia, lo que es una proporción menor que la que tienen sus vecinos de la Eurozona.
Probablemente Rusia no haya acabado de acumular. Como la tercera mayor productora de oro del mundo, Rusia puede suministrarse más a sí misma.
Cabe esperar un escenario similar para China, tal vez incluso más drástico. La acumulación “oficial” de oro de China de 1.823 toneladas en agosto de 2016 resulta ser la sexta mayor reserva de oro del mundo. Pero en relación con el tamaño de la economía china y su oferta monetaria, su oro no resulta mucho: solo un 2,3% de sus reservas monetarias totales.
No es oficial, pero China probablemente tenga reservas adicionales de oro que no reporta. Pero incluso si las existencias de oro reales de China fuerna el doble o el triple de las que reporta realmente, como sugieren algunos analistas, sigue dejando al país de 1.300 millones de personas con mucho menos respaldo de oro que Rusia, Estados Unidos, Europa y algunos de sus rivales asiáticos. China va a acumular mucho más oro en los próximos años.
Los líderes chinos buscan ser regionalmente dominantes. Para conseguir ese puesto están actuando para poseer y controlar mayores porciones del mercado del oro. El recién inaugurado mercado del oro de Shanghai da a China un mecanismo directo para controlar el mercado de oro físico en Asia.
Es una manera para China de quitar al menos algún control a gobiernos y bancos occidentales que han dominado tradicionalmente el comercio el oro desde Londres y Nueva York.

El artículo original se encuentra aquí.

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