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jueves, 3 de diciembre de 2015

Cómo desaparece el dinero en un sistema de reserva fraccionaria


 
 
La mayoría de los expertos son de la opinión de que la inyección monetaria masiva del banco central de EEUU durante la crisis financiera de 2008 salvó a EEUU y el mundo de otra Gran Depresión. Por esto al presidente de la Reserva Federal en ese momento, Ben Bernanke, se le considera el hombre que salvó al mundo. Bernanke a su vez atribuye sus acciones a los escritos del profesor Milton Friedman, que acusó a la Reserva Federal de causar la Gran Depresión en la década de 1930 permitiendo que la oferta monetaria cayera más del 30%.
 
Sin embargo, un análisis cuidadoso demostrará que no es un colapso en las existencias de dinero lo que pone en marcha una recesión económica como tal, sino más bien la previa inyección monetaria que socava las existencias de fondos reales lo que lleva a una depresión económica.

Mejorar la economía requiere tiempo y ahorro

Esencialmente, la existencia de fondos reales es la cantidad de bienes de consumo disponibles en una economía para apoyar la producción futura. En sus términos más simples: un hombre solo en una isla es capaz de recoger veinticinco manzanas por hora. Con la ayuda de una herramienta de recogida, es capaz de aumentar su producción a cincuenta manzanas por hora. Sin embargo, fabricar la herramienta (añadiendo una etapa de producción) lleva tiempo.
 
Durante el tiempo en que está ocupado fabricando la herramienta, el hombre no será capaz de recoger ninguna manzana. Por tanto, para tener la herramienta, debe tener suficientes manzanas para mantenerse mientras esté ocupado fabricándola. Su existencia de fondos es su medio de subsistencia durante este periodo: la cantidad de manzanas que ahorró para este propósito.
 
El tamaño de esta existencia determina si puede introducirse o no un medio de producción más complejo. Si requiere un año de trabajo para que el hombre fabrique esta herramienta, pero solo tiene manzanas ahorradas suficientes para mantenerle un mes, la herramienta no se construirá y el hombre no podrá aumentar su productividad.
 
El escenario de la isla se complica con la introducción de múltiples personas que comercian entre sí y usan dinero. Sin embargo, permanece lo esencial: el tamaño de la existencia de fondos pone un freno a la implantación de etapas más productivas de producción.

Cuando los bancos crean la ilusión de más riqueza

Los problemas aparecen cuando el sistema bancario hace que parezca que la existencia de fondos reales es mayor de lo que es en realidad. Cuando un banco central expando las existencias de dinero, no aumenta las existencias de fondos. Da lugar al consumo de bienes, que no están precedidos por producción. Lleva a menos medios de subsistencia.
 
Mientras la existencia de fondos reales continúe expandiéndose, las políticas monetarias laxas dan la impresión de que se está estimulando la actividad económica. El que no es así se hace evidente tan pronto como la existencia de fondos reales empieza a estancarse o disminuir. Una vez ocurre esto, la economía empieza su caída. La laxitud más agresiva en el dinero no invertirá la caída (pues el dinero no reemplaza a las manzanas).
 
La introducción del dinero y el préstamo en nuestro análisis no alteraría el hecho de que lo sustancial sigue siendo la existencia de medios de subsistencia. Cuando un persona presta dinero, lo que presta en realidad a sus prestatarios son los bienes que no haya consumido (el dinero es un derecho sobre bienes reales). Así que el crédito significa que bienes no consumidos son prestados por una persona productiva a otra, para ser pagados a partir de la producción futura.
 
La existencia del banco central y a banca de reserva fraccionaria permite a los bancos comerciales generar crédito, que no está respaldado por fondos reales (es decir, es crédito creado de la nada).
Una vez se genera este crédito sin respaldo, crea actividades que el libre mercado nunca aprobaría. Es decir, estas actividades están consumiendo y no produciendo riqueza real. Mientras los fondos de las existencias de riqueza real se expanden y los bancos buscan expandir el crédito diversas falsas actividades continúan prosperando.
 
Siempre que la creación extensiva de crédito a partir de la nada aumenta el ritmo de consumo de riqueza real por encima del ritmo de la producción de riqueza real, esto socava las existencias de fondos reales.
 
Consecuentemente, el rendimiento de diversas actividades empieza a deteriorarse y los malos préstamos bancarios empiezan a aumentar. En respuesta a esto, los bancos recortan sus préstamos y esto a su vez pone en marcha un declive en las existencias monetarias.
 
¿Todo recorte en el préstamo causa el declive de las existencias monetarias?
 
Por ejemplo, Tom pone 1.000$ en un depósito de ahorro durante tres meses con el Banco X. El banco a su vez presta los 1.000$ a Mark durante tres meses. En la fecha de liquidación, Mark devuelve al banco 1.000$ más intereses. El Banco X a su vez, después de deducir sus tasas, devuelve el dinero original más intereses a Tom.
 
Así que lo que tenemos aquí es que Tom presta (es decir renuncia durante tres meses a) 1.000$. Transfiere 1.000$ mediante la mediación del Banco X a Mark. En la fecha de liquidación, Mark devuelve el dinero al Banco X. El Banco X a su vez transfiere los 1.000$ a Tom. Observemos que en este caso el dinero existente pasa de Tom a Mark y luego vuelve a Tom a través de la mediación del Banco X. El préstamo está completamente respaldado aquí por 1.000$. Evidentemente, los 1.000$ no desaparecen aquí una vez el préstamo se devuelve al banco y a su vez a Tom.

Por qué disminuye la oferta monetaria

Las coas son sin embargo completamente diferentes cuando el Banco X presta dinero de la nada. ¿Cómo funciona esto? Por ejemplo, Tom ejercita su demanda de dinero teniendo parte de su dinero en el bolsillo y los 1.000$ que mantiene en el depósito a la vista del Banco X. Al colocar 1.000$ e su depósito a la vista mantiene un derecho total sobre los 1.000$. Ahora el Banco X actúa por su cuenta y toma 100$ del depósito de Tom y presta 100$ a Mark. Como consecuencia de este préstamo ahora tenemos 1.100$que están respaldados realmente por 1.000$. En resumen, la existencia de dinero ha aumentado en 100$. Observemos que los 100$ prestados no tienen un prestamista original, ya que se generan de la nada por parte del Banco X. En la fecha de vencimiento, una vez Mark paga los 100$ prestados al Banco X, el dinero desaparece.
 
Evidentemente si el banco está renovando continuamente sus préstamos creados de la nada, la existencia de dinero no disminuirá. Observemos que solo el crédito que no esté respaldado por dinero real puede desaparecer en la nada, lo que a su vez causa la disminución en la existencia de dinero.
En otras palabras, la existencia de la reserva fraccionaria (bancos creando varios derechos sobre un dólar concreto) es el instrumento clave con respecto a la desaparición del dinero. Sin embargo, no es la causa de la desaparición del dinero como tal.

Los bancos prestan menos al empeorar la calidad de los prestatarios

Debe haber una razón por la que los bancos no renueven prestando a partir de la nada. La principal razón es la grave erosión de la riqueza real que hace mucho más difícil encontrar buenos prestamistas de calidad. Esto significa a su vez que la deflación monetaria de debe a una inflación anterior que ha diluido la existencia de fondos reales.
 
De esto se deduce que una caída en las existencias monetarias es solo un síntoma. La caída en las existencias monetarias revela el daño causado por la inflación monetaria, pero sin embargo no tiene nada que ver con el daño.
 
Al contrario de lo que dicen Friedman y sus seguidores (incluyendo a Bernanke), no es la caída en la oferta monetaria y la consiguiente caída en los precios lo que supone una carga para los prestatarios. Es el hecho de que hay menos riqueza real. La caída en la oferta monetaria, que se creó de la nada, pone las cosas en una perspectiva apropiada. Además, como consecuencia de la caída en el dinero, diversas actividades que se subían a la espalda del dinero previamente en expansión ahora encuentran dificultades para seguir adelante.
 
Son estas actividades no generadoras de riqueza las que acaban teniendo más dificultades en atender su deuda, ya que estas actividades nunca generan ninguna riqueza real y estaban realmente soportadas o financiadas, por decirlo así, por los verdaderos generadores de riqueza. (El dinero de la nada pone en marcha un intercambio de nada por algo: la transferencia de riqueza real de los generadores de riqueza a diversas falsas actividades). Con la caída del dinero de la nada, desparece su apoyo.
Así que, contrariamente a la opinión popular, una caída en la oferta monetaria (es decir, dinero de la nada) es precisamente lo que se necesita para poner en marcha la creación de riqueza real y revitalizar la economía.
 
Imprimir dinero solo inflige más daño y por tanto no debería considerarse nunca un medio para ayudar a la economía. Asimismo, incluso si el banco central tuviera éxito en impedir una caída en la oferta monetaria, este no sería capaz de impedir una recesión económica si la existencia de fondos reales está cayendo.

Publicado originalmente el 2 de diciembre de 2015. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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