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domingo, 22 de febrero de 2015

Tasa de rentabilidad requerida: ¿qué es?

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El valor de cualquier inversión depende básicamente de 2 factores: el beneficio neto esperado y la tasa de rentabilidad requerida. Cuando nos enfrentamos ante la decisión de realizar una inversión o no, casi siempre nos fijamos en el beneficio que nos va a producir dicha inversión (o que esperamos que produzca, en caso de que no sea un beneficio seguro), sin embargo olvidamos el concepto de tasa de rentabilidad.
Para los no expertos los términos “beneficio neto esperado” y “tasa de rentabilidad requerida” pueden sonar fuera de nuestro alcance, pero realmente no son conceptos complejos. La expresión “beneficio neto esperado“ simplemente es el beneficio neto (es decir, descontando todos los gastos) que esperamos obtener (en el caso de que nuestra inversión no sea 100% segura).

Mucho menos claro para la mayoría de pequeños inversores es a lo que nos referimos portasa de rentabilidad requerida. La tasa de rentabilidad requerida es la estimación del coste de oportunidad que tiene el inversor respecto al capital comprometido en la inversión. Dicho coste de oportunidad es una apreciación personal y subjetiva y por tanto varía según quien la haga en caso de que la inversión conlleve cierto riesgo.
La tasa de rentabilidad requerida incluye dos componentes:
  • El coste o la rentabilidad del dinero sin riesgo.
  • La prima de riesgo.
  • A la hora de hacer cálculos financieros, tomamos siempre como referencia la rentabilidad que ofrecen las obligaciones del estado a 10 años (a veces a 30 años). Estas inversiones en renta fija, son lo más parecido a lo que nos podemos acercar con riesgo nulo. Invertir por tanto en obligaciones del Estado, se considera a la hora de hacer cálculos de rentabilidad como la inversión por excelencia sin riesgo.
    Si bien la compra de emisiones de deuda del Estado carecen de riesgo, bien es verdad que su rentabilidad suele ser muy baja. Sin embargo conocer esta tasa de rentabilidad nos resulta muy útil para valorar otro tipo de inversiones. ¿Qué sentido tiene invertir en algo que ofrece menos rentabilidad que la deuda pública, si sabemos que si compramos deuda pública no corremos absolutamente ningún riesgo?
    Este es por tanto el primer factor que tenemos en cuenta a la hora de calcular nuestra tasa de rentabilidad requerida. Lógicamente de cualquier inversión tenemos que requerir siempre una rentabilidad superior a la que ofrece la deuda pública. El siguiente factor es la prima de riesgo que le asignamos a nuestra inversión.
    Teniendo en cuenta lo que hemos visto anteriormente, entendemos que la prima de riesgo es un plus de rentabilidad que se le pide a toda inversión que tenga un riesgo implícito. Calcular el riesgo de una inversión muchas veces es de las cosas más complicadas a la hora de hacer nuestras cuentas y a la vez de los factores que más afectan nuestra valoración final. Aquí el conocer y entender en lo que estamos invirtiendo es de radical importancia ya que nos ayudará a estimar el riesgo de forma más exacta.

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