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El paro en un gráfico

JESÚS SÁNCHEZ-QUIÑONES

El paro es uno de los principales problemas económicos de España. Dicha afirmación es de las pocas que generan una práctica unanimidad. Analizando la evolución de la población activa y del número de trabajadores con empleo en los últimos veinte años, se llega a conclusiones sobre el problema del paro que relativizan la bondad de uno, dos o tres datos concretos. Sin tomar medias distintas a las adoptadas al menos en los últimos quince años, España estará condenada a unas cifras de paro difícilmente soportables.

• El número máximo de ocupados que la economía española ha sido capaz de generar se alcanzó en 2007, al final del boom inmobiliario, con20,5 millones de empleos. Nunca ha habido un número mayor de empleados. Se estima que más de dos millones de empleos de los existentes entonces estaban directamente relacionados con el boom de la construcción. Nadie espera que vuelvan dichos puestos de trabajo en un horizonte previsible. Por tanto, el nivel máximo de empleos, descontados los directamente relacionados con los excesos de la construcción, inmobiliaria rondaba los 18,5 millones en el momento más álgido de actividad.

• La población activa española (personas de al menos 16 años que trabajan o desean trabajar) se ha incrementado significativamente desde el año 2000. La atracción de mano de obra extranjera al calor del crecimiento económico y del boom inmobiliario y el efecto llamada de la “generosa regularización” de inmigrantes del Gobierno Zapatero son dos de las causas principales del incremento de 5,7 millones en la población activa desde el año 2000 hasta mediados de 2012.

• Mientras el número de ocupados descendía de forma acelerada, con pérdida de 3,8 millones de empleos entre el pico de actividad de 2007 el primer trimestre del 2014, la población activa seguía creciendo en casi un millón de personas. Sólo ha comenzado a descender desde hace dos años, principalmente por la vuelta a sus países de origen de inmigrantes y por la emigración de españoles al exterior, disminuyendo la población activa en 560.000 personas.

• Es una magnífica noticia que el paro se haya reducido en 850.000 personas desde el inicio de 2013. Sin embargo, para lograr minorar sensiblemente la cifra de 5,4 millones de desempleados de la última Encuesta de Población Activa (EPA) será inevitable realizar cambios sustanciales en el mercado laboral español. El tope de actividad, descontados los empleos directamente vinculados a la construcción, llegó a rondar los 18,5 millones de empleos en el punto más álgido de la última expansión económica, un millón más de los empleos actuales. Frente a los cerca de 23 millones de población activa, todavía quedarían 4,5 millones de parados.

O se aplican medidas distintas en el mercado laboral a las aplicadas hasta la fecha, o la economía española estará condenada a una tasa de paro difícilmente soportable. En cualquier cambio de regulación siempre hay beneficiados y perjudicados. Sin cambios adicionales en la legislación laboral, los perjudicados serán los millones de parados que difícilmente podrán encontrar un trabajo, al menos en España