Buscar este blog

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Santa Yellen y la Fed brindan un respiro a Wall Street e ignoran una posible recesión


yellen-morado.jpgEn la imagen, Janet Yellen.

El secreto peor guardado o mejor comunicado de la Reserva Federal, según como se mire, se ha hecho realidad cuando el Comité de Mercado Abierto del banco central estadounidense (FOMC, por sus siglas en inglés) oficializó su primera subida de tipos en casi una década. Un incremento de 25 puntos básicos que se implementará a partir del jueves a través de la Mesa de Mercado Abierto de la Fed de Nueva York y que da por finalizada la era de dinero barato y política monetaria ultraacomodaticia que ha cimentado la recuperación de la primera economía del mundo desde diciembre de 2008.


Un mensaje telegrafiado hasta la saciedad desde la última comitiva del FOMC a finales de octubre y que llegó acompañado de la promesa de que las próximas vueltas de tuerca serán "graduales", en línea con las proyecciones anteriores.

En un voto unánime por todos los miembros que componen el órgano encargado de dictar el rumbo de la política monetaria a este lado del Atlántico, la tasa de fondos federales pasará de moverse entre el rango del 0% y el 0,25%, donde ha permanecido anclada desde el azote de la crisis financiera y posterior recesión, a situarse entre el 0,25% y el 0,50%.

"Esta decisión marca el fin de un periodo extraordinario" indicó la presidenta de la Fed, Janet Yellen durante la multitudinaria rueda de prensa convocada ayer en Washington. "La economía ha recorrido un largo camino", matizó. Un recorrido cuyo pavimento ha constado de tres rondas de compras de bonos y activos, también conocido como flexibilización monetaria o QE, por sus siglas en inglés, que ha engordado el balance del banco central estadounidense por encima de los 4,5 billones de dólares. Esta comilona estuvo amenizada por el ritmo de la operación twist, que entre octubre de 2011 y junio de 2012 intercambió 400.000 millones de dólares en deuda a corto plazo por bonos a largo plazo y el arropo de una política ultraacomodaticia durante siete años.

"Los riesgos en el extranjero han disminuido y haber retrasado la subida de tipos durante más tiempo hubiera implicado el riesgo de un endurecimiento abrupto", relató Yellen, al mismo tiempo que reconoció que la debilidad del mercado laboral continua y las expectativas sobre la inflación a largo plazo permanecen estables. "Los tipos deberían subir gradualmente a lo largo del tiempo", señaló.

¿Cuatro subidas de tipos en 2016?

De hecho, si echamos un vistazo a la hoja de ruta que acompañó al comunicado y las directrices sobre la primera subida de tipos desde junio de 2006, los funcionarios de la Fed observan un contexto económico bastante sólido el año que viene, cuando los tipos de interés deberían situarse en el entorno del 1,4% al cierre de la última reunión de política monetaria de 2016. En este sentido no hubo cambios en la escalada que planean Yellen y sus chicos, lo que implicaría un incremento de 100 puntos básicos que los expertos reparten en cuatro subidas de un cuarto de punto porcentual a lo largo del año.

"Los miembros del Comité consideran que ha habido una mejora considerable en el mercado laboral este año, algo que razonablemente impulsará la inflación a medio plazo hasta el objetivo del 2% de la Fed", justificó la Fed en su documento. Además indicó que el FOMC optó por subir los tipos "dado el panorama económico y el tiempo que toman esta clase de decisiones de política monetaria en afectar los resultados económicos futuros".

Pese a los vaivenes sufridos el pasado verano en los mercados emergentes y la incertidumbre generada por China, hechos que motivaron que la Fed no iniciase su normalización el pasado septiembre, el diagnóstico sobre el que trabaja la Fed demuestra la fortaleza implícita de la economía estadounidense.

El año que viene se espera que el PIB avance a un ritmo del 2,4%, una décima más de lo previsto en la reunión de Septiembre, la última vez que el banco central estadounidense actualizó sus proyecciones hasta 2018. La tasa de paro mantendrá su tendencia bajista, hasta tocar el 4,7%, una décima menos de lo previsto hace dos meses.

Donde se deja notar el renovado efecto deflacionista de la debacle del petróleo es en las proyecciones de inflación, que Yellen y sus chicos observan en el 1,6% el próximo año, una décima menos de lo previsto en septiembre. La inflación subyacente, que elimina la volatilidad de los precios energéticos y de los alimentos, se moverá en una media del 1,6%, también sufriendo un recorte de aproximadamente una décima. En los próximo tres años, el banco central estadounidense sitúa sus tipos de interés en el 3,5%, las tasa de paro en el 4,9% y el PIB expandiéndose a un ritmo del 2%. Según sus cálculos, las inflación no recuperará el objetivo del 2% hasta 2018.

"Los riesgos para la economía global persisten" dijo Yellen al responder una de las preguntas de los periodistas presentes en la sede de la Reserva Federal. La guardiana que vela por la política monetaria de la mayor economía del mundo hizo gala de su plumaje de paloma al reiterar que la subida aprobada ayer y que será implementada a partir de hoy ha sido sólo de 25 puntos básicos al mismo tiempo que reiteró su "confianza en que el proceso de normalización será fluido". De momento, el FOMC espera no poner a dieta el tamaño de su balance "hasta que la normalización de los tipos sobre los fondos federales esté en marcha durante algún tiempo".

Emergentes, deuda, Wall Street y recesión


"Como ya ocurrió en el comunicado de la reunión del 27 y el 28 de octubre, el mensaje de ayer mostró un tono extremadamente optimista sobre las perspectivas económicas en EEUU", dijo Joseph LaVorgna, economista jefe para EEUU de Deutsche Bank en Nueva York. Aún así, este experto incidió en la rebaja realizada sobre las expectativas de inflación, algo que indica que los funcionarios del banco central estadounidenses se mantienen algo más preocupados por las expectativas a medio plazo. Dicho esto, LaVorgna interpretó las palabras empleadas en el comunicado como suficientes "para esperar más subidas de las previstas en 2016".

Por su parte, Steven Hess, vicepresidente de Moody's Investors Service, aclaró que la subida de 25 puntos básicos tendrá un "impacto limitado" en la economía de EEUU mientras que en los mercados emergentes "los riesgos son mayores". Entre ellos mencionó Rusia, Brasil o Turquía, donde los colchones y el margen de maniobra es limitado en el caso de que se produzcan fugas de capital en los próximos meses. En su rueda de prensa, Yellen quitó importancia a los cierres que están sufriendo algunos fondos relacionados con la deuda de alta rentabilidad y los bonos basura, como Third Avenue Management, al que se refirió como una gestora atípica.

Para Sam Stovall, estratega jefe de S&P Capital IQ, Wall Street "respiró aliviado" tras la decisión de la Fed a medida que espera cuatro subidas de un cuarto de punto porcentual el año que viene. "Esperamos que haber despejado la incertidumbre cementará el camino para una tendencia alcista de cara a finales de año", explicó. Aún así Stovall dejó claro que "si el rally no termina de materializarse se cumplirá aquello de que si Santa Claus no llega, los osos llegarán a Wall Street", en referencia al dicho en inglés If Santa Claus should fail to call, bears may come to Broad and Wall.

Previamente, en una entrevista con Bloomberg, el multimillonario Sam Zell, afirmó que la decisión de la Fed llega tarde y atisbó "una recesión en los próximos 12 meses". "Esta economía está más cerca de caer que de subir", dijo incidiendo en las altas probabilidades de una recesión en el próximo año.

Desde J.P. Morgan, sus economistas Michael Feroli, Daniel Silver, Jesse Edgerton y Robert Mellman avisaron en un informe reciente que "la probabilidad de una recesión durante los próximos tres años ha aumentado hasta un 76%". "Nuestros indicadores a largo plazo continúan sugiriendo que existe un elevado riesgo de que la expansión económica esté llegando a su fin", aseguraron al recordar que la actividad manufacturera en EEUU se ha contraído, lo que podría jugar en detrimento del sector servicios. Para los estrategas de Citi existen un 65% de probabilidades de una recesión para la mayor economía del mundo en 2016.

No hay comentarios:

Publicar un comentario