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sábado, 2 de julio de 2016

27 años de ingresos dedicados íntegramente a pagar a Hacienda





España, infierno fiscal
(Foto: Javier Vidueira / Floridablanca)

27 años de ingresos dedicados íntegramente a pagar a Hacienda

¿Cuántos impuestos pagamos a lo largo de toda nuestra vida? Imaginemos el caso de un joven que empieza a trabajar a los 16 años, tiene un hijo y sigue una evolución salarial acorde con los ingresos medios de cada tramo de edad. Cuando haya cumplido los 65 años, habrá pagado en cotizaciones sociales, IRPF, IVA y otros gravámenes la friolera de 456.571 euros, lo que equivale al sueldo íntegro de 18 años. Ya jubilado, supongamos que vive hasta los 83 años y que cobra la pensión equivalente a los ingresos que ha tenido durante su vida. Pues bien, la carga fiscal que soportará en esta nueva etapa de su vida ascenderá a la friolera de 128.655 euros, cifra equivalente a 9 años de pensión. En suma, a lo largo de su vida adulta, ese contribuyente medio habrá pagado 585.226 euros al fisco español, lo que supone 27 años de ingresos íntegros.
Esta es la principal conclusión a la que ha llegado Civismo con su última edición del informe que calcula cada año el Día de la Liberación Fiscal. Pero el estudio está lleno de otros titulares que también merecen ser considerados. Por ejemplo, el trabajo firmado por el economista Javier Santacruz apunta que el peso real de los impuestos directos e indirectos en España equivale a todo lo que ganamos desde el 1 de enero hasta el 29 de junio. Esto supone 180 días de salario trabajando para cumplir con Hacienda, frente a 186 días de sueldo retenidos como ingresos netos para el contribuyente.
También merece la pena destacar que Civismo ha sometido a examen el peso de los impuestos directos y ha concluido que el impacto del IRPF y las cotizaciones sociales en la nómina de un trabajador medio asciende al 39,6% del coste laboral. Esto significa que el contribuyente apenas gana 60 euros por cada 100 euros que paga la empresa. Hay más de veinte países desarrollados en los que la carga fiscal sobre el empleo es más baja: Luxemburgo, Noruega, Dinamarca, Holanda, Japón, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia, Irlanda, Suiza, Corea, Israel… Con un problema del paro como el que atraviesa España.
No lo tienen mucho mejor las familias. España es uno de los países europeos en los que menos se reduce la carga tributaria directa soportada por los contribuyentes con hijos. Por grupos de edad, un trabajador con uno o dos hijos pagan entre el 29% y el 39% de su coste laboral en concepto de IRPF y de cotizaciones sociales. Esto apenas supone cambios frente a la horquilla de los ocupados que no tienen hijos, comprendida entre el 32% y el 40%. ¡Y luego nos lamentamos por el problema demográfico que tiene España! ¿Acaso hemos tomado medidas fiscales que ayuden a resolverlo?
La inflación y la deuda también son estudiadas en el trabajo de Javier Santacruz. Por un lado, no ajustar los tramos del IRPF a la evolución de los precios ha supuesto un encarecimiento medio de dicho gravamen que equivale a 430 euros por año. Por otro lado, la deuda “maquilla” el peso real del gasto actual por un monto equivalente a 8.220 euros.
De cara a las elecciones generales, el informe apuesta por un cambio de mentalidad que nos lleve a un marco fiscal más atractivo. El Índice de Libertad Económica en el Mundo que también ha publicado Civismo en España insiste en que uno de los grandes retos de nuestro país es el de bajar los impuestos y reducir el gasto público. No tiene sentido mantener estructuras presupuestarias ineficientes que perjudican el crecimiento a base de encarecer los costes fiscales soportados por empresas y trabajadores.
Si los partidos que están a la derecha de la izquierda quieren plantar cara a los enamorados del Estado obeso, es hora de que denuncien la inferioridad de los postulados intervencionistas, que no solamente parten de un marco moral equivocado por paternalista, sino que además resultan en un empobrecimiento social cada vez que se aplican. En vez de acomplejarse ante el populismo anti-mercado, es fundamental articular una ofensiva intelectual que ayude a popularizar las ideas de la libertad y contribuya a descartar las nefastas recetas que esconde el buenismo estatista.

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