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lunes, 11 de enero de 2016

A la memoria del profesor James Buchanan



El  9 de enero del 2013, falleció en Virginia a los 93 años, el Profesor James M. Buchanan, padre de la Teoría de la "Public Choice" y Premio Nobel de Economía en 1986. Tuve la ocasión de conocerlo desde antes de dicho reconocimiento, y no sólo supuso una referencia esencial en mi formación como economista, sino que me mostró siempre un cariño y una deferencia asombrosa, de un maestro reconocido a un joven profesor. Por ese motivo no puedo dejar de emocionarme al escribir unas sencillas líneas en homenaje de uno de los más grandes economistas del siglo XX.



Indudablemente, uno de los mayores descubrimientos intelectuales del siglo XVII fue la existencia de un orden espontáneo en el mercado, la constatación de que, bajo un conjunto o estructura adecuada de reglas (leyes e instituciones), los individuos, siguiendo sus propios intereses, pueden promover los de los otros.

En la ciencia económica de finales del siglo XX, Buchanan representa el retorno a la Economía Política, superando más de un siglo de tradición "utilitarista". Recordemos que, la Economía científica nació como una rama de la Filosofía social, cuando Adam Smith, que era profesor de Ética, encontró necesario explicar cómo funciona el orden de mercado para desmantelar el aparato intervencionista que había creado el "mercantilismo". Sin embargo, la propia Escuela Clásica no hizo demasiado para incorporar elementos políticos e institucionales a su análisis. De alguna manera, la reducida dimensión de los presupuestos públicos en la época puede disculpar su olvido, aunque el escenario es muy distinto en nuestros días.

James Buchanan propuso un cambio de paradigma orientado a diseñar reglas de juego que permitan resolver los inevitables conflictos que se producen en la determinación de las decisiones colectivas o públicas, precisamente como consecuencia de la natural proclividad de los humanos a buscar sus intereses.

Puede decirse que su gran aportación, que también ha creado escuela –la Escuela de la "Public Choice"- se caracteriza por aplicar una metodología esencialmente económica a problemas de origen político, a través de un análisis teórico riguroso, una contrastación empírica y una aplicación al mundo real.A partir de una visión "liberal" de la Economía Pública, se analizan los "fallos del sector público" para compararlos con los "fallos de mercado" que se encuentran en el origen de las doctrinas intervencionistas al uso.

Si bien pueden encontrarse antecedentes en autores como sus "maestros" Knut Wicksell y Frank Knight o colegas como Duncan Black y Anthony Downs, se reconoce como punto de partida de la "Public Choice" la obra conjunta de Buchanan y Gordon Tullock "Calculus of Consent" en 1962, origen del Center for Study of Public Choice, en la Universidad de Virginia, trasladado posteriormente a la George Mason University en Washington.

La llamada, en su día, Escuela de Virginia, fue extendiendo sus tentáculos por todo el mundo, llegando incluso a España, donde bajo el impulso del profesor Álvarez Rendueles se desarrolló en 1985 el Congreso de la European Public Choice Society. Al año siguiente tuve la ocasión de conocer al Profesor Buchanan, iniciando una relación que permitió que visitara España con cierta asiduidad y me ofreció la posibilidad de traducir al castellano algunas de sus obras. Entre ellas, me gustaría destacar una, especialmente importante para él," The Power to Tax", escrita en 1980 junto con Geoffrey Brennan, donde sienta las bases de lo que podríamos denominar una revolución constitucional, integrando en el marco político superior una "constitución fiscal y monetaria" que establezca restricciones en el comportamiento económico del Estado, orientadas a garantizar los derechos y el bienestar de los ciudadanos.

En 1986, la Academia Sueca le otorgó el Premio Nobel de Economía en reconocimiento a sus méritos en el desarrollo de las bases contractuales y constitucionales de la teoría económica y política y su implicación en los procesos de toma de decisiones. Resulta curioso observar el paralelismo que se produjo cuando se otorgó el Premio Nobel de Economía a Friedich Hayek en 1974. Ambos fueron fustigados por la ortodoxia imperante, seguramente por la dificultad en admitir un liberalismo económico basado en la lógica y el análisis.

De hecho, fueron considerados por muchos como representantes de movimientos políticos conservadores, cuando su principal caracteística reside en una crítica dura y fundamentada al statu quo imperante en materia de pensamiento económico. Aunque es cierto que ambas corrientes- Escuela Austriaca y Public Choice- discrepan en el tema de las reformas institucionales, "constructivismo racionalista" para Hayek, "constructivismo romántico" para Buchanan; coinciden en lo esencial: la defensa del ciudadano frente a los grupos de presión organizados. Como me dijo Buchanan en su día: Von Mises, Hayek y sus discípulos se centran en el análisis del funcionamiento de los mercados, nosotros lo hacemos en los procesos políticos, pero siempre a partir de las bases de la economía real establecida por los clásicos.


En definitiva, James Buchanan se enfrentó con dogmas como la concepción utilitarista o el debate redristibutivo. Su nuevo paradigma se adapta muy poco a los "juegos matemáticos" y los sabios oficiales no se lo perdonaron en su momento, aunque tuvieron que rendirse a la evidencia de los planteamientos de un pensador sabio, trabajador e innovador, cuya ausencia lamentaremos profundamente, pero que nos deja sus ideas, enseñanzas y principios como legado para el futuro.




Juan Francisco Corona


Catedrático de Creación de Empresas y Empresa Familiar UAO CEU
Director Académico del Instituto de la Empresa Familiar


 



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