Juan Laborda
De nuevo Japón como conejillo de indias, lugar donde experimentar y dar rienda suelta a nuevas y diferentes versiones de política monetaria. Y si tienen éxito, ¡magnífico!, se trasladará a otras áreas geográficas. El objetivo inicial, el de siempre, evitar que se agoten y desvanezcan los mercados financieros y se inicie un ciclo secular de aversión al riesgo. No tienen ni idea de lo que va a pasar, pero saben que es necesario mantener activa la actual burbuja financiera. En caso contrario, todo se desplomaría como un castillo de naipes. Lo novedoso es que la ortodoxia neoclásica se aproxima a la Teoría Monetaria Moderna. ¡Cuánto disgusto nos hubiésemos ahorrado si se hubiese hecho lo correcto allá por 2008!
No se pueden permitir el lujo de que se consolide un ciclo secular bajista en los mercados financieros de riesgo
En el trasfondo, la salida en falso de la actual crisis sistémica. En su momento no se hizo aquello que era óptimo y eficiente, económica y socialmente, para hacer frente a los orígenes y las causas que llevaron a la economía mundial a la actual crisis sistémica. Se prefirió ganar tiempo y defender los intereses de quienes la generaron, la élite bancaria. Por eso ahora estamos en una situación parecida a 2007. Y no se pueden permitir el lujo de que se consolide un ciclo secular bajista en los mercados financieros de riesgo.
¿Por qué creen ustedes que desde el viernes pasado los mercados se dieron la vuelta? Rumores y más rumores. Según éstos, Ben Bernanke se iba a reunir en “secreto” con el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, y el primer ministro Abe. Y de nuevo las especulaciones. Próxima parada de la política monetaria: inyectar directamente dinero a las familias y al gobierno. Parece que la ortodoxia ha empezado a leer a Willliam Mitchell o Randall Wray, dos de los padres de la Teoría Monetaria Moderna. Obviamente postkeynesianos, totalmente alejados de la ortodoxia neoclásica en sus distintas versiones (nuevos clásicos, monetaristas, neokeynesianos, economía de la oferta…). Pero aún deben afinar más, les queda camino por recorrer.
La reacción, inmediata, importante subida del Nikkei y depreciación del yen japonés. El primer ministro Abe, tras su victoria electoral en la renovación del parlamento, avisaba que el gobierno nipón podría impulsar un estímulo fiscal de 10 billones de yenes (casi 100.000 millones de euros), financiado con la primera emisión de deuda soberana relevante en los últimos cuatro años. Pero no se trata sólo de una nueva expansión fiscal. Se combinaría con un nuevo programa de expansión cuantitativa, es decir, más estímulo monetario por parte del Banco de Japón. Mientras el Banco de Japón está listo para anunciar una ampliación de sus compras de bonos y acciones mensuales éste 29 de julio, Abe probablemente introduciría el estímulo fiscal a final de año. Se trata de una combinación de relajación monetaria extrema y relajación fiscal. Se aproximan a la Teoría Monetaria Moderna, pero no es lo mismo porque siguen generando más deuda, siguen beneficiando a bancos zombies, siguen manteniendo la vulnerabilidad de los distintos agentes económicos, y siguen sin asumir quitas de deuda.
Bernanke debe empezar a asumir de una vez por todas la Teoría Monetaria Moderna
Los riesgos actuales y el papel de los Bancos Centrales
En la mayoría de los bancos centrales su mandato específico se centra en la estabilidad de precios. Pero ahora el riesgo es otro. Ladeflación en casos extremos personifica lacaída de precios, disminución de los salarios y la falta de demanda. Con el fin de superar este escenario de pesadilla, la política económica debe combinar una expansión fiscal con una relajación monetaria. Surge así una distinción importante entre la expansión cuantitativa y la nueva propuesta de Bernanke. Ésta última combina una relajación monetaria extrema y una expansión fiscal, pero la expansión cuantitativa ¡no!, solo utiliza la expansión monetaria totalmente ineficiente en recesión de balances. Aunque con mucho retraso, se trata de un avance importante. Sin embargo, se debe dar un paso más.Bernanke debe empezar a asumir de una vez por todas la Teoría Monetaria Moderna (TMM).
Según la TMM, el consenso sobre la austeridad no se basa en ninguna comprensión lógica del sistema monetario moderno e ignora deliberadamentemuchas de las opciones reales que están a disposición de los gobiernos emisoresde moneda “fiat”. El pensamiento gregario dominante tiene un carácter destructivo al imponer recetas cuyos supuestos macroeconómicos fundamentales no se basan en la realidad. Tras la ruptura de Bretton Woods en 1971, la mayoría de gobiernos empezaron a emitir sus monedas mediante decretos legislativos bajo un tipo de cambio flotante. Un tipo de cambio flexible libera a la política monetaria de tener que defender una paridad fija. Por lo tanto, las políticas fiscal y monetaria pueden concentrarse en garantizar que el gasto doméstico sea el suficiente para mantener altos niveles de empleo.
Ya no es necesaria la maquinaria institucional creada para la emisión de bonos soberanos en los mercados privados
Los gobiernos que emiten sus propias monedas ya no tienen que financiar su gasto, ya que los gobiernos emisores de monedanunca pueden quedarse sin dinero. El culto a la austeridad se deriva de la lógica del patrón oro y no son aplicables a los sistemas monetarios “fiat” modernos. Ya no es necesariala maquinaria institucional creada para laemisión de bonos soberanos en los mercados privados. A pesar de ello, los gobiernos sufrieron intensas presiones para mantener comportamientos y estructuras institucionales que limitaban sus capacidades de gasto. Por eso, siendo importante el paso tomado por Bernanke, hay que dar un paso más, y derribar toda esa maquinaria privada creada para emitir deuda soberana innecesaria pero muy útil para repudiar el papel del gasto público y de la política fiscal.
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