Mark Thornton
[Discurso realizado en The Economic Recovery: Washington’s Big Lie, la cumbre de simpatizantes del Instituto Ludwig von Mises el 8 de octubre de 2010]
Ben Bernanke el hombre que se supone que es hoy el salvador de la economía, estuvo en realidad profundamente implicado en crear la burbuja inmobiliaria, animando a la gente a invertir en activos tóxicos y orquestando la ocultación después de que se desmoronara la burbuja. Ahora está hinchando la economía hacia la depresión. Igual que su predecesor Greenspan, sus declaraciones están llenas de equivocaciones, complicaciones y afirmaciones incoherentes, todas pensadas para ocultar el papel de la Fed en la calamidad económica.
Ben Bernanke fue a la Universidad de Harvard, donde recibió su grado en economía. Luego fue a la escuela de posgrado en el Massachusetts Institute of Technology, el MIT, donde recibió su doctorado en economía. Su director de tesos fue Stanley Fischer y su tribunal estaba compuesto por Fischer, Rudiger Dornbusch y Robert Solow, ganador del premio Nobel. (También dio las gracias a los profesores de la Universidad de Harvard, Dale Jorgenson and Peter Diamond [premio Nobel en 2010] en su disertación). Podemos estar seguros de que tuvo una educación de élite en economía dominante.
Bernanke ha enseñado en las universidades de Stanford, Nueva York y Princeton, donde fue presidente del departamento de 1996 a 2002. Bernanke ha escrito libros importantes de texto, ha trabajado como director de economía monetaria en la Oficina Nacional de Investigación Económica y fue editor de la American Economic Review. Sigue siendo considerado uno de los 20 autores principales de todos los tiempos [en el momento de escribir el artículo] en revistas económicas académicas a pesar de haber estado fuera de la universidad desde hace casi una década.
Benanke fue nombrado como miembro del Consejo de Gobernadores de la Reserva Federal en 2002. Luego fue nombrado por el presidente Bush como presidente del Consejo de asesores Económicos del Presidente en 2005. Luego fue nombrado por el presidente Bush como presidente de la Reserva Federal en 2005 y posteriormente renombrado por el presidente Obama en 2009. En 2009, la revista Time nombró a Bernanke su “persona del año”. No es una mal carrera para un chico de la Carolina del Sur rural.
Por dejarlo claro, Bernanke recibió una educación de primera en economía dominante en Harvard y el MIT bajo la dirección de ilustres catedráticos de la profesión económica. También enseñó en instituciones de prestigio y ocupó cargos de liderazgo en la profesión. Es considerado uno de los investigadores y escritores más importantes de su generación y es más conocido por su investigación sobre la Gran Depresión, donde añadió una distinción a las contribuciones de Milton Friedman y Anna Schwartz.
Para Bernanke, la Gran Depresión no fue tanto cosa de la reserva Federal reduciendo la oferta monetaria (que es la hipótesis de Friedman y Schwartz) como de las quiebras bancarias que aumentaron el coste del crédito y disminuyeron su disponibilidad, llevando a un declive en la demanda agregada y creando la Gran Depresión. Para Bernanke, una recesión puede llevar a quiebras bancarias, que recortan el crédito. Esto puede causar una mayor reducción en la actividad económica que genera una espiral de un ciclo vicioso que acaba en depresión económico. Luego me ocuparé de esta distinción, porque es esencial, en mis comentarios finales.
Y ahora, su historial
Aquí revisaré su historial trabajando para la reserva Federal. Para horrar tiempo, esta revisión no es completa, pero estoy bastante seguro de que podríamos encontrar problemas en todos sus testimonios y discursos. De hecho, me he hecho lo suficientemente cínico como para creer que todo discurso presentado por todo el Consejo de Gobernadores está pensado para incluir al menos un punto falso en el discurso público, sobre todo para el fin de mantener la “confianza”.Bernanke fue miembro del Consejo de Gobernadores del Sistema de la FReserva Federal de 2002 a 2005. En uno de sus primeros discursos como gobernador, titulado “Deflación: Asegurándonos de que no sucederá aquí”, exponía lo que se ha dado en llamar la doctrina Bernanke.[1] Esta doctrina sostiene que la deflación, o una caída general de precios, es un fenómeno altamente destructivo, pero que es improbable que se produzca en Estados Unidos. Sin embargo, si se produjera, la Reserva Federal debería recurrir a la imprenta y a varios procedimiento políticos poco convencionales si una política de tipos cero de interés fracasara en invertir la deflación. Esto incluiría aumentar la oferta monetaria, asegurar la liquidez de los mercados financieros, rebajar a cero el tipo de interés, controlar los tipos de bonos y valores privados, devaluar el dólar, rebajar el valor del tipo de cambio del dólar y ayudar al Tesoro a comprar acciones en empresas privadas. Él haría lo necesario para impedir la quiebra de grandes empresas financieras. Entonces todo eso parecía inverosímil, pero ya no, Según Bernanke:
Las fuentes de la deflación no son un misterio. La deflación en casi todos los casos es un efecto colateral de un desplome de la demanda agregada, una caída tan grave que los productores deben recortar constantemente los precios para encontrar compradores. Igualmente, los efectos económicos de un episodio deflacionista, en la mayoría de los casos, son similares a los de cualquier caída aguda en el gasto agregado, es decir, recesión, desempleo creciente y problemas financieros.Si todo lo que sabemos es que un desplome en la demanda agregada es el origen de la inflación, entonces su causa sigue siendo un misterio porque la demanda agregada no indica qué sectores de la economía están desplomándose o por qué se están desplomando. Solo en una nota a pie de página, Bernanke sugiere que un aumento en la oferta agregada (algo bueno, también conocido como crecimiento económico) puede causar deflación. “En la mayoría de los casos”, Bernanke piensa que la deflación es la causa de graves problemas económicos.
Por cierto, que Bernanke a veces sonaba marxista con su declaración de que si el gobierno controla los medios de producción en la producción de dinero, entonces tendría la capacidad de impedir la deflación. Deberíais advertir que era un gran admirador de Franklin Delano Roosevelt, y esto podría reflejarse en su uso de acrónimos para todos sus diversos “vehículos” (TARP, TAF, TSLF, PDCF, TALF, TDF, etc.).
El problema con Bernanke es que está trabajando con teoría ortodoxa e ignorando la historia. Piensa que la deflación es mala, pero improbable. Si se produce, él usaría armas de destrucción económica masiva para detenerla. En realidad, la deflación de precios es un aspecto normal de la economía de mercado cuando la producción de bienes supera la producción de dinero, lo que genera mayores salarios reales en una economía en crecimiento. Las economías más sanas mostrarán precios a la baja.
Históricamente, la deflación era una característica de la economía estadounidense, especialmente antes de la creación de la reserva Federal. En el único momento en que hubo deflación importante y declive económico fue en la gran Depresión.
Dos economistas publicaron un estudio en la American Economic Review en 2004 que examinaba la asociación de la deflación con la depresión. Examinaron 17 países y más de 100 años y concluyeron que “fuera de la Gran Depresión”, la idea de que están ligadas deflación y depresión prácticamente desaparece”.[2] El trabajo de Michael Bordo sobre este tema también sugiere que no hay relación clara entre deflación y depresión. La única conclusión a la que podemos llegar es que Bernanke, como su colega de la Universidad de Princeton, sufre de “apoplitorismofobia”, un término que yo inventé (con la ayuda de un traductor de griego) para calificar el miedo psicológico e irracional a la deflación.
En 2004, durante la burbuja inmobiliaria, Bernanke se ocupaba del fenómeno referido como la “Gran Moderación”. Se refiere a la reducción de la volatilidad en la inflación y la producción que se habían producido durante las dos décadas anteriores. Bernanke creía que las mejoras en política monetaria no habían recibido el reconocimiento que merecían por producir este efecto.
La Gran Moderación, la importante disminución en la volatilidad macroeconómica a lo largo de los últimos veinte años, es un resultado económico sorprendente. El si la causa de la Gran Moderación es un cambio estructural, una política monetaria mejorada o sencillamente buena suerte es una cuestión importante sobre la que no se ha formado todavía ningún consenso. Hoy he argumentado que la política monetaria mejorada probablemente hizo una contribución importante no solo a la volatilidad reducida de la inflación (lo que no es especialmente polémico) sino también a la volatilidad reducida de la producción. (…) La conclusión por mi parte me hace optimista para el futuro, porque confío en que los responsables de la política monetaria no olvidarán las lecciones de la década de 1970.Evidentemente, cambios en la política monetaria podrían producir menos volatilidad en la economía. Sin embargo, si esos cambios produjeron menos volatilidad de 1984 a 2004, entonces ¿qué pasa con la creciente volatilidad desde 2006, cuando Bernanke asumió el cargo de presidente de la Reserva Federal, hasta hoy? ¿Fueron las políticas anteriores aún en vigor las que causaron la creciente volatilidad o fueron los cambios en la política monetaria producidos por Bernanke los que causaron la mayor volatilidad? ¿Qué fue?
He expuesto mi defensa de una política monetaria mejorada bastante contundentemente hoy, porque creo que es probable que la explicación política para la Gran Moderación merezca más reconocimiento del que ha recibido en la literatura.[3]
Posiblemente lo peor de las declaraciones de Bernanke se produjo en 2006, cerca del cénit de la burbuja inmobiliaria y en un momento en el que todas las exóticas manipulaciones hipotecarias estaban en lo “mejor”. Era la época de las hipotecas subprime, las hipotecas de solo intereses, el préstamo sin documentación y el apogeo de los valores con respaldo hipotecario. En ese momento, el nuevo presidente de la Fed admitía la posibilidad de un “menor crecimiento de los precios de las viviendas”, pero declaraba confiadamente que si esto ocurriera se limitaría a rebajar los tipos de interés.
Bernanke declaraba en 2006 que creía que el mercado hipotecario era más estable que en el pasado. Señalaba en particular que “nuestros examinadores nos dicen que los estándares de préstamo son en general sólidos y no son comparables a los que contribuyeron a amplios problemas en el sector bancario hace dos décadas. En particular, las prácticas de evaluación hipotecaria han mejorado”.[4] Esto equivale al sello de aprobación de la Reserva Federal aplicado a las hipotecas en todo lo alto de la burbuja inmobiliaria.
Bernanke, el exprofesor de economía de Princeton, dio un discurso en la reunión anual de la American Economic Association en enero de 2007.[5] Es el primer presidente de la Reserva Federal de la universidad en hacerlo desde Arthur Burns. Fue Burns el que ayudó a que saliéramos del patrón oro. Quién sabe a dónde nos está llevando Bernanke.
Al dirigirse a sus compañeros economistas académicos ortodoxos, Bernanke fue inusualmente atrevido al describir el acceso y capacidad de la Fed en el uso de la información y datos referidos a mercados financieros. Este conocimiento y experiencia incluye al mercado de derivados y activos garantizados. Describía la Fed como una especie de superhéroe para los mercados financieros. Al explicar el papel de la Fed como regulador jefe de los mercados financieros, hizo poderosas afirmaciones con respecto a la capacidad de la Fed para identificar riesgos, anticipar crisis financieras y responder eficazmente a cualquier reto financiero.
Muchas grandes organizaciones bancarias son participantes complejos en los mercados financieros, incluyendo los mercados de derivados y activos garantizados. Al monitorizar y analizar las actividades de estos bancos, la Fed obtiene información valiosa sobre tendencias y evoluciones actuales en estos mercados. Junto con el conocimiento obtenido a través de sus actividades de política monetaria y pagos, la información obtenida a través de sus actividades supervisoras da a la Fed una comprensión excepcionalmente amplia y profunda de las evoluciones de los mercados financieros y las instituciones financieras.En otras palabras, la Fed sabe todo acerca de los mercados financieros. Pero la cosa empeora:
En su funcionamiento como supervisora bancaria, la Fed puede obtener información detallada de estas instituciones acerca de sus operaciones y prácticas de gestión del riesgo y puede llevar a cabo las acciones necesarias para ocuparse de riesgos y deficiencias. La Fed es también la supervisora directa o paraguas de varios grandes bancos comerciales que son críticos para el sistema de pagos a través de sus actividades de liquidación y compensación.
Sin embargo, en mi opinión, los mayores beneficios externos de las actividades supervisoras de la Fed son los relacionados con el papel de la institución en prevenir y gestionar crisis financieras.En otras palabras, la Fed es una experimentada y avezada previsora de crisis financieras. Esta es una afirmación rotunda, dado el lamentable historial del propio Bernanke de previsión de acontecimientos a corto plazo.
En otras palabras, la Fed puede impedir la mayoría de las crisis y gestionar las que sí ocurran.
Finalmente, el amplio ámbito de las actividades de la Fed en los mercados financieros (incluyendo no solo supervisión bancaria y sus papeles en el sistema de pagos, sino también la interacción con intermediarios primarios y la monitorización de los mercados de capital asociados con la creación de política monetaria) ha dado a la Fed un conocimiento excepcionalmente amplio a la hora de evaluar y responder a dificultades financieras emergentes. (Cursivas añadidas).
El presidente Bernanke es tristemente famoso en Internet debido al vídeo de YouTube que atestigua su visión rosa de la economía de 2005 a 2007. Negaba que hubiera una burbuja inmobiliaria en 2005, negaba que los precios de la vivienda pudieran disminuir sustancialmente en 2005 y que afectaran a la economía real y el empleo en 2006 y trataba de calmar los temores acerca del mercado de las hipotecas subprime. Declaraba que esperaba un crecimiento razonable y un fortalecimiento de la economía en 2007 y que el problema en el mercado subprime (que entonces ya era evidente) no impactaría en el mercado hipotecario general o el mercado en general.
A mediados de 2007, declaraba fuerte a la economía global y predecía una vuelta rápida al crecimiento normal en Estados Unidos. ¿Cuántas veces hemos oído hablar de brotes verdes en los últimos dos años, cuando posiblemente hasta el 40% de las familias estadounidenses han experimentado desempleo, quiebras, desahucios o están actualmente el peligro de desahucio?
Recordad que los austriacos estaban escribiendo sobre la burbuja inmobiliaria, su causa y los posibles resultados ya en 2003. Bernanke y otros han negado que se puedan predecir burbujas y crisis, y cuando se les pregunta acerca de las predicciones de los economistas austriacos, la contestación habitual es el “efecto del reloj estropeado”. Es decir, incluso un reloj estropeado da bien la hora dos veces al día. Pero no tan rápido, he visto una lista de aproximadamente 40 personas que hicieron predicciones razonablemente correctas acerca de la burbuja inmobiliaria y aproximadamente tres cuartos de las mismas era de seguidores de la economía austriaca. Dado que los austriacos son un porcentaje diminuto de todos los economistas, parecería que hay más en esto que un reloj estropeado.
Conclusión
Bernanke tiene las credenciales de un economista ortodoxo del máximo nivel, así como los títulos más altos para economistas trabajando en el gobierno. Su contribución definitoria en la economía es la distinción que realizó con respecto al análisis de Friedman y Schwartz de la Gran Depresión. Donde estos habían concluido que la economía entro en una “gran” depresión debido a un declive en la oferta monetaria, Bernanke concluía que la causa fue el desplome del sector bancario que generó un crédito restringido y de alto precio.Todos ellos están de acuerdo en que fue una disminución en la demanda agregada que podía haberse evitado con una acción inmediata de la Reserva Federal y el gobierno. Sin embargo, el tipo de acción requerida es distinto. Friedman y Schwartz argumentaban que la Reserva Federal debería haber actuado ara aumentar la oferta monetaria o al menos haber impedido que cayera. Por el contrario, Bernanke cree que la Reserva Federal debería haber actuado para impedir el colapso de los bancos. La solución de Friedman y Schwartz habría permitido que algunos bancos quebraran, aunque presumiblemente menos delos que quebraron debido al aumento en la oferta monetaria y liquidez. Bernanke, por el contrario, habría actuado para rescatar de la quiebra a la mayoría de los bancos, para mantener la disponibilidad de crédito en la economía, pero hubiera estado menos preocupado por la oferta monetaria general.
Es dudoso que alguna de estas políticas hubiera funcionado, porque, como escribió Murray Rothbard, otras políticas intervencionistas de la administración Hoover estaban también impidiendo que la economía se corrigiera, una opinión que está ganando adeptos incluso dentro de la economía dominante. Lo relevante hoy es que Bernanke cree esencialmente que el trabajo de la Reserva Federal es rescatar instituciones financieras para mantener los canales del crédito e impedir que otros factores “no monetarios” impacten negativamente en la demanda agregada. Esto explica el cambio de Bernanke al actuar para rescatar empresas financieras como Bear Sterns y AIG, la nacionalización de Fannie Mae y Freddie Mac, reforzar mercados completos como los fondos mutuos del mercado monetario y absorber enormes cantidades de activos tóxicos en el balance de la Reserva Federal.
Al preparar este discurso, empecé a darme cuenta de lo evidente que era elegir a Bernanke como presidente de la Fed. Desde el punto de vista de bancos, grandes empresas y Wall Street (también conocidos como la “corporatocracia”, un gobierno dirigido por los intereses de las grandes corporaciones), ¿quién sería mejor que alguien que literalmente escribió el libro sobre rescatar a los bancos y Wall Street durante una crisis financiera?
Otro ejemplo de lo apropiado de Bernanke como presidente de la Fed es su voluntad de rebajar el valor del dólar. Esto significa precios más altos para vosotros y para mí, pero bueno, es estupendo para las exportaciones, lo que también es en buena parte la ganancia de las grandes empresas. Cuando te das cuenta de que la Fed es el gran motor que enriquece a la corporatocracia a costa del hombre de la calle, puedes entender del todo las acciones actuales de la Fed e indudablemente de Bernanke.
Un tercer ejemplo es el uso de Bernanke de tipos de interés forzadamente bajos. Los bancos se benefician. Las grandes empresas se benefician. ¿Pero qué pasa con el ciudadano de la calle, las pequeñas empresas y los ahorradores? Rebajar los tipos de interés daña a ahorradores, jubilados e incluso a bancos de pueblos pequeños que no pueden acceder a las inyecciones monetarias de la Fed y deben confiar en sus depositantes. Según el presidente del Banco de la Reserva Federal de Dallas, parecería que la Fed solo está ayudando a la corporatocracia a trasladarse al extranjero antes de que toda la economía de EEUU se derrumbe y arda.
En mis momentos más pesimistas he empezado a preguntarme si el acomodo monetario que ya hemos diseñado podría incluso estar funcionando en lugares incorrectos. Demasiadas de las grandes corporaciones que analizo y que están optando por las inversiones fijas reportan que la forma más eficaz de hacer uso de dinero barato obtenido en los actuales mercados de bonos en forma de préstamos de bancos, más allá de comprar acciones o expandir dividendos, es invertirlo en el extranjero, donde los impuestos son menores y lso gobiernos están más dispuestos a agradar.[6]Mientras entramos en el cuarto año de eta crisis económica, no debería sorprendernos ver movimientos adicionales de Bernanke. Admiraba a FDR por su acción política audaz e innovativa y ha replicado la aproximación de FDR a la Fed, incluso hasta en el uso de acrónimos. Así que no os sorprenda ver más “flexibilización cuantitativa” con cada recesión sucesiva en la economía.
Acabo con una cita de Murray Rothbard que explica mi propia conclusión acerca de las futuras consecuencias de la dirección de Bernanke en la Fed:
Mientras afrontamos el futuro, el diagnóstico para el dólar y para el sistema monetario internacional es verdaderamente oscuro. Mientras no volvamos al patrón oro clásico con un precio relista del oro, el sistema monetario internacional está condenado a vaivenes entre tipos de cambio fijos y fluctuantes planteando cada sistema problemas no solucionados, funcionando malamente y desintegrándose finalmente. Y alimentando esta desintegración estará la inflación continua de la oferta de dólares y por tanto de los precios estadounidenses sin ninguna señal de terminar. La perspectiva para el futuro se está acelerando y acabará habiendo inflación desbocada en el interior, acompañada por quiebra monetaria y guerra económica en el exterior. Este diagnóstico solo pueden cambiarlo una alteración drástica del sistema monetario estadounidense y mundial: por la vuelta a un dinero material de libre mercado como el oro y eliminando totalmente al gobierno del escenario monetario.
Publicado originalmente el 5 de noviembre de 2010. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.
[1] “Deflation: Making Sure ‘It’ Doesn’t Happen Here”. Comentarios del gobernador Ben S. Bernanke ante el National Economists Club, Washington, D.C. 21 de noviembre de 2002.
[2] Andrew Atkeson y Patrick Kehoe, “Deflation and Depression: Is there an Empirical Link?” American Economic Review: Papers and Proceedings, Vol. 94 (Mayo de 2004) pp. 99–103.
[3] “The Great Moderation”. Comentarios del gobernador Ben S. Bernanke en la reunión de la Eastern Economic Association, Washington, DC, 20 de febrero de 2004.
[4] Bernanke, Ben S. 2006a. Discurso a los Independent Community Bankers de la America National Convention and Techworld, Las Vegas, Nevada, 8 de marzo; Bernanke, Ben S. 2006b. “Reflections on the Yield Curve and Monetary Policy”. Comentarios en el Economic Club de New York, 20 de marzo.
[5] “Central Banking and Bank Supervision in the United States”. Discurso realizado en la reunion annual de la Allied Social Science Association Annual Meeting, Chicago, 5 de enero de 2007.
[6] Richard W. Fisher, “To Ease or Not to Ease? What Next for the Fed? (With Reference to Bill Frenzel, Alan Greenspan, Masaaki Shirakawa, Sherman Maisel and Raghuram Rajan)”. Comentario en el Economic Club de Minnesota, Minneapolis, Minnesota, 7 de octubre de 2010.
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