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viernes, 4 de marzo de 2016

¿Por qué hay escasez de dólares en el mundo en 2016? El juego de la inflación de las elites – Jim Rickards

Billetes de 100 dólares


(OroyFinanzas.com) – El mundo tiene escasez de dólares y todos los días esa escasez está empeorando. Puede sonar sorprendente ya que la Reserva Federal-Fed (el Banco Central de Estados Unidos) ha creado 3,4 billones (3 veces el PIB de España) de nuevos dólares entre 2008 y 2015. Entonces cómo es posible que haya una escasez de dólares. La respuesta es que por cada dólar impreso se han creado 20 dólares de deuda nueva comenta Jim Rickards.
El McKinsey Global Institute estima que la deuda global ha aumentado en 57 billones de 2007 a 2014. No toda esta deuda está denominada en dólares, hay una parte en euros, yenes y yuanes, pero aún así el exceso de deuda denominada en dólares es enorme.
El Bank for International Settlements-BIS (Banco Internacional de Pagos de Basilea, el banco central de los bancos centrales) estima que hay 9 billones de deuda denominada en dólares de deuda corporativa emitida por prestatarios (los receptores de crédito) en mercados emergentes. El Financial Times reporta que las empresas de energía han emitido más de 5 billones de dólares de títulos de deuda en dólares desde 2010, principalmente para la expansión de la industria del fracking.
Desde 2009 se ha creado mucha más deuda denominada en dólares que nuevos dólares y por eso hay escasez de dólares.
La deuda es manejable si se puede refinanciar (roll over en inglés) o pagar con beneficios en un entorno de crecimiento económico. Los Estados Unidos no han pagado su deuda desde 1835, pero la ha refinanciado con nueva deuda.La mayoría de los países y empresas hacen lo mismo.
Pero en una depresión del crecimiento, como en la que ha estado el mundo desde 2009, y con una posible recesión en EE.UU. (con un crecimiento negativo en Rusia, Japón y Brasil y cerca de alcanzar China, Canadá y otros países) el pago de la deuda se hace más problemático.
La refinanciación de la deuda obliga a los nuevos o existentes inversores asumir nueva deuda en vez de recibir efectivo. Para los deudores de mercados emergentes esto significa que hacen falta flujos de entrada de inversores estadounidenses (y otros con acceso a a dólares incluyendo a bancos europeos y fondos de inversión soberanos). Pero los flujos de dinero se han agotado. La política de la Fed de aumentar los tipos de interés de referencia, que hace al dólar más fuerte, ha generado que los flujos de inversión se hayan revertido. Los inversores están abandonado los mercados emergentes y volviendo a los Estados Unidos para la deuda pública estadounidense (Treasury securities).
En el sector de la energía la burbujda de la deuda ha tenido su propia dinámica. El colapso del precio del petróleo desde mediados de 2014 ha hecho que los proyectos de esquisto (shale en inglés) ya no sean económicos. A corto plazo los contratos de cobertura cerrados por los productores y el aumento de la producción han generado suficientes ingresos para cubrir el pago de la deuda. Pero ahora los contratos de cobertura ya se han agotado, las reservas se están agotando y las nueves fuentes no son económicas. Se espera un tsunami de bancarrotas en el próximo año.

¿Cómo están las reservas de divisas de los bancos centrales y fondos soberanos?

El FMI reporta que de todas las reservas de divisas de sus países miembros a 30 de septiembre 2015 había reservas de divisas de 11,2 billones de dólares. Un 60%, unos 6,9 billones, son en dólares. Son reservas importantes para pagar deuda denominada en dólares, pero el problema es que la gran mayoría de esas reservas están concentradas en tres países – China, Japón y Taiwan. La deuda denominada en dólares está más distribuida entre países como Brasil, Turquía, Indonesia, Rusia, Sud África y muchos otros. Hay un desfase importante entre los tenedores de las reservas de divisas y los que la puedan necesitar. El FMI puede compensar parte de este desfase para la deuda soberana de estos países denominada en dólares, pero no puede dedicarse a resolver los problemas de la deuda corporativa.
Una de las razones por las que podríamos ver la próxima gran crisis financiera es el desfase entre el inventario de deuda denominada en dólares y los flujos de inversión en dólares necesarios para servir esa deuda. La Fed hace mucho daño con un dólar fuerte y su plan de aumentar los tipos.

¿Qué puede pasar con el dólar desde aquí?

La única solución es un solido crecimiento, la expansión del crédito, restructuraciones, inflación o una combinación de varias de estas posibilidades.
El crecimiento económico en todo el mundo es timido o inexistente por la falta de reformas estructurales (reducción de impuestos, cambios regulatorios, mobilidad laboral, etc.)
La expansión del crédito se ha reducido por la política monetaria restrictiva de la Fed desde mayo 2013 en varias fases. Primero Ben Bernanke hablaba de “tapering” (de frenar) en mayo 2013, después realmente frenó la compra de deuda estadounidense con su programa de QE hasta finales de 2014 y el paso final fue acabar con el forward guidance en marzo 2015 y la subida de tipos en diciembre 2015. La política monetaria no funciona de forma inmediata y sus efectos se notan con retraso y ahora los estamos notando en medio de un colapso del crecimiento económico global.
La restructuración de la deuda es posible, pero las elites de los bancos y aseguradoras que tienen esa deuda como parte de su balance no quieren que esto pase. Las elites prefieren que el coste de esta deuda se distribuya entre los ciudadanos y para conseguir eso quieren que haya inflación.
La inflación es la solución preferida de las elites para toda esta deuda que no se puede pagar. Al inflacionar el valor del dólar, los deudores pueden pagarel valor nominal de la deuda a un coste real mucho más bajo en términos reales. La inflación le quita dinero a los ahorradores e inversores (esto incluye gobiernos y empresas). Los bancos y las elites no sufren por que se preparan con otros activos, en muchos casos activos reales como el oro de inversión tal como lo hacen los bancos centrales de Rusia y China. Solo la gente normal paga el precio de la inflación.
El problema para los bancos centrales es que llevan siete años intentando crear inflación y han fracasado por ahora. No ha sido por falta de ganas de imprimir más dinero, sino por ahora no ha funcionado por que los bancos no quieren prestar y los prestatarios no quieren gastar.
No hay caminos garantizados para conseguir la inflación que buscan los bancos centrales, pero al final llegará. No ha llegado todavía, y no llegará todo de golpe, pero está de camino. Quizás no vaya a venir de todo el dinero que imprimen los bancos centrales y venga de programas de gasto y ayuda o la monetización de la deuda como próximo paso.


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