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miércoles, 29 de octubre de 2014


Petróleo, por qué la OPEP no hará nada por subir los precios.


Expansión
El año que viene, la producción de la OPEP se mantendrá pese a la fuerte caída reciente del precio global del petróleo, ya que ésta probablemente afecte con dureza al petróleo poco convencional -el procedente del fracking-, según ha declarado su secretario general y publica The Wall Street Journal.
Petróleo OPEP
Abdalla Salem el-Badri, secretario general de la OPEP.
Abdalla Salem el-Badri, el líder de la OPEP, no cree que la producción varíe pese a la caída de los precios. Probablemente se mantendrá en el mismo nivel que este año, y es poco probable que rebaje el techo de producción en una reunión el mes que viene pese a la fuerte caída reciente del precio global del petróleo, ha declarado.
Las declaraciones de al-Badri atenuarán las expectativas de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) pueda decidir rebajar su producción a causa del bajo precio del petróleo en su próxima reunión en Viena el 27 de noviembre.
El crudo Brent ha caído de unos 115 dólares el barril en junio a poco más de 87 dólares el miércoles.
El-Badri ha señalado que la demanda de petróleo de la OPEP probablemente se situará entre 29,5 y 30 millones de barriles diarios el año que viene, en niveles muy similares a los de este año.
El máximo dirigente de la OPEP también señaló que la reciente caída en el precio del petróleo no reflejaba los fundamentales del mercado, pero que no estaba demasiado preocupado. "Que no cunda el pánico. Estoy seguro de que el mercado se equilibrará solo", apunta.¿Las razones de mantenerse esta situación?El-Badri explica que el bajo precio del petróleo probablemente afecte con dureza al petróleo poco convencional -el procedente del fracking-, lo que sugiere que la OPEP prevé que la debilidad del crudo termine suavizando el crecimiento del suministro. "A este precio (actual), el 50% del petróleo poco convencional estará fuera del mercado", apuntó.
Algunos analistas creen que el precio del petróleo no se recuperará hasta que empiece a eliminarse del mercado parte del suministro adicional de petróleo poco convencional, y no cuando, y si, la OPEP decide empezar a recortar la producción.
El-Badri señala que los proyectos de petróleo poco convencional necesitan por lo general que los precios se sitúen entre 90 y 100 dólares para cubrir costes. Los cálculos de la OPEP sobre el precio al que esos proyectos dejan de ser rentables es mayor que la mayoría de los efectuados por la industria, incluidos los de la Agencia Internacional de la Energía, que señala que la mayoría de la producción no convencional es sostenible a 80 dólares el barril.
Sin embargo, el-Badri advierte de que el impacto de los precios más bajos no se dejará sentir hasta el año que viene, ya que las compañías productoras de crudo poco convencional probablemente se hayan cubierto frente a la caída de los precios a corto plazo.

El desplome de los precios del petróleo afecta a los beneficios de las energéticas

Los beneficios de dos grandes empresas del sector de la energía se han visto afectados por la caída del precio del crudo, lo que representa uno de los primeros signos tangibles de las repercusiones que la superabundancia de petróleo está teniendo en la economía global.
Las petroleras cotizadas en Londres BP y BG Group anunciaron ayer una caída de los beneficios en el tercer trimestre, debido en parte al descenso del precio del petróleo. «Esto está provocando que el sector al completo se plantee las implicaciones de un periodo prolongado de bajos precios del crudo», señalaba Brian Gilvary, el director financiero de BP.
El presidente provisional de BG, Andrew Gold, advirtió de que la compañía podría verse obligada a retrasar futuras inversiones si el entorno actual de los precios empeorase. «A medida que el precio disminuye, nos fijamos en la cobertura de la deuda y en la necesidad de reducir el gasto en el futuro», apuntó.
Royal Dutch Shell, Total, Chevron y ExxonMobil, que también comunicarán sus resultados en los próximos días, probablemente afronten dudas similares sobre el impacto que tendría un crudo más barato sobre sus negocios. El efecto podría ser aún mayor en el último trimestre del año, ya que los precios han caído con más fuerza desde finales de septiembre que en los tres meses anteriores.
El crudo ha caído un 25% desde mediados de junio, a consecuencia del aumento del suministro de petróleo poco convencional desde EEUU y de la ralentización de la demanda global, especialmente en China, el segundo mayor consumidor mundial de crudo. Hay quienes prevén que podría descender aún más. Goldman Sachs vaticinaba el domingo que el petróleo se situaría en una media de 85 dólares el barril en el primer trimestre de 2015, frente a un pronóstico anterior de 100 dólares. A última hora de ayer en los mercados, el Brent, el referente internacional, cotizaba 13 centavos al alza a 85,96 dólares el barril.
En lugar de reducir la producción para estimular los precios, algunos miembros de la OPEP, el cártel de productores de petróleo que se reunirá el próximo mes para celebrar una reunión muy esperada, han hecho descuentos en sus exportaciones para defender su cuota de mercado.
«Vamos a esperar hasta que pase la reunión de la OPEP y hasta que el cuarto trimestre esté avanzado antes de tomar medidas definitivas», señaló Gould, en referencia a los futuros planes de inversión.
La caída de los precios ha supuesto una gran ayuda para las naciones consumidoras, especialmente EEUU. El Fondo Monetario Internacional ha dicho que un descenso del precio del barril de 20 dólares podría traducirse en un incremento del 0,5% del producto interior bruto mundial: si la confianza económica mejorase gracias a ello, esa cifra podría crecer al 1,2%.
Pero para las naciones productoras, es una mala noticia. México se ha visto obligado a redactar de nuevo parte de sus presupuestos de 2015 después de que la caída del precio cambiase drásticamente sus previsiones de ingresos. Las economías de Brasil y Rusia también se han visto golpeadas con dureza por el hundimiento.
BP informó de que el beneficio subyacente del coste de reemplazo, el indicador de rendimiento favorito de los analistas, cayó un 19% a 3.000 millones de dólares en los tres meses hasta septiembre, frente a 3.700 millones hace un año. En BG, los beneficios subyacentes descendieron un 29% a 759 millones de dólares en los tres meses hasta septiembre, desde 1.070 millones de dólares un año antes, como consecuencia en parte del descenso de la producción en Egipto y Kazajistán.
Gilvary insistió en que el balance de BP «puede soportar con comodidad un periodo de 80 dólares el barril [de petróleo]… Tenemos mucha flexibilidad para resistir bajos precios del petróleo». La estrategia de BP tenía como objetivo aportar «resistencia durante periodos de volatilidad del mercado del petróleo. Pero acentuó que 80 dólares el barril era el umbral más bajo al que BP autoriza por lo general proyectos, lo que indica que de producirse nuevas caídas de los precios, podrían influir en sus futuras inversiones.
BP también explicó que un precio bajo del petróleo ofrece algunas ventajas. Los alquileres de los pozos en lugares como el Golfo de México podrían caer, relajando las presiones de costes sobre las grandes petroleras. «Pienso que un periodo de 80-85 dólares el barril nos ofrece más oportunidades que amenazas», aseguraba Gilvary, añadiendo que estas podrían incluir adquisiciones de activos.

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