Buscar este blog

miércoles, 7 de enero de 2015

Los nuevos investigadores austriacos y el futuro

6 Enero, 2015



[El economista y antiguo alumno del Instituto Mises recientemente se incorporó al claustro de la Universidad de Manchester en Reino Unido. El profesor McCaffrey habló recientemente con nosotros acerca de cómo ha impactado en su carrera el Instituto Mises y qué futuro ve en la investigación austriaca]
 Instituto Mises: ¿Por qué decidiste convertirte en alumno del Mises? ¿En qué áreas de investigación trabajas?
Matt McCaffrey: Fui a la Universidad Mises antes de empezar la escuela de grado y tuvo un profundo efecto en mis planes de carrera. En particular, los compañeros del Mises me dejaron una impresión indeleble: escuchándoles presentar su investigación, estaba claro que eran un grupo de jóvenes investigadores llenos de energía que hacían contribuciones originales a la economía austriaca y estaban tratando realmente de impulsar la tradición. Sabía que eso era lo que yo también quería, pero también sabía que necesitaba guía para llegar allí, así que la inscripción era evidentemente lo que tenía que hacer.
Mi investigación se centra principalmente en la economía empresarial. Los austriacos siempre han destacado a los emprendedores como la fuerza motriz del mercado y trato de explicar lo que esto significa en la teoría y la práctica. Escribo principalmente sobre el papel que desempeñan los empresarios en la mejora de la sociedad y como les perjudica la intervención pública. También he estado explorando recientemente el economía de la estrategia y la guerra, un tema que ha recibido relativamente poca atención por parte de los austriacos.
Además de eso, me gustaría destacar que la historia del pensamiento económico es una fuente maravillosa de inspiración. Por desgracia, es un campo que se olvida fácilmente, incluso por los lectores de la economía austriaca. Pero no se puede entender la tradición austriaca si no se explora su pasado. Es fácil encontrarte leyendo solo a los escritores más conocidos, pero hay muchos economistas brillantes, como Frank Fetter o Eugen von Böhm-Bawerk, que ya no se leen, aunque tienen mucho que ofrecer a quienes se toman tiempo para dedicarlo a su lectura.
IM: ¿Qué impacto positivo tuvo tu tiempo como añumno y tu trabajo con el Instituto Mises en tu carrera académica?
MMC: Puedo decir honradamente que la estancia en Mises ha sido la influencia más importante en mi evolución como investigador; ningún programa podría haberme dado los recursos que necesitaba para empezar mi carrera. La estancia ofrece tiempo y material educativo, por supuesto, pero el elemento más importante de la experiencia es el apoyo y guía que recibes, especialmente a través del director, Joe Salerno. Es una diferencia total poder cruzar el patio en cualquier momento para hablar con él, pedirle consejo o mostrarle el borrador de un nuevo proyecto de investigación. Él y otros investigadores en el Instituto me apoyaron a lo largo de la escuela de grado y tengo que atribuir mi éxito a Joe y al programa.
IM: ¿Qué desafíos ha tenido que afrontar en la universidad debido a su afiliación a la Escuela Austriaca?
MMC: Siempre me han tratado justamente mis jefes y colegas. Se piensa comúnmente que los austriacos lo pasan mal en la universidad, pero no creo que estén discriminados como tales. Sin embargo lo austriacos pueden tener dificultades porque básicamente hablan un lenguaje distinto que sus equivalentes no austriacos. Los economistas ortodoxos tienen sus propias ideas acerca de lo que es la economía y cómo debería hacerse y como consecuencia a menudo no entienden lo que hacen los austriacos. Por ejemplo, algunos suponen que como la teoría austriaca no es híper-matemática, tampoco es rigurosa. Así que en sitios donde la teoría matemática y el trabajo econométrico intensivo están muy valorados, es más difícil conseguir un empleo como austriaco. Sin embargo, normalmente no ves en mismo tipo de supuestos que se usan en las escuelas de negocios, que a menudo son bastante amistosos para las ideas austriacas.
Dicho de otra manera, sí, pueden aparecer problemas, pero es improductivo reaccionar simplemente estando a la defensiva. Por el contrario, tienes que centrarte en ser un investigador excelente. Ser un austriaco no es una licencia para hacer un mal trabajo; de hecho, significa que tienes que ser incluso mejor que tus competidores. Los austriacos tienen obstáculos adicionales a saltar, porque tienen que conocer las ideas austriacas y las ortodoxas y, en mi opinión, ese es el desafío académico que tenemos que afrontar.
IM: Has buscado puestos tanto nacional como internacionalmente. ¿Has encontrado que los programas fuera de EEUU sean distintos de los de aquí en lo que se refiere a contratar austriacos?
MCC: El asunto de ser un austriaco raramente aparece en ningún mercado laboral, pero parece ser especialmente poco común fuera de EEUU. En buena parte gracias a los esfuerzos del Instituto Mises, la economía austriaca está experimentando un renacimiento en EEUU y más economistas se están familiarizando con las ideas austriacas clave. Sin embargo, la economía austriaca no es conocida en Europa (donde se necesita todavía más desesperadamente) y la falta de conocimiento puede llevar al tipo de problema de comunicación al que me he referido anteriormente.
Sin embargo, en general, los programas internacionales buscan el mismo tipo de cosas en los miembros de las facultades que las universidades de EEUU. Básicamente, quieren gente brillante que hagan un buen trabajo y mejoren la reputación de su universidad. A la mayoría de los economistas no les importa si te calificas como austriaco o keynesiano, porque muchos economistas simplemente no piensan en esos términos. Lo que importa es si eres bueno en tu docencia e investigación y si tienes diferencias con tus colegas, que puedas resolverlas inteligente y educadamente.
La enseñanza es un sitio en el que los austriacos tienen en realidad una gran ventaja: como son apasionados en sus ideas y les preocupa de verdad cambiar las vidas de los estudiantes, tienden a ser excelentes maestros. Dicho esto, hay definitivamente lugares en los que promover las ideas del mercado libre pueden hacerte impopular. Por ejemplo, aquí, en Reino Unido, es difícil criticar el Sistema Sanitario Nacional y, en Francia, prácticamente no se plantean discusiones sobre mercados laborables libres.
IM: ¿Cuál crees que será el futuro para los investigadores que trabajen en la Escuela Austriaca?
MMC: Creo que quienes quieran dedicarse seriamente a estudiar las ideas de la Escuela Austriaca tienen buenas razones para ser optimistas. Dentro y fuera de la universidad, la gente está por fin empezando a darse cuenta de que el conocimiento económico convencional acerca de cómo funciona la sociedad tiene defectos fundamentales. Ese cambio nos da una rara oportunidad de difundir el mensaje de la paz y la prosperidad en un grado que ha sido imposible durante mucho tiempo. Pero aunque todavía haya mucho trabajo por hacer, la nueva generación tiene una maravillosa base de ideas sólidas sobre las que construir.

Nota: las opiniones expresadas en Miseshispano.org no reflejan necesariamente las de Mises Hispano.
Publicado originalmente el 16 de diciembre de 2014. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario