No ha logrado ni animar las bolsas, ni la paridad, ni normalizar la inflación
Ayer nos sorprendió el señor Draghi con una serie de medidas encaminadas a intentar dinamizar el crecimiento de la zona euro. ¿Serán eficaces esta vez? Antes de analizarlas, revisemos primero los efectos del programa de compra de activos (QE) por parte del BCE desde noviembre del 2014 hasta el día de hoy.
En cuanto a los activos financieros, podemos resumir que las bolsas no han subido nada o incluso han bajado ligeramente. Especialmente grave ha sido el comportamiento del índice sectorial de bancos. En el crédito corporativo, tenemos a los índices de deuda IG (deuda con calificación de inversión) que apenas han variado, mientras que la deuda sénior de los bancos ha sufrido caída de precio (subida de rentabilidad) y el índice de deuda HY (High Yield o bonos basura) ha pasado de estar a Euribor +350 puntos básicos a +530 puntos básicos.
Respecto a la divisa, y concretamente al efecto deseado de la paridad contra el dólar, afirmo que el efecto ha sido nulo, o incluso de cierta revalorización del euro. Eso sí, una clara mejoría en los rendimientos de la deuda pública. Por ejemplo, el bono español a 5 años bajó su rendimiento cerca de un punto, hasta el 0,37% actual. Los tramos de la deuda pública europea más cortos se encuentran en territorio negativo, por ejemplo el bono alemán a 2 años está por debajo del -0,50%. Una burbuja que se va a estudiar en los manuales de economía.
Por el lado de la economía real se comprueba que tanto la inflación como sus expectativas futuras no han hecho más que bajar, si bien en este caso siempre le podemos echar la culpa al shock externo de precios pagados a los bienes importados, y en especial al petróleo.
Empezamos a observar una cierta recuperación en los precios inmobiliarios, así como en el endeudamiento de las empresas y de los hogares, los cuales hasta entonces se estaban desapalancando a un fuerte ritmo. Cambia el sesgo en el empleo, mejorando sin afectar a la paulatina bajada de los salarios.
En el anuncio de hoy, el BCE ha aplicado más de lo mismo, y en concreto baja los tipos del 0,05% al 0%, y pasa del -0,30% al -0,40% los tipos que cobra a los bancos por el exceso de liquidez en el BCE. Han pasado de unos 100.000 millones a 700.000 millones de euros en el periodo. Igualmente, aumenta desde los 60.000 millones a 80.000 millones de euros el importe de compra de activos mensualmente, aunque aquí introduce alguna variación, incluyendo dentro de los activos elegibles los bonos de entidades no bancarias, (deuda corporativa) con calificación de Investment Grade.
Además, vuelve a introducir la operación TLTRO (Target Long Term Refinancing Operations) en donde anuncia un objetivo de adjudicación de liquidez a los bancos de hasta 1,7 trillón, en 4 operaciones con un plazo de 4 años. El tipo de liquidez será el mismo que el que pagan por el exceso de liquidez, es decir, -0,40%.
Los primeros efectos han sido los deseados, subiendo inicialmente tanto las bolsas (+2,5% Euro Stoxx 50), especialmente el sectorial de bancos (+6,5%), como los bonos, tanto los de empresas como la deuda pública, en especial los tramos más largos de los países periféricos. Aunque finalmente la mayoría han perdido más de lo que habían subido con el anuncio de las medidas.
Me aventuraría a decir que los efectos tanto sobre los activos financieros como sobre la economía real van a ser más bien nimios. Mientras los efectos perniciosos de "segunda ronda" a la sombra de la masiva intervención en los mercados, podríamos hablar de nacionalización monetizada, se nos puede volver en contra más pronto que tarde.
Volviendo al sector bancario, encontramos que a la falta de márgenes recurrentes ahora todavía hay que añadirle un nuevo competidor en el crédito corporativo, el propio BCE. El seguro incremento en sus carteras de deuda pública, financiándola al citado -0,40%, perjudicará de nuevo al ahorrador/inversor, llámese este particular, plan de pensiones, compañía aseguradora o como cada uno prefiera. Estos verán como descienden de nuevo sus retornos. De todos los movimientos del día, destacaríamos la apreciación del euro, el primer gran fallo de la inutilidad de la política monetaria vigente. Pan para hoy y crash para mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario