Balance Sheet Recession (español)
Un concepto económico muy en boga ultimamente es el de 'balance sheet recession' (recesión de balance), desarrollado por el Economista Jefe de Nomura, Richard Koo. Según ella, una explicación plausible de la crisis actual, así como de la nipona desde hace dos décadas, sería la siguiente:
Cuando explota la burbuja inmobiliaria y financiera cae de manera significativa el precio de los activos en los balances de las empresas (e.g., los 'activos tóxicos' de la banca). La caída puede llevar a la descapitalización de las empresas, porque las deudas continúan ahi, mientra el activo disminuye hasta el punto de hacer negativo el capital (ver gráfico). En esa situación, las políticas monetarias resultan inefectivas: las empresas no asumirán más deudas ni con tipos al 0%, porque su problema es de endeudamiento! Lo que harán será emplear los recursos generados por la empresa para reducir deuda.
En un contexto como este, explica Koo, todas las medidas que se están tomando ya fueron ensayadas en Japón: "for us it's like a replay! But 7 years into the recession we realize this was not an ordinary recession... people were no longer maximizing profits, they were minimizing debt. Even with zero-interest rates, companies were paying down debt". La teoría ortodoxa, explica Koo, es incapaz de explicar este comportamiento: si los directivos de las empresas son 'tan estúpidos0 (sic) que no consiguen sacarle partido a dinero al 0%, porque deberían seguir operando esas empresas? Lo mejor que pueden hacer es devolverle el dinero a los accionistas y cerrar! Entre 1995 y 2005 las empresas japonesas desapalancaron deuda por el 6% del PIB nipón. Por tanto, el estancamiento de la economía japonesa fue un éxito de las políticas fiscales que contrarrestaron el desapalancamiento privado; de no ser así, Japón habría atravesado una larga depresión.
El concepto de 'balance sheet recession' justificaría que la única manera de salir de la actual crisis es mediante estímulos fiscales: un país como España, con 5M de parados, debería centrar sus políticas fiscales a corto plazo en la creación de empleo público. Mejor en empleos en horario parcial, de menor coste, que permiten por un lado a los contratados continuar buscando empleo en el sector privado, y al Estado apenas incrementar su factura: ya estamos pagando 400 eur a parados de larga duración, por ejemplo. Incrementar el empleo y las rentas de miles de personas redundaría en un mayor consumo, y por lo tanto en mayores ingresos para las empresas que, entonces sí, empezarían a crear empleo. Y es entonces cuando la vuelta a la normalidad justificaría la vuelta a la ortodoxia: creación de empleo por el sector privado, sector público centrado en reducir empleo y gasto públicos, déficits cero y pagar la deuda pública contraída durante los estímulos anteriores.
Esta estrategia sólo necesita un requisito: los mayores déficits deberían financiarse temporalmente por dos vías. Uno, reforma tributaria y perseguir el fraude fiscal. Dos, mientras los mercados "no se fíen", la deuda emitida debería necesariamente ser atendida mediante compras masivas del ECB en mercado primario. Y aqui volvemos a tropezar con la misma piedra de siempre.
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