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lunes, 11 de agosto de 2014

La Fed y el “Efecto Salvador Dalí”




11 Agosto, 2014
Autor: 
Existe una leyenda sobre el gran catalán surrealista Salvador Dalí. Dicen que en los últimos años de su vida, cuando ya era famoso, no pagaba los cheques que firmaba. Simplemente, después de salir de fiesta con todo su entourage y consumir lo más caro que los restaurantes podían ofrecer, llegado el momento de pagar, pedía la cuenta, sacaba uno de sus cheques, escribía el monto, y lo firmaba. Pero antes de entregar el cheque, rápidamente lo volteaba, hacía un dibujo en el reverso y lo autografiaba. Dalí sabía que el dueño del restaurant no cobraría el cheque sino que lo guardaría, lo pondría en un marco, y lo expondría en el mejor lugar del restaurant: “Un Dalí original”.
Era un buen negocio para Dalí: sus cheques nunca regresaban al banco a ser cobrados, y podía disfrutar grandes banquetes con toda su gente. Dalí era poseedor de una chequera mágica.
¿Pero qué hubiese pasado si un día un círculo de críticos de arte se reunía, y después de deliberar llegaban a la conclusión de que el trabajo de Dalí realmente no capturaba la esencia del surrealismo, y que por lo tanto su arte no era de gran valor? Si eso hubiese ocurrido, todos los cheques autografiados hubiesen regresado al banco, y Dalí hubiese tenido que pagar de verdad. Y si Dalí no tenía ahorrado dinero suficiente, hubiese tenido tal vez que buscar un trabajo pintando casas. Algo parecido ocurre con la Fed. La Fed tiene una chequera mágica que le permite darse muchos lujos sin tener que pagar porque cree que los cheques nunca regresaran a ser cobrados.
Después de 1971, cuando Nixon decidió dejar que pagar los dólares en oro al resto del mundo y que sólo Francia pudiese recuperar su oro, los países exportadores de petróleo (OPEC) tuvieron que resignarse a no poder cobrar en oro a EEUU sino simplemente tener que aceptar los greenbacksnorteamericanos.
¿Qué pasaría si, así como en el caso de los críticos de arte que se reúnen y terminan depreciando el trabajo de Dalí, el resto del mundo pierde fe la calidad del dólar y dejan de usarlo para grandes transacciones internacionales? Si eso ocurriese, así como Dalí hubiese tenido que pagar sus cheques, EEUU tendría también que pagar los cheques que firmó. ¿Sería capaz de pagar sus cheques con más cheques? Antes de 1971 los cheques de EEUU se pagaban en oro.
Dado que cada país tiene su propia moneda, cada banco central del resto del mundo tiene que imprimir más billetes para comprar el exceso de dólares que entran a su país cada vez que EEUU expande la oferta de dinero. Así, en los 70’s los países miembros de la OPEC acusaban a EEUU de exportar inflación. Recordemos que el banco central de EEUU desde mediados de los 60’s estaba financiando la guerra en Vietnam y financiando también los programas de “La Gran Sociedad” de Lyndon B. Johnson que supuestamente eliminarían la pobreza. A medida que la Fed imprimía billetes, los países miembros de la OPEC tenían que inflar sus monedas para comprar el exceso de dólares. Finalmente ese “savings glut” en manos de la OPEC, creado por el banco central de EEUU, terminó en la crisis de deuda de Latino América años más tarde. Pero esa es otra historia.
Los bancos centrales del resto del mundo también tienen que comprar cualquier exceso de dólares que entra a su país para que sus exportaciones no pierdan competitividad. Y así a cada país del resto del mundo se le impone una doble inflación, una creada por su banco central local—porque todos los bancos centrales inflan por su propia cuenta—y otra creada por el banco central de EEUU. Hans-Hermann Hoppe ya nos había hablado de imperialismo monetario[1]:
“El estado dominante usará su poder para hacer cumplir una política de inflación internacionalmente coordinada. Su banco central marca el ritmo del proceso de falsificación, y a los bancos centrales de los estados dominados se les ordena usar la moneda del país dominante como reservas e inflar en base a ella. Así, de la mano con el estado dominante y como primeros receptores de la moneda de reserva falsificada, los banqueros del estado dominante y el establishment empresarial pueden iniciar la expropiación, casi sin costo, de propietarios extranjeros y productores de ingresos. Se impone una doble capa de la explotación de un Estado extranjero y una elite extranjera además de la del estado nacional y la élite nacional sobre la clase explotada en los territorios dominados, provocando una dependencia económica prolongada y el estancamiento económico relativo en comparación con la nación dominante. Es esta—muy no-capitalista—situación lo que caracteriza el status de los Estados Unidos y el dólar norteamericano, y que da lugar a las correctas acusaciones respecto a explotación económica de EEUU y el imperialismo del dólar.”
Si bien es cierto que en los 70’s el dólar gozaba de una hegemonía mundial—dado todos los países de Europa tenían sus monedas separadas y dado que China y Rusia estaban fuera del mundo capitalista—ahora la situación es diferente. Vladimir Putin ha declarado recientemente que “el sistema monetario internacional depende mucho del dólar estadounidense, o para ser precisos, de la política monetaria y financiera de las autoridades estadounidenses. Los países BRICS [Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica] quieren cambiar eso”.[2]
Salvador Dalí había ideado un método muy ingenioso para que sus cheques no fuesen cobrados. De Pablo Picasso se cuenta algo similar. Pero la Fed no es Salvador Dalí. La Fed no produce obras de arte. El efecto Salvador Dalí, esto es, la habilidad de evitar que los cheques regresen a ser cobrados creando obras de arte, no se aplica para la Fed. Por eso nunca está de más recomendar a la Fed y al gobierno que midan sus gastos cuando salgan de fiesta, no vaya a ser que se les acabe la chequera mágica.

[1]. Ver: Hans Hoppe “Marxist and Austrian Class Analysis”. The Journal of Libertarian Studies, Vol. IX, No. 2 (Fall 1990). www.mises.org/journals/jls/9_2/9_2_5.pdf
 

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