Venezuela está actualmente pasando la peor crisis de la historia, repleta de una lista interminable de problemas interesantes. El principal de ellos son las graves escaseces incluso en las necesidades más básicas. Los economistas han usado estas escaseces como ejemplos de libro de texto para ilustrar los efectos perniciosos de los controles de precios.
Sin embargo poca gente es consciente de que muchos de los problemas del país los causa un dispositivo monetario complejo que hace uso simultáneamente de cuatro tipos distintos de cambio de moneda. El resultado es que Venezuela puede ser o bien extremadamente barata o bien insoportablemente cara, dependiendo del tipo utilizado.
El caos monetario empezó en 2003 cuando el último presidente Hugo Chávez impuso controles cambiarios para evitar la fuga de capital después de una huelga petrolífera. En ese momento, el dólar de EEUU podía venderse a 1,6 bolívares venezolanos. Hoy, apenas diez años después, ese mismo dólar puede comprar 172 bolívares, ¡una devaluación de más del 99%! Por supuesto, esto es en el mercado oficial (es decir, regulado por el gobierno). En el mercado negro, el tipo de cambio está actualmente en cerca de 900 bolívares por dólar de EEUU. Es decir, si puedes encontrar a alguien vendiendo dólares o, más importantemente, buscando la malparada divisa venezolana.
Esta devaluación es en sí misma y gran problema, tanto para los consumidores que deben sufrir altos niveles de inflación de precios como para los empresarios que deben tomar decisiones de planificación de capital a largo plazo con una unidad monetaria en constante movimiento. Sin embargo, es la volatilidad del tipo de cambio causada por los continuos cambios del gobierno a las restricciones de divisas y tipos de cambio los que está resultando el problema más acuciante.
Un sistema muy complejo de tipos de cambio
Actualmente hay cuatro tipos de tipos de cambio: Primero está el oficial, llamado CENCOEX, que paga 6,30 bolívares por dólar. Solo se usa para la importación de alimentos y medicinas.
Los siguientes tipos de cambio son el SICAD 1 (12 bolívares por dólar) y el SICAD 2 (50 bolívares por dólar): asignan dólares a empresas que importan todos los demás tipos e bienes. Debido al hecho de que los dólares de EEUU están limitados, se subastan cupones solo esporádicamente, normalmente de forma semanal en el caso del SICAD 1 y diaria para el SICAD 2. Sin embargo, debido a la crisis económica, no se han asignado dólares para estas transacciones de intercambio exterior y no ha habido ninguna subasta desde el 18 de agosto de 2015, el gobierno venezolano tenía solo 16.000 millones de dólares en reserva de moneda extranjera, el nivel más bajo en más de diez años y una cantidad que se agotará completamente en cuatro años al ritmo actual de disminución.
El último y más reciente tipo de cambio es el SIMADI, actualmente a 200 bolívares por dólar. Este tipo está reservado para la compra y venta de divisa extranjera por personas y empresas.
Hay muchos problemas en Venezuela como consecuencia de este sistema complejo. El más evidente es la casi imposibilidad de conseguir realmente que te asignen estos tipos debido al complejo proceso burocrático que debe seguirse para solicitarlos. En respuesta a estas dificultades, los venezolanos deben optar por el mercado negro para atender sus demandas de divisa extranjera. Por tanto, la gente naturalmente se basa en el tipo del mercado negro, que, aunque sea mucho más desventajoso (a 900 frente a entre 6,3 y 200 bolívares por dólar en el mercado “oficial”), al menos ofrece la posibilidad conseguir el cambio exterior tan necesario.
La regulación abre la vía a la corrupción
La corrupción, que es una característica principal del régimen político de Venezuela, es otro problema derivado de este complejo sistema monetario. Los cargos del gobierno y los relacionados con ellos han aprovechado su posición de poder y influencia para manejar mal el dinero asignado para otras instituciones productivas y necesarias, Así, personas bien relacionadas consiguen dólares a través de los canales legales y los venden en el mercado negro a un precio superior. (Esta actividad es una de las únicas formas de conseguir constantemente altos niveles de beneficios en la atribulada economía venezolana y solo está al alcance de aquellos pocos privilegiados que estén relacionados con los cargos oficiales apropiados).
Este punto es especialmente importante cuando se estudio la enorme variedad de escaseces. La malversación de divisa extranjera asignada para importar bienes básicos. Es decir, moneda extranjera reservada para los tipos de cambio CENCOEX y SICAD, deja a los empresarios legítimos sin opciones para obtener legalmente la divisa necesaria para importar bienes. Debido al bolívar que se deprecia con celeridad, se atesoran dólares de EEUU como medio de ahorro, exacerbando así aún más la escasez de moneda extranjera para importadores. Como consecuencia, no se pueden pagar las importaciones, llevando a escaseces añadidas a las ya causadas por extensos y dañinos controles de precios.
Los pobres son los que más sufren
Estos problemas afectan directamente a todos los ciudadanos, pero son especialmente perniciosos para personas de rentas más bajas. Muchos proveedores solo venderán los pocos bienes que tienen en dólares de EEUU, rechazando aceptar bolívares en el pago de sus productos. Los vendedores de divisas en el mercado negro venden fuera de los supermercados para adaptarse a este fenómeno, pero debe señalarse que solo la gente con rentas altas y medias-altas pueden pagar al tipo del mercado negro. El resultado es que el segmento de las rentas mas bajas de la sociedad venezolana, aquellos a quienes se supone que están ayudando los controles de precios y divisas, no pueden obtener las divisa necesaria para comprar bienes y servicios sencillos (y los ricos solo pueden hacerlo a un alto precio).
Aunque la comunidad empresarial reclama que se le pague en dólares, esto daña inapropiadamente a personas con rentas inferiores y es una respuesta completamente irracional. Si las empresas siguieran vendiendo su escasa oferta de bienes al tipo oficial, sus anaqueles se vaciarían más rápido de lo que ya lo hacen. Los venezolanos ganan sus rentas al tipo oficial de 6,30 bolívares por dólar de EEUU, mientras que las empresas deben pagar un tipo mucho mayor para importar bienes. Esta diferencia de considerarse por las tiendas que ponen precios apropiados para lo que deben pagar para llenar sus anaqueles.
El complejo sistema de tipos de cambio en Venezuela no solo es un buen ejemplo de intromisión pública innecesaria en la economía, sino que también explica por qué un régimen político corrupto ha podido mantener el poder durante tanto tiempo a pesar de más de una década de mano dura impuesta al país. El uso de diversos tipos de cambio ha hecho fácil para los gobiernos de Chávez y Maduro y sus seguidores obtener enormes beneficios malversando el dinero asignado a la comunidad empresarial y las personas. Al hacerlo, han devaluado completamente el bolívar y empobrecido al que fue una vez uno de los países más ricos del mundo.
Publicado originalmente el 7 de enero de 2016. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.
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