Tyler A. Watts
A los políticos demagogos les encanta jugar con los miedos populares de que los extranjeros con bajos salarios están “robando” los trabajos estadounidenses bien pagados por medio de la externalización y la globalización. La afirmación la realizan nativistas y proteccionistas de todo el espectro político, ya sean izquierdistas quejándose por una “economía amañada” o derechistas hablando de otros países “derrotándonos”.
Un análisis económico sólido de la afirmación acerca de pérdidas de empleo debido al comercio internacional debería ocuparse de dos preguntas: Primera, ¿es verdad que EEUU ha perdido empleos debido al comercio (u otros factores)? Segundo, ¿es este fenómeno bueno o malo en general para EEUU y las economías mundiales?
Sobre el primer punto, puede parecer que EEUU ha perdido empleos. Por ejemplo, como muestra el Gráfico 1, el empleo en manufacturas en EEUU ha disminuido en torno a 2 millones desde los niveles anteriores a la Gran Recesión y está 7 millones por debajo o un 37% respecto del máximo histórico, alcanzado en 1979.
Gráfico 1: Empleo total en manufacturas, 1940-2016
Fuente: Datos económicos de la Reserva Federal
A pesar de estos hechos en general positivos, algunos siguen diciendo que hemos remplazado “buenos” trabajos de manufacturas por malos trabajos en el sector servicios. Bueno, por supuesto debe ser verdad que, si hemos perdido trabajos de manufacturas, pero ganado trabajos en general, todas las ganancias en trabajos deben haber venido de sectores no manufactureros. Y realmente el sector servicios, definido ampliamente, ha visto un crecimiento del empleo del 90% desde nuestro punto de partida de 1979. Pero cuidado con hacer suposiciones apresuradas con respecto a las ganancias acerca de un sector que emplea a 124 millones de personas. Para ver si los trabajos recién creados del “sector servicios” realmente no pagan tan bien como los cacareados trabajos en manufacturas, tenemos que indagar en los datos de empleo y ganancias. Lo que encontraremos es que una gran mayoría de los nuevos trabajos del sector servicios pagan tan bien o mucho mejor que los trabajos en manufacturas.
La Tabla 1 presenta datos de la Oficina de Estadísticas Laborales en los 15 sectores y subsectores más importantes de la economía de EEUU, que representan juntos más del 96% del aumento neto total en empleo con nómina para la era de trabajo manufacturero después del pico (1979 a 2016). Esto podría resultar una sorpresa para la masa antiglobalización: a pesar de la pérdida de 7 millones de trabajos manufactureros (y algunos trabajos en los sectores minero, forestal y de servicios públicos), hemos visto un aumento neto de casi 53 millones de trabajos totales. De esto trabajos netos nuevos, todo un 62% de ello muestran, en enero de 2016, ganancias medias por hora iguales o mayores que las ganancias manufactureras medias actuales por hora. En otras palabras, la mayoría de los 53 millones de trabajos nuevos pagan salarios iguales o mejores que los “buenos” trabajo en las manufacturas de la referencia de los demagogos. Así que perdimos 7 millones de buenos empleos solo para conseguir unos 32 millones de empleos igual o mejor pagados, junto con 19 millones de trabajos peor pagados (aproximadamente un 38% de los nuevos empleos netos pagan menos que las manufacturas).
Tabla 1: Cambios en el empleo y ganancias actuales por sector
Fuente: Oficina de Estadísticas Laborales
Hemos establecido que, a pesar de una gran disminución en el empleo en el sector manufacturero, hemos conseguido más empleos de los que hemos perdido en los últimos 35 años aproximadamente y que la mayoría de estos nuevos trabajos pagan mejor desde el principio. Los cambios económicos, aunque sean dolorosos a corto plazo, han producido ganancias en producción y empleo, no solo para EEUU, sino también para el resto del mundo. En general, es una buena noticia para EEUU y las economías mundiales.
Así que, a medida que se calienta la campaña electoral, que no nos engañen con argumentos sin justificación acerca de Estados Unidos “perdiendo empleos” u otros países “derrotándonos” en el comercio. El comercio es un juego de suma positiva y los beneficios tanto para EEUU como para las economías mundiales, son, digamos lo que digamos, “enormes”.
Publicado originalmente el 15 de marzo de 2016. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.
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