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sábado, 20 de diciembre de 2014



Gasto público y tipos negativos de interés

21 Octubre, 2014

En junio,  el Banco Central Europeo (BCE) hizo un anuncio histórico y abiertamente diabólico. Decidieron establecer tipos negativos de interés para depósitos overnight. Aquí están los detalles de la transcripción oficial:
El tipo del servicio de depósito se rebajó en 10 puntos básicos al -0,10%. Estos cambios se pondrán en práctica el 11 de junio de 2014. El tipo negativo también se aplicará a las existencias de reserva que excedan los requisitos mínimos de reserva y ciertos otros depósitos dentro del Eurosistema.
Ahora bien, la supresión por la fuerza de los tipos de interés por los bancos centrales no es en modo alguna una política nueva. El pasado siglo está repleto de ejemplos de abuso de este poder y sus correspondientes consecuencias. La PTCI (Política de Tipos Cero de Interés) es de por sí inflacionista, castiga a los ahorradores eliminando cualquier rendimiento del dinero, forzándoles así a una especulación cada vez más arriesgada para conseguir un retorno. Tampoco podemos olvidar su papel central en engendrar el temible ciclo económico de auge-declive. Durante los últimos cinco años ha estado jugueteando en el territorio PTCI. La decisión de la pasada semana por parte del BCE de cruzar la frontera dentro del territorio negativo supone un acontecimiento histórico y demuestra lo lejos que los bancos centrales están dispuestos a llegar para destruir la economía global.
¿Por qué tipos negativos de interés? Esto es realmente lo mismo que preguntar ¿por qué tipos cero de interés?
La respuesta por escrito de Mario Draghi (y Janet Yellen, por cierto) es: “Las medidas contribuirán a una vuelta a tasas de inflación más cercanas al 2%”.
Es más correcto decir que los bancos centrales están más aterrorizados por la inflación que decir que quieren inflación. Por deflación se refieren a una caída general en los precios agregados. Apuntan a la Gran Depresión y el colapso financiero de 2008  como episodios particularmente malos de deflación que no quieren revivir. Por eso, al desplomarse lo precios, intervenían con medidas extraordinarias y no convencionales (TARP, PTCI, rescates, QE, etc.) para levantarlos de nuevo. Quieren que los precios aumenten, continuamente, todos ellos, de acciones a bonos a salarios a bienes de consumo. Quieren tenga lugar el efecto riqueza keynesiano. No les preocupa si no puedes comprar tanto como podías haces cincuenta años con las misma cantidad de papel impreso (o depósitos electrónicos, que lo mismo da).
Luchar para lograr este objetivo expandiendo la oferta total de crédito, obteniendo más euros (o dólares) en las manos de más gente con la esperanza de que gastarán más euros en algo, aumentando así el precio de ese algo. Aunque la PTCI ya hace esto al rebajar el coste general de prestar, los tipos negativos de interés van un paso más allá. Un tipo negativo de depósito significa que el BCE realmente te va abonar un 0,10% para que mantengas tu dinero a salvo. La relación del BCE con los bancos europeos equivale a la de algunos padres con sus hijos. Mientras que la PTCI es el equivalente a poner un caramelo delante de un niño para intentar que haga algo que quieres, un tipo negativo de depósito sería dar una azotaina al niño por no hacer lo que quieres.
Por supuesto, los bancos no son niños y tampoco lo son los propietarios de negocios. Son mucho más listos que eso. No siempre responden uniformemente en la forma que les gustaría a los bancos centrales. Este caso no es diferente. Más bien, como en todos los casos de planificación centralizada, esta decisión tendrá consecuencias no pretendidas y costosas.
Puedes enseñarle a alguien la puerta pero no puedes hacer que la cruce. El mercado del crédito, como cualquier otro mercado, es una calle de dos direcciones. Expandir simplemente la oferta total de crédito es solo la mitad de intercambio pretendido. Se quedará ahí salvo que llegue una demanda adecuada. En este punto es importante recordar nuestro contexto. Llevamos cinco años en el territorio PTCI, el crédito no ha sido particularmente difícil de conseguir, hemos estados saturados de él. En Europa (como en EEUU) los bancos están sentados sobre grandes pilas de reservas, que Draghi espera obligar a los bancos a prestar. Pero dar una azotaina a los bancos no hace que las empresas o personas se conviertan mágicamente en dignas de crédito. Para muchos, especialmente entre los países periféricos de Europa, simplemente no tiene sentido volver a la deuda cuando aún están saliendo de la primera (o segunda) ola. Las empresas no están prosperando allí y el desempleo sigue desbocado. ¿Realmente esos países están dispuestos a asumir más deuda? ¿Realmente el banco va a prestarles?
Miradlo desde la perspectiva del banco. ¿Qué elegiríais, si se tuvierais la alternativa, que os pagaran un 0,10% para mantener guardado vuestro capital o prestar vuestro capital pero solo a aquellos que están luchando por pagar deudas anteriores? Un análisis sencillo diría: “Puf, realmente no hay aquí una buena alternativa, pero lo menos costoso podría ser que me pagaran el 0,10%, dado que podríamos perder mucho más si extendemos crédito para luego tener un impago”. En definitiva, abonar tipos de interés negativos podría no hacer tanto como espera Draghi.
Alternativamente, y recemos por que no sea el caso, castigar a los bancos para que jueguen sobre seguro les obliga empezar a jugar más peligrosamente. Para evitar la tarifa, podrían empezar a prestar a quien quisieran, solvente o insolvente. Los especuladores inteligentes verán la oportunidad fácil. Empezarán a empaquetar deuda basura en fardos atractivos con la esperanza de que el departamento de crédito del banco no los revise con cuidado. Con esta nueva decisión de Draghi, tienen una buena oportunidad. Los tipos negativos de interés hacen cada vez más costoso para el banco usar discreción en el préstamo porque tendrán que pagar (0,10%) para usar discreción. Es el peor escenario que introduce el incentivo perverso para engendrar toda una nueva ronda de deuda tóxica, con un potencial aun mayor de impago.
Segundo, y esto hace que Draghi parezca tonto, incluso so los bancos prestaran sus reservas, muchos de ellos acabarían volviendo al sistema bancario. Keith Weiner tiene un gran artículo en Forbes en el que dice:
El efectivo nunca abandona el sistema bancario. Es un bucle cerrado, con dinero transfiriéndose de una parte a otra, pero siempre permaneciendo un la custodia de un banco. Prestar no evitar la necesidad de depositar efectivo en el BCE o, en EEUU, en la Reserva Federal.
Cuando tomas prestado dinero de un banco, ¿te da el banco realmente la suma total en montones de papel de colores? No, lo que recibes del banco es una anotación en tu cuenta con crédito aumentado en el banco. Nada entra ni sale del banco. Sigue allí. Esto es tan verdad para una financiación a gran escala como para ti y para mí. El préstamo no evita la necesidad de depositar efectivo en un banco.
Qué es más probable que ocurra y por qué no es mejor: aunque aparentemente  atados, los bancos sí tienen una forma de evitar la tarifa del BCE y seguir prestando con poco riesgo. De hecho pueden prestar son prácticamente  riesgo comprando bonos públicos. De hecho, esto es lo que han estado haciendo. Fijaos en las gráficas de los rendimientos de los bonos a 10 años españoles e italianos.
Rendimiento español a 10 años
Fuente: Bloomberg
Rendimiento italiano a 10 años
Fuente: Bloomberg
El tipo de interés es inverso al precio de un bono. Si los bancos están comprando bonos públicos, entonces su precio subirá y el rendimiento bajará. Mirad los gráficos. Desde el anuncio del 5 de junio, ambos tipos han caído.

Conclusión

El resultado de la decisión de Draghi no llevará a un aumento en los precios, nuevas empresas o aumento del gasto en consumo. Pero servirá para proporcionar un tipo de interés aún menor en la deuda pública, que permitirá a gobiernos ya insolventes tomar prestado más dinero y por tanto refinanciar más fácilmente sus obligaciones deudoras existentes. Cuando uno deja de pensar en ello, tiene que preguntar: ¿fue esa desde el principio la razón real por la que el BCE decidió imponer esto? Podría ser que toda la palabrería académica sea un disfraz para el objetivo real: Los bancos centrales existen para hacer más fácil a gobiernos insolventes tomar prestado más dinero.

Publicado el 14 de agosto de 2014. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

Dickson Buchanan Jr. es Director de Desarrollo Internacional y Especialista Sénior en SchiffGold ySchiffOro, las empresas de oro y plata de Peter Schiff. Es Máster en Economía Austriaca por la Universidad Rey Juan Carlos en Madrid.

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