Son tantas cuestiones las que están en juego que la situación se está tornando muy delicada tras los últimos desplomes, más de un 20% en el año, que han llevado el precio por debajo de 30 dólares
El mercado del petróleo se ha convertido en un verdadero tablero de ajedrez. Y es que son tantas cuestiones las que están en juego que la situación se está tornando extremadamente delicada tras los últimos desplomes, más de un 20% en lo que va de año, que han llevado el precio del barril por debajo de los 30 dólares.
Los dos principales participantes en la partida son Arabia Saudí y Estados Unidos. El primero lleva desde junio de 2014 permitiendo la caída del precio, más de un 75% desde entonces, con la intención de ganar cuota de mercado e impedir el desarrollo del 'shale oil' estadounidense, esto es, crudo obtenido a partir de los esquistos de las rocas, que según la Agencia Internacional de la Energía le convertiría en el principal exportador dentro de 15 años.
Por su parte, la Administración Obama, aunque un barril por debajo de los 60 dólares no es en principio rentable para el 'fracking', está primando la importancia económica y geoestratégica que ello tiene para sus intereses. En el primer caso, porque un combustible barato anima el consumo en un escenario de ralentización mundial y, en el segundo caso, porque el hundimiento de los precios está haciendo mucho daño a países que son 'enemigos' naturales de EEUU, como es el caso de Venezuela o Rusia, cuyos principales ingresos proceden del oro negro.
No en vano, a diferencia de lo que ocurre en Europa, la explotación de los recursos naturales que hay debajo de la tierra no son del estado, sino de los propietarios del suelo, por lo que los que se están viendo afectados por el mercado bajista no son las arcas del Tesoro sino las grandes petroleras. Por este motivo, "los productores de fracking, evidentemente, no están contentos; sin embargo, la Administración Obama, viendo que un petróleo bajo genera alegría en el consumidor y encima debilita a rivales geoestratégicos como Rusia, le puede parecer bien", explica Federico Steinberg, investigador principal del Real Instituto Elcano.
Provisiones de 2.000 millones de dólares
Ahora bien, ¿hasta cuándo va a aguantar la Casa Blanca las presiones del lobby del petróleo? Y es que la situación se complica un poco más. Según publicaba ayer Bloomberg, los principales bancos de Wall Street se enfrentan importantes pérdidas en el caso de que el barril caiga por debajo de los 30 dólares, algo que ya ha ocurrido en las últimas sesiones.
El lunes, el precio del Brent de referencia en Europa se situó en mínimos de noviembre de 2003 en los 28 dólares, mientras que el West Texas estadounidense se ha visto arrastrado hasta los 29 dólares. Esto es así porque a los fundamentales bajistas del mercado, con un problema de sobreproducción y una demanda que no es capaz de absorber el exceso de oferta, hay que sumar la vuelta al circuito de Irán después de que este fin de semana la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) haya confirmado que el país ha cumplida con las exigencias impuestas en julio para levantarle las sanciones. Esto va a suponer la entrada inmediata de 500.000 barriles al día, a los que hay que sumar otros tantos en los próximos meses.
De esta manera, los bancos estadounidenses se enfrentan a un futuro complicado, teniendo en cuenta que han sido los encargados de financiar el boom del 'fracking' en la primera potencia del mundo. Como muestra Bloomberg, Wells Fargo, Citigroup y JPMorgan han provisionado más de 2.000 millones de dólares en conjunto para cubrir los prestamos al sector energético en el caso de que el petróleo continúe estando en los niveles actuales.
Quiebras de productores en EEUU
Y es que cada vez son más productores de crudo y gas natural que se acogen a la Ley de Bancarrota. Tal es así que, hasta la fecha, las pérdidas de la cartera energética de Wells Fargo ascienden a 118 millones de dólares en el cuarto trimestre y las de Citigroup a los 75 millones de dólares. "Lleva su tiempo que las pérdidas afloren y en los niveles actuales debemos esperar más pérdidas en crudo y gas en 2016", avisó el pasado viernes el propio presidente y consejero delegado del banco, John Stumpf, durante la presentación de los resultados de la entidad.
Así, Wells Fargo cuenta en estos momentos con 17.000 millones de dólares en créditos a empresas del sector, mientras que JPMorgan ha anunciado que sumará 750 millones a los 550 millones que ya provisionó el año pasado si el barril se mantiene en los 30 dólares los próximos 18 meses. Por su parte, Citigroup ha aumentado sus reservas en 250 millones y lo hará en 600 millones más a lo largo de la primera mitad de 2016.
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