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martes, 16 de diciembre de 2014

Jornada negra para la economía rusa

El desplome del rublo puede costar su puesto al presidente del Banco Central de Rusia

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La moneda rusa sufre su peor caída desde la crisis de 1998 y se mueve en valores mínimos históricos frente al dólar y el euro, tras registrar una bajada de más de 10% este lunes y cercana al 13% hoy martes. Para comprar un dólar se necesitan ahora 75 rublos, frente a los 54 del martes de la semana pasada. El lunes por la noche el Banco Central de Rusia subió de nuevo la tasa de interés de 10,5% al 17% intentando frenar la caída del rublo. En términos absolutos esa decisión consiste el mayor aumento de la tasa desde mayo de 1998. El Banco Central explicó su medida basándose en la necesidad de "limitar significativamente los riesgos de devaluación e inflación que aumentaron últimamente".
"La situación es crítica. Lo que está ocurriendo no lo podíamos imaginar ni hace un año, ni aunque se tratara de una pesadilla", ha justificado el vicepresidente del banco de Rusia, Serguéi Shvetsov. "Lamentablemente, en ocasiones no se pueden prever las perspectivas del mercado financiero, incluso a corto plazo", ha añadido. Y en el mismo tono admonitorio, ha dicho: "Pueden creerme, la decisión por la que optó el Consejo Director del Banco de Rusia es una opción entre lo muy malo y lo súper malo".
Pero el mercado ha reaccionado histéricamente. Las dos divisas principales, el dólar y el euro, han seguido reforzándose en la Bolsa de Moscú. El rublo ya ha perdido el 50% de su valor frente al dólar. Los expertos valoran por unanimidad los pasos del Banco Central como la demostración de impotencia y pérdida de crédito por parte del regulador. “Lo que está haciendo el Banco Central no solo es un error, si no demuestra su ignorancia e incompetencia. Todas esas acciones están ya cerca de una esquizofrenia, una locura, una insuficiencia total”, estima Oksana Dmitrieva, vicepresidente del Comité de Presupuestos e Impuestos de la Duma estatal.
Según Dmitrieva, el Banco Central debería hacer lo contrario, reducir la tasa de refinanciación y bajar el costo del crédito. “Es la única forma de evitar el descenso de la producción, pero ahora todas las empresas sufrirán una enorme escasez de fondos de circulación, porque hay inflación, y está claro que van a vender sus productos a precios más bajos de los que tendrán que pagar al comprar materias primas. En tales condiciones el préstamo debe ser barato, al contrario, habrá una disminución de la producción”.
El Comité de Presupuestos de la Duma está pensando en llamar al presidente del Banco Central de Rusia, para que explique la política del regulador. Varios diputados ya le han propuesto que dimita.
El exministro de finanzas, Alekséi Kudrin, por el contrario, estima que el Banco Central tiene razón al subir la tasa. “La decisión del Banco Central de elevar las tasas hasta 17% en las actuales circunstancias es forzada, pero justa", escribió el exministro en su página de Twitter. "Pero esta medida debería ser seguida por la decisión del Gobierno de aumentar la confianza de los inversores en la economía rusa", dijo Kudrin.
El presidente del Banco Central, Elvira Nabiulina, intentó calmar el pánico explicando que el aumento de la tasa de referencia aumentará el interés que cobran las familias por sus depósitos en los bancos comerciales. "Para los ciudadanos será más atractivo mantener sus ahorros en rublos", ha añadido.
Las tiendas de cambio de divisas están comprando nuevos marcadores electrónicos con cinco cifras en lugar de cuatro
Según Nabiulina, la caída del rublo es una señal para la economía rusa de que tiene que adaptarse a nuevas condiciones. "Tenemos que aprender a vivir en la nueva zona, orientarnos en mayor medida en nuestras propias fuentes de financiación, en nuestros propios proyectos y crear la posibilidad de la sustitución de importaciones", dijo Nabiulina.
Pero el mercado ya no cree en su regulador e intenta salvarse por su coste. Así, en varias tiendas de Moscú ya regresaron las listas de precios indicados en “signos convencionales”, es decir, en euros o dólares en vez de la moneda rusa. Además, la Unión de pequeñas y medianas empresas Opora Rossii (El Apoyo de Rusia) ha pedido este martes al Gobierno que decrete el permiso de indicar los precios en los mercados y tiendas en “signos convencionales”, porque los vendedores deben cambiarlos varias veces al día para que corresponden a su precio en divisas en las que han sido comprados los productos.
En los puntos de cambio de moneda ya se están abasteciendo de nuevos marcadores electrónicos de cotización que contengan cinco cifras en vez de cuatro, para estar preparados cuando el dólar y el euro costarán más de 100 rublos. Los medios de comunicación del país llevan todo el día retransmitiendo el cambio de cotizaciones en la Bolsa de Moscú. Incluso hay aplicaciones y nuevas páginas que surgen al calor del desplome del rublo, como Zenrus, una pantalla negra muestra las cifras de cotización del rublo en relación con el dólar y el euro a tiempo real, y el precio del petróleo, acompañado de una música de meditación de fondo, para mantener la calma.

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