Últimamente me he estado preguntando cómo mi vecino, Sam, pude comprar tantas cosas. Parece tener un presupuesto ilimitado. Cuando le pregunté por esto, Sam me preguntó: “¿Crees que estoy gastando demasiado?”
“Depende”, dije, “¿Cuánto ganas?” “Llevo a casa 100.000$ al año”.
Eso me sorprendió. Yo diría que está gastando más que eso. Pero traté de ser alentador: “Eso suena a una buena renta. Con un poco de planificación, deberías poder presupuestar tu gasto y ser financieramente estable”.
“Pero mis finanzas son un desastre”, contestó Sam. “Gasto más de lo que llevo a casa. El año pasado tuve que pedir prestaos 12.000$ solo para cubrir mis gastos”.
“Bueno, tal vez las cosas mejoren este año”, dije, esperando que los asuntos del gasto de Sam fueran un problema de un año.
“No”, replicó Sam. “En realidad, en los tres primeros meses de este año, ya he gastado 19.000$ más de los que he ganado. Parece que mi déficit presupuestario este año será mucho peor que el del año pasado”.
Ahora me estaba empezando a preocupar. “¿Has estado tomando prestado dinero para cubrir tus gastos durante mucho tiempo?”
“Oh, sí. Tengo un montón de deudas. Parte del problema es que me debo 150.000$”.
Dudé si Sam se estaba expresando mal: “Espera, espera, espera, ¿te debes 150.000$? ¿Por qué piensas que estás en deuda contigo mismo?”
“Verás, a lo largo de los años me prometí que iba a usar mis nóminas para pagar un fondo para la educación de mi hijo, pero en lugar de gastar 150.000$ en universidades, gasté el dinero en otras cosas. Así que me imagino que me debo este dinero de forma que pueda pagar las matrículas de la universidad de mi hijo”.
Evidentemente, Sam no entiende la definición de la palabra “deuda”.
Traté de ser educado en mi respuesta: “Eso no tiene sentido. Es verdad que has tomado algunas decisiones horribles con respecto a tu gasto, pero es ridículo afirmar que te debes dinero. Hay deuda cuando una persona debe dinero a otra. Que hayas cambiado de idea sobre cómo gastar tus nóminas no quiere decir que te hayas prestado a ti mismo. Así que lo primero que tienes que hacer es pensar claramente acerca de la cantidad de deuda que tienes. No te debes ningún dinero. Ahora, olvidando esta ridícula idea de autodeuda, ¿cuánto debes?”
“Vale, creo que te entiendo. Hablemos solo del resto de mi deuda. Debo a varios bancos unos 420.000$. Esta deuda es más de cuatro veces el dinero que llevo a casa”.
Sam miente a menudo acerca de sus ingresos y gastos, pero siempre subestima su problema presupuestario. Si está mintiendo ahora, puedo estar seguro de que el problema es aún mayor de lo que dice. Quería más información.
“Es una relación bastante alta entre deuda e ingreso. Pero eso podría ser algo manejable, aunque poco sensato, si has tomado prestado a tipos bajos de interés”.
“Tengo buenas noticias y malas noticias”, dijo Sam. “Los tipos de interés son bajos. De hecho, en los últimos catorce años mi deuda se ha cuadruplicado, pero mis pagos de intereses han aumentado menos del 50%. Eso se debe a que los tipos de interés se han desplomado durante ese periodo. ¿No son buenas noticias?”
“Supongo, ¿pero sabes que los tipos de interés van a aumentar en los próximos años?”
“Sí, esas son las malas noticias. En el año pasado solo pagué 7.000$ de intereses, pero en diez años mi deuda aumentará en más de un 50% y posiblemente mucho más y con tipos altos de interés espero estar pagando al menos cuatro o cinco veces esa cantidad anual en intereses”.
“Es un problema enorme. Así que para poder pagar tus préstamos supongo que habrás tomado algunos préstamos a largo plazo”.
“No, no, no. Para aprovechar los tipos bajos de interés, la mayoría de mis préstamos son a corto plazo. Renuevo mis préstamos rápidamente. En el pasado año, mis pagos de principales sobre estos préstamos totalizador 207.000$”.
“Déjame que lo diga directamente. ¿Tus pagos de préstamos, incluyendo principal e interés, están muy por encima del doble de lo que llevas a casa?”
“Sí, llevo a casa poco más de 8.000$ mensuales y mis pagos de préstamos son de más de 17.000$ mensuales. Pero no hay problema. En el pasado año pedí prestados 223.000$ para cubrirlo todo”.
Sorprendido, le dije: “¿Cómo puedes decir que tomar prestado más del doble de tus ingresos no es un problema?”
“Simplemente tomo prestado el dinero que necesito para pagar mis préstamos. Nunca liquido ningún préstamo. He estado haciendo esto durante años, desde que empecé a gastar más de lo que gano”.
“Vale. La mayoría de lo que tomas prestado va a cubrir tus pagos de principales e intereses cada vez más grandes. Y al aumentar los tipos de interés, los pagos de intereses se convertirán en un mayor porcentaje de tu gasto. Cuando eso ocurra, tu deuda total aumentará más rápidamente que tu ingreso. ¿Cuál es tu plan, digamos en los próximos diez años, para corregir esta situación?”
“Bueno, no tengo un plan para corregir nada, porque no veo cómo puedo recortar mis gastos”.
“¿Qué pasa si los bancos dejan de prestarte dinero para pagar tus préstamos? ¿Qué pasa entonces?”
“Supongo que estoy suponiendo que eso no va a pasar”.
La situación del presupuesto de Sam en cifras reales
Si uno de nuestros vecinos gestionara así su dinero, concluiríamos evidentemente que el tipo está loco. No podría funcionar un plan así. Los prestamistas acabarían rechazando financiar el gasto de Sam.
Sin embargo la situación de Sam se parece mucho al plan presupuestario del gobierno federal. Echad un ojo a alguna información del reciente presupuesto federal y algunas proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso:
- En el AF (año fiscal) 2015, los federales tenían un déficit presupuestario, contando solo deuda en posesión de la gente, de 339.000 millones de dólares, lo cual es aproximadamente un 10% de sus ingresos fiscales de 3,25 billones de dólares. El déficit ha estado disminuyendo en los últimos años, pero eso está cambiando ahora mismo.
- De hecho, en los tres primeros meses del AF 2106, según el Departamento del Tesoro, la deuda federal en poder del público aumentó en 548.000 millones de dólares. Es verdad que parte de esta deuda se debía al hecho de que los federales estuvieron alterando la contabilidad en el AF 2015 cuando llegaron al límite de deuda. Aun así, el déficit del primer trimestre de 2016 ya es un 60% mayor que el déficit total de 2015.
- El gobierno federal afirma deberse más de 5 billones de dólares (lo llaman aquí deuda intragubernamental). Estos 5 billones representan ingresos fiscales que están destinados a programas concretos de gasto, como la Seguridad Social, pero se gastan en otros programas. Como los federales recaudan impuestos para pagar la Seguridad Social, pero gastan el dinero en otra cosa, concluyen que se lo deben a sí mismos para recaudar de nuevo estos ingresos fiscales. Esa es la esencia de la deuda intragubernamental. No deberíamos contar esto como deuda. Demos al Departamento del Tesoro crédito por ignorar este tipo de deuda en sus Declaraciones Diarias de Tesorería y en sus informes de deuda de fin de año.
- El 30 de septiembre de 2015, los federales tenían 13,1 billones de dólares de deuda en poder del público. Los ingresos fiscales del AF 2015 totalizaron 3,248 billones de dólares. Igual que Sam, el gobierno tiene una relación de deuda con ingresos fiscales de 4 a 1.
- En los últimos catorce años, desde el 30 de septiembre de 2001 (el inicio del primer presupuesto de George Bush) al 30 de septiembre de 2015 (el fin del sexto presupuesto de Barack Obama), la deuda con el público aumentó de 3,3393 billones de dólares a 13,1238 billones. Es un aumento del 293%.
- Según las Declaraciones Diarias del Tesoro, en los pasados catorce años, los intereses sobre los valores del Tesoro aumentaron de 162.500 millones de dólares en el AF 2001 a 233.000 en el AF 2015. Es un aumento del 44% durante el mismo periodo en que la deuda federal debida al público casi se cuadruplicó.
- En el AF 2015, de nuevo de acuerdo con las Declaraciones Diarias del Tesoro, los federales tomaron prestados 7,2514 billones de dólares (ver las Emisiones de Efectivo de Deuda Pública en septiembre de 2015), una media de casi 20.000 millones de dólares diarios. Gastaron 6,7403 billones de dólares de estos préstamos refinanciando su deuda. Así que los pagos de federales de principales e intereses son más del doble que los ingresos fiscales federales.
- Según las proyecciones de referencia de la Oficina del Presupuesto del Congreso, la deuda en poder del público en 2025 debería exceder los 21 billones de dólares y durante ese tiempo se espera que los tipos de interés aumenten. Los tipos de interés se han mantenido artificialmente bajos durante años. Si los tipos de interés vuelven a un nivel más normal, digamos a los tipos que se pagaban cuando George Bush asumió el cargo hace quince años, entonces los pagos de intereses en 2025 excederían los 1,2 billones de dólares. Aquí debería señalarse que las proyecciones presupuestarias de referencia son optimistas. Deberíamos esperar que la situación de la deuda en 2025 sea significativamente peor que estas proyecciones.
La deuda del gobierno federal ha explotado bajo las administraciones Bush y Obama. Los bajos pagos de intereses debido a los bajos tipos de interés han enmascarado sus problemas presupuestarios. Al aumentar los tipos de interés y los gatos en programas de prestaciones como la Seguridad Social, el problema presupuestario se complicará.
El plan del gobierno es tomar prestado todo el dinero que necesita para abonar todos sus pagos de principal e intereses y pagar también los déficits presupuestarios en sus programas de gastos. La pregunta que deberíamos hacer es: ¿Qué va a pasar cuando los prestamistas del mundo rechacen refinanciar los planes de gasto de Washington?
Publicado originalmente el 3 de marzo de 2016. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.
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