Thomas J. DiLorenzo
Un cuarto de siglo después del espectacular colapso del socialismo en el imperio soviético, una buena parte de la generación “milenial” (los nacidos entre 1982 y 2004) piensa que el socialismo puede ser la onda de sufuturo. Una encuesta de la Fundación Pew de 2016 descubría que el 69% de los votantes con menos de 30 años expresaban “una voluntad de votar a un presidente socialista” y una encuesto de “YouGov.com” de 2015 revelaba que el 43% de los jóvenes estadounidenses entre 18 y 29 años tenían una “opinión favorable del socialismo” y lo preferían al capitalismo. ¿Quién dice que las escuelas públicas no enseñan nada hoy en día a los chicos?
Una buena parte de la generación más joven evidentemente encuentra muy atractivas las promesas de educación, atención sanitaria y alimentación “gratis” de demagogos políticos socialistas como Bernie Sanders y Hillary Clinton. Igualmente evidente es que desconocen que el socialismo destruiría su futuro económico y el de sus hijos y las quitaría su libertad, igual que ha hecho en todos los lugres en que se ha impuesto.
Por eso he escrito mi último libro, publicado hoy, titulado The Problem with Socialism. Espero que se vea como un acompañamiento para el clásico de Henry Hazlitt, La economía en una lección y he hecho todo lo posible para escribir con un estilo similar (aunque nadie puede en realidad igualar al gran Hazlitt).
Siguiendo a Mises y Hayek, defino al “socialismo” no solo como “propiedad pública de los medios de producción. Como escribía Hayek en la edición de 1976 de Camino de servidumbre, el “socialismo” evolucionó en aquel entonces para significar también redistribución forzosa pública de rentas a través del estado del bienestar y el impuesto progresivo de la renta, principalmente. El objetivo ostensible del socialismo (la desigualdad de rentas) sigue siendo el mismo, pero lo medios han evolucionado.
Además, como escribía Mises en su clásico sobre Socialismo, los socialistas siempre han empleado una doble estrategia: 1) nacionalizar tanta propiedad privada como sea posible y 2) “destrucción” o la mayor destrucción posible de la sociedad de propiedad privada/libre empresa que sea posible con Impuestos, regulación, inflación, lo que funcione. Consecuentemente, mi libro en dieciséis capítulos cubre muchos más temas que solo los argumentos económicos contra el socialismo que expusieron Mises, Rothbard, Hayek y otros, como se ve en la siguiente lista de capítulos:
- El problema del socialismo.
- Por qué el socialismo es siempre y en todo lugar un desastre económico.
- Igualitarismo frente a realidad humana.
- Las islas del socialismo: Las tonterías de las empresas públicas.
- Por qué “los peores” llegan a lo más alto bajo el socialismo.
- Las raíces socialistas del fascismo.
- El mito del socialismo escandinavo exitoso.
- Cómo daña a los pobres el estado del bienestar.
- Cómo la medicina socializada mata al paciente y roba al contribuyente.
- Cómo el socialismo causa contaminación.
- El impuesto “progresivo” de la renta de Karl Marx.
- Salario mínimo, tontería máxima.
- Cómo crea monopolios la regulación socialista.
- Destruir el capitalismo socializando el capital.
- ¿Es el socialismo realmente la mejor manera de organizar las escuelas?
- Mitos y supersticiones socialistas acerca del capitalismo.
Los padres con hijos en edad escolar que estén preocupados por el lavado de cerebro permanente y políticamente correcto al que van a ser expuestos sus chicos deberían considerar hacerles leer The Problem with Socialism junto con La economía en una lección. En ese momento, estarán preparados para convertirse en lectores diarios de mises.org y LewRockwell.com y al menos tendrán una oportunidad para convertirse en ciudadanos versados en economía y no en otra generación de ignorantes y peones del estado.
Publicado originalmente el 19 de julio de 2016. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.
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