La Comisión Europea e Italia llegan a un acuerdo sobre el "banco malo"
Nada de rescate bancario a gran escala. La Comisión Europea y el Gobierno italiano han llegado a un acuerdo sobre un sistema de garantía a los bancos del país que les ayudará a hacer frente a los créditos morosos en sus balances y que consiste en la creación de un banco malo.
En otras palabras, un paraguas de garantías públicas para que cada banco pueda deshacerse de sus créditos, sin intervenir al sector con dinero público.
El acuerdo se ha alcanzado en una reunión entre la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, y el ministro italiano de Economía y Finanzas, Pier Carlo Padoan, en Bruselas.
"Doy la bienvenida al entendimiento común alcanzado con el ministro Padoan sobre los términos de la creación de un esquema de garantías en apoyo a los bancos italianos que hacen frente a créditos morosos", señaló Vestager. En su opinión, las garantías se fijarán a precio de mercado, de manera que no constituyen ayudas de Estado.
Según Vestager, el acuerdo de hoy es "un importante paso para el apoyo a los bancos italianos que hacen frente a créditos morosos, y junto con otras reformas introducidas y previstas por las autoridades italianas, debería mejorar la capacidad de las entidades de financiar a la economía real e impulsar el crecimiento".
El esquema debería permitir a bancos italianos titulizar y mover los créditos morosos en sus balances a entidades separadas y gestionadas individualmente. Los bancos italianos se beneficiarán de una garantía estatal para los tramos sénior de los activos titulizados depositadas en tales entidades, según la Comisión Europea.
Bruselas, con ayuda de un fideicomisario, como suele hacerse en este tipo de acuerdos, supervisará la implementación del esquema para garantizar que no haya ayudas de Estado.
Italia es uno de los países europeos en los que el problema de los créditos morosos está más arraigado. El pasado diciembre, la agencia de calificación Fitch alertó de que los bancos italianos acumulan 200.000 millones de euros en créditos dudosos, "una cantidad que pesa sobre la rentabilidad y gestión del sector".
La reciente alarma ha saltado después de que se conociera que el BCE ha solicitado informes sobre los créditos de riesgo a algunas entidades italianas. En su papel de supervisor bancario europeo, el Banco Central Europeo ha asegurado que se trata de un procedimiento "rutinario" y que no hay motivo para desconfiar de la banca italiana.
Sin embargo, ni el anuncio del BCE ni las medidas extraordinarias que ha activado el CONSOB (la CNMV italiana) para prohibir las ventas a corto plazo y expulsar a los especuladores del mercado frenaron el descalabro de los bancos italianos en bolsa.
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