Y digo incorrectamente porque el valor de la participación oscila según se mueve el mercado de bonos, así que, de fijo para el inversor sólo tienen el nombre. Al menos en el corto/medio plazo
VÍCTOR ALVARGONZÁLEZ
Si no invierte en bonos, acciones o fondos de inversión, la divergencia económica entre EEUU y Europa no le interesa en absoluto. En caso contrario –y si es inversor o tiene unos ahorros es muy probable que así sea– sí que le interesa. Y mucho.
Si es un ahorrador, porque en la cartera de un inversor conservador la mayoría de los fondos de inversión son los incorrectamente denominados “de renta fija”. Y digo incorrectamente porque el valor de la participación oscila según se mueve el mercado de bonos, así que, de fijo para el inversor sólo tienen el nombre. Al menos en el corto/medio plazo.
Al inversor conservador no debe darle igual lo que haya dentro de sus fondos de bonos. La composición puede ser diametralmente distinta entre fondos con el mismo “apellido” – renta “fija” - y, en consecuencia, los resultados.
Tampoco le da igual lo que hagan la economía europea y la americana. Norteamérica tiene un 5% -escaso- de paro. En Europa la media supera el 10%. Países como España doblan esa cifra. Esto significa, que, al contrario de lo que ocurre en Europa, a una empresa norteamericana no le es ya tan fácil encontrar en el mercado laboral la persona idónea para un determinado puesto de trabajo, y que, poco a poco, se verá obligada a pagar sueldos más altos. Especialmente si el puesto en cuestión requiere un cierto grado de cualificación. En ese escenario tarde o temprano suben los salarios y es sólo cuestión de tiempo que aumente el nivel de inflación (si la gente tiene más dinero en el bolsillo compra más y los vendedores pueden subir precios). La inflación suele generarse por dos vías: porque suba el precio de la energía o porque los salarios. O ambos a la vez. Por la energía lo veo pero que muy difícil. Pero por los salarios, en EE.UU. las probabilidades aumentan cada vez que baja el paro.
Encontrar en el mercado laboral la persona idónea para un determinado puesto de trabajo, y que, poco a poco, se verá obligada a pagar sueldos más altos
Y la inflación es lo que mueve, en una u otra dirección, sus fondos de renta “fija”.
Si sube la inflación, o incluso antes de que suba, la Reserva Federal de los EEUU tiene que subir los tipos de interés (para evitar que suba demasiado) Esto perjudica a los bonos de largo plazo (*), pero beneficia a los de corto. Sean del estado o emitidos por empresas. Por ejemplo: si su fondo tiene letras del tesoro norteamericano con vencimiento a, digamos, seis meses, y suben los tipos de interés, cada vez que venza una letra le pagarán un interés superior al renovar. Y lo mismo ocurrirá con los depósitos a plazo. Para entendernos: justo lo contrario que ocurre ahora en Europa.
En lo que a Europa se refiere seguiré encantado con el apodo de “Sr. Deflación” que me pusieron por insistir desde hace años en que ese era el escenario al que nos dirigíamos (ver, por ejemplo, “La japonetización de la economía occidental”) No sé si llegaremos a tanto como a una deflación crónica a la japonesa, pero sí que habrá periodos desinflacionistas como el actual. Y, en cualquier caso, que el IPC será muy bajo o cero durante una larga temporada.
Así que, si quiere obtener un resultado razonable en sus fondos de “renta fija”, la composición de los europeos debe ser totalmente distinta de la composición de los norteamericanos. Porque el entorno financiero no sólo es diferente: es divergente.
¿Le parece complicado? No me extraña. Pero a quién no se lo parecerá es a su asesor o a quién le vendió los fondos. Pregúntele si sus fondos de renta fija norteamericana son de corto plazo y, en el caso europeo, si son justo lo contrario. Y dentro de un año comprobará como esa composición era la adecuada para el nuevo entorno de tipos Europa versus EEUU. En caso contrario, los fondos que tengan bonos norteamericanos con vencimiento a largo plazo podrían darle algún que otro quebradero de cabeza. Y son los que han ido bien en los últimos años, lo cual hace más difícil deshacerse de ellos o pensar que puedan darle algún problema. Pero no olvide nunca que la economía es cíclica.
Vayamos ahora al caso del inversor con perfil de riesgo equilibrado o agresivo. Le recordaré el título de las jornadas financieras que daba por diversas ciudades españolas a inicios del año: “2015, la hora de Europa y del dólar”.
Pues eso. Que el título sigue siendo válido. En mi opinión, la renta variable europea seguirá haciéndolo mejor que la norteamericana y el dólar seguirá subiendo frente al euro. ¿Y por qué lo va a hacer mejor la bolsa europea si va mucho mejor la economía Norteamericana? Pues porque los mercados se mueven en función de expectativas de futuro. Las buenas expectativas USA ya están descontadas en gran medida en los precios. La posible recuperación europea, no. Además, en EEUU no va a haber más estímulo monetario. En Europa sí. Y, sin entrar en si es bueno o malo para la economía, la realidad es que el QE a las bolsas les sienta muy bien, que es lo que le interesa a usted como inversor. Y en Europa habrá más estímulo monetario. Pueden apostar por ello.
La realidad es que el QE a las bolsas les sienta muy bien, que es lo que le interesa a usted como inversor
¿Y el dólar? Seguirá subiendo, aunque volverá a tomarse un descanso al acercarse a la paridad. Los motivos por los que seguirá subiendo los pueden ver en mi artículo de hace año y medio titulado “El día en que Yellen se hizo tacaña y Weidmann generoso” y así no me alargo demasiado.
Ah, por cierto: si compra dólares, no cometa el error de abrirse una cuenta corriente, que es caro y complicado. Suscriba un fondo de renta fija de corto plazo en dólares. Mucho más eficiente, operativa y fiscalmente hablando.
Los tipos de interés se han movido en la misma dirección en Europa y EE.UU. durante mucho tiempo. Poco a poco eso irá cambiando. Si tiene una cartera de fondos de inversión le afecta. Especialmente en ese apartado conocido como “de renta fija”, que suele ser precisamente el de mayor peso en el caso de un inversor español medio, que es mayoritariamente conservador. Además no pierde nada por comprobar si su cartera está preparada para el cambio.
Que pasen un buen fin de semana.
(*) Un bono da un cupón fijo. Así, si suben los tipos de interés en el mercado por encima del que da el bono, este pierde valor, porque el tipo de mercado pasa a ser mayor que el del bono. Y viceversa. Hasta ahora se ha dado precisamente la viceversa. La mayoría de los bonos norteamericanos emitidos hasta hace un año ofrecían tipos mejores que los que luego ha dado el mercado (porque bajaban los tipos de interés) Si cambia la marea, se producirá, poco a poco, el efecto contrario.
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