Para quienes no le conozcan, Jürgen B. Donges es un economista sevillano de origen alemán que es profesor emérito de la Universidad de Colonia y que sirvió entre 1992 y 2002 en el Consejo Alemán de Expertos Económicos, tambien conocidos como los "cinco (economistas) sabios" o "expertos para la evaluación del desarrollo económico general", órgano que Donges, dentro de su largo currículum, presidió del 2000 al 2002; hoy dirige el Instituto de Política Económica de Colonia y está en esa feria de vanidades que es el circuito de confereciantes económicos, en que hace un poco de Savonarola de nuestra rica casta política globalizada.
En una reciente conferencia suya en la Funcación Rafael del Pino, institución que siempre nos otorga personajes del "candelabro", dijo una larga serie de errores que lamentablemente no los podemos tratar todos, alguno bastante grave como su oposición al Euro, sin el cual no hay verdadero Mercado Único. Su conferencia, sobre confusiones establecidas, la estructuró en tres partes, pudiendo solo centrarme más en la que habla de deflación, que es en la que mete más la pata.
El estancamiento secular
Niega que lo habrá y confía en la capacidad de la Oferta para sacarnos de la crisis. Y sí, la "acción humana" - hermosa expresión cuando es referida sobre todo a los particulares - nos sacará de esta, el problema es el interin. Empieza zurrando bien a los "keynesianos" (en sentido dogmático, no científico) por pedir más gasto y más endeudamiento que, listillos ellos, se han apuntado rapidito al mantra del estancamiento secular, como el padre de la cirisis del 2008 (lo vimos aquí), Mr. Larry Summers, que escribe un paper, que no comentó, con proyecciones insuficientemente explicadas para justificar más gasto y endeudamiento público.
El problema de Donges es que obvia la necesidad de ciclos largos que generen procesos seculares de crecimiento
El problema de Donges es que obvia la necesidad de ciclos largos que generen procesos seculares de crecimiento, sin los cuales la economía entra en lo que he llamado "Economía Estacionaria" (enlace a borrador, con errores de redacción, de enero de 2010), que se tornaría en estancamiento global en el momento en que el desarrollo economico sea similar entre las principales áreas económicas. Donges, como nuchos, al no entender los ciclos largos, no entiende la deflación, que es la última fase de los mismos.
Como ilustración del actual ciclo largo, recomiendo el video de este enlace donde se habla del "motor" del mismo y que data de 1978, momento de mayor desequilibro entre Oferta y Demanda cuando la inflación estaba en máximos, aunque ya se incubaba la solución a dicho problema. Por cierto, los niños del spot son Generación X, esos a los que se pretende que los Milenials les enseñen larevolución digital y tal, cuando la han mamado desde el principio; pero así vamos, con malos inventos quejándonos de que las cosas no mejoran.
También es útil, para entender el actual proceso deflacionario, tomar un producto emblemático, por ejemplo un teléfono móvil reciente y ver como ha machacado a la oferta de mapas, tomtoms, linternas, cámaras de video y fotografía, agendas, calendarios, grabadoras, radios y un largo etcétera. La crisis de demanda de dichos productos y su ajuste sectorial ha liberado y libera recursos (mano de obra, instalaciones, maquinaria, terrenos, distribución, etc), que a su vez abaratan más la Oferta y que, con la globalización y cambios equivalentes en otros sectores, extienden el proceso en el espacio y el tiempo creando una espiral deflacionaria que, de momento y si no se hacen tonterías como incentivar el proceso de devaluación interna (tema que anlizamos), es suave y todo como parte de un ciclo largo que empezó con un "simple" transistor.
Donges cree que la "revolución digital" nos sacará de esta; pues no, ya que esa supuesta revoluvión nos es más que otro desarrollo terminal de un mismo ciclo largo, cuya deflación (que él niega) en nuestro país la ilustra nuestra gráfica de IPC.
El riesgo de espiral deflacionaria.
Aquí es donde peor se le da pues, además de pontificar, se le nota demasiado que no se ha hecho los deberes y encima enfatiza en que "todo lo que tenemos no casa con lo que es deflación", cuando lo que nos ocurre es justamente lo contrario. El profesor Donges es un caso interesante porque nos sirve para aclarar casi todos los errores de los negacioncitas de la deflación y las confusiones establecidas sobre ese fenómeno capital de nuestro tiempo, cosa que haremos usando sus expresiones textuales.
"La única vez que ha habido deflación en los países avanzados fue de 1929 a 1932" (min 22:30). Falso. Para empezar que fue, como mínimo, del 30 al 41, salvo en la Alemania nazi, pero es que además hay otros cuatro casos clásicos que pueden ver en la siguiente gráfica; es cierto que en ella solo aparece Estados Unidos, pero se debe a que, para estudiar el ciclo largo (inflación, tipos de interés, velocidad del dinero, ciclos de la bolsa, distribución de la renta, etc.), es el país (hay otros) que me era más fácil desde el punto de vista estadístico, aparte de que primum vivere deinde philosophari. Luego está Japón, que si su problema secular no es deflacionario, ya me dirán (también lo hemos tratado).
Es una lástima que el profesor, que puede tutorar tesis de grado y tiene relaciones con universidades e institutos, sí podría estudiar la deflación para otros países, siendo el caso más fácil el período posterior a la Larga Depresión (1875-1904), que todos los que hemos estudiado correctamente la deflación lo conocemos y además no hay dudas sobre quién es un país industrial (o "avanzado") y quién no.
"La evidencia, los datos, no es compatible con esa afirmación (riesgo de espiral deflacionaria)". Qué datos, ¿los de la primera gráfica? Lo que ocurre es que el profesor desconoce que la deflación es un estado sistémico donde lo normal es que se produzcan IPCs negativos de forma intermitente (ver gráfica anterior) y él solo coge el que le interesa: la zona Euro, que también lo muestra pero de poquito, de momento. ¿O acaso España con sus "exportaciones" (bienes, turismo, etc.) no afecta a Italia, ésta a Francia y Francia, cuando termine de espabilar, afectará a Alemania, que suerte tienen del euro que él detesta?
Más: en deflación, "el consumo (de particulares) se contraería". Falso, los casos de la gráfica anterior así lo indican (hay mucha literatura); o el caso español. Lo que ocurre con el Consumo es algo más interesante, de Micro con efectos Macro, de Teoría del Bienestar, y es que la deflación, con su efecto en las expectativas del consumidor sobre los precios (plural), produce una alteración nueva y continua de la jerarquía de sus preferencias, retrasando unas compras unas veces y otras, otras,siendo el consumidor quien tiene el poder de contratación.
Lamentablemente, esa dinámica no la ha visto ni la entiende, como la mayoría de los economistas del Establishment, aparte que eso de que "el consumidor retrasa las comparas continuamente" (las importantes, parece decir), ocurre solo si se da una espiral deflacionaria virulenta, no como la actual, que es suave y donde el consumidor, "termina" consumiendo.
Más: en deflación "el paro laboral aumenta". Falso. De nuevo, los casos anteriores (primera gráfica) lo niegan. Luego dice que la inversión empresarial cae con la deflación; pues no, depende y en España tenemos el caso de la revolución deflacionaria del sector retail, donde hay fuertes inversiones con deflación. Lo que tendría que preguntarse es "cómo de virulenta sería la espiral deflacionaria en España si no hubiera expansión."; la expansión con deflación también la tratamos al valorar a Draghi. No podemos entrar en sus errores monetarios (¿Dinero bajo el colchón sin deflación? Raro) pero que diga que el tipo de interés (¿nominal?) debería ser 2,5% sin justificarlo, cuando se puede, no es tolerable.
No se pueden poner más cargas fiscales a los consumindores, y mucho menos subir el IVA
La acción inhumana
La verdad es que sería para estar hablando horas de dicha conferencia pero terminaré con algo capital y es que no se pueden poner más cargas fiscales a los consumindores, y mucho menos subir el IVA, como aquí o la "última" locura japonesa que les volvió a meter en depresión (recesión + deflación) Se ha de seguir sin perturbar al consumidor con "cambios" que solo tienen marcha atrás, manteniendo la senda de creación de empleo, pues son los países con paro bajo, Alemania o Estados Unidos, los que evitan la deflación, de momento; lamentablemente, aquí el empleo es secundario y no salimos del mesianismo político.
El profesor Donges cumplió su papel, sobre todo en los 90's, y acierta en el tema de la deuda pública, aunque no llega a lo calve: su peso con deflación. En todo caso, al menos a diferencia de los economistas del Pa-Ri-Pe (Pablo-Rivera-Pedro) tiene claro la importancia de la consolidación fiscal, cerrando muy bien su conferencia, lo cual no quita el temor de que las ideas de unos y otro nos saquen del Euro y traigan algo terribe y mucho peor: la hiperinflación, cuyos casos relevantes hemos visto aquí (Rusia, Polonia, Truquía, Chile, Brasil, Perú, Ucrania, Bulgaria,Alemania, etc.)
No tengo el gusto de conocer a Jürgen Donges, pero a lo largo de este extenso artículo siempre ha estado presente aquella expresión de amicus Plato, sed magis amica veritas pues, sin una buena aproximación a la Verdad, el riesgo de terminar en la peor de las situaciones es bastante alto, ya que la deflación no admite errores. Dejemos pues de lado nuestras afinidades personales o ideológicas y ataquemos de forma realista un problema crucial que podría estar con nosotros una generación y al que se puede y debe vencer.
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